Liz y Malena

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Una vez que Malena salió del baño, comenzó de nuevo su cacería. Buscaba como loca a Dylan empujando a  todo el mundo bruscamente. Ignoraba lo que la gente le gritaba, pero en un momento empujó tan fuerte a un chico que irrumpía su camino que él le devolvió otro empujón, Malena estaba tan llena de ira que intentó golpear al chico, pero antes de que pudiera levantar el puño alguien la abrazó por detrás, haciendo que sus brazos quedaran pegados a su cuerpo impidiendo que pudiera levantarlos.

-Sí, mejor hazle caso a tu novia pedazo de imbécil o sino tendrás problemas. -Le gritó el chico que había empujado y las personas que estaban con él lo llevaron lejos de Malena.

-¿Pero qué mierda? No necesito una niñera.

Le dijo Malena a Liz mientras se sacudía brutamente para liberarse. Una vez que Liz la soltó se quedaron mirando por unos segundos, y cuando Malena intentó marcharse de nuevo Liz la levantó cual bolsa de papas sobre su hombro y se la llevó. Malena, ahora más enojada, pataleaba sobre Liz para que la bajara.

-¿Acaso olvidaste que soy deportista? Ni aunque me golpees te bajaré, soy bastante fuerte en ese sentido.

Malena se rindió. Liz la llevó a una habitación de la casa que estaba vacía y tiró a Malena sobre la cama, cerró la puerta y se paró frente a Malena con los brazos cruzados.

-No voy a dejar que hagas algo tan estúpido como para ir y moler a golpes a cualquiera que se te cruce por tu camino, ni tampoco voy a dejar que las cosas terminen así entre nosotras.

Malena no la miraba, solo sacudía la cabeza enojada. Liz se acercó y se agachó frente a ella, con una mano movió su cara para que la mirara, pero Malena giraba los ojos para otro lado.

-Por favor... mírame. -Le pidió de una manera suave

Tragando su orgullo Malena la miró directo a los ojos.

-Lo siento mucho. Por todo lo que te dije. Pero tenes que entender que lo que estás haciendo está muy mal. 

Malena comenzó a llorar, Liz le hablaba de una manera tan delicada y amorosa que le destruía todo el muro de orgullo e indiferencia que había creado. Ella se puso en cuclillas, le tomó las manos y se las besó. 

-Ya no sé que estoy haciendo o que debería hacer... Es muy distinto estar sola y que nadie se preocupe por mí a estar con alguien que de verdad le importe. Tenía tanto miedo de cagar todo esto con vos que al final fui yo la que nos hizo daño...

-Yo quiero estar con vos, de verdad... Pero no puedo estar con alguien que no solo le hace daño a los demás, sino también a sí mismo. Yo no soy perfecta, sé que debería enfrentarme a todos los que me dicen que estar con vos está mal o me va a arruinar la vida y dejar de llorar. Pero si vos te convertís en esta Malena llena de odio y venganza... al final creo que los demás tienen razón.

Malena solo lloraba, cada vez más y más desconsoladamente. 

-Liz... hay cosas que no sabes de mi que... 

Liz le sacó las pulseras que Malena tenía puestas. 

-No creas que en ningún momento me di cuenta de esto.

Le contestó mientras acariciaba las cicatrices que tenía en su muñeca.

-Te han hecho tanto daño que de verdad crees que lo mereces... 

Malena no podía mirarla, nunca había hablado de ese secreto con nadie. Pero luego sintió los labios tibios de Liz en sus muñecas, las besó suavemente.

-No iba a sacar el tema hasta que me lo cuentes por vos misma. Pero ahora, en este momento, todo se está yendo al carajo, y no quiero que lo nuestro se vaya a la mierda también. Solamente dime si quieres seguir con todo este plan o quieres irte conmigo ahora.

Malena tomo las manos de Liz con fuerza. 

-Voy a mejorar, te lo prometo. Dios, lo siento tanto, tanto- 

Antes de que Malena pudiera seguir hablando Liz la abrazó fuertemente haciendo que Malena se derrumbara en sus brazos, y estuvieron así unos minutos hasta que escucharon la sirena de la ambulancia que llegaba

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Antes de que Malena pudiera seguir hablando Liz la abrazó fuertemente haciendo que Malena se derrumbara en sus brazos, y estuvieron así unos minutos hasta que escucharon la sirena de la ambulancia que llegaba.

-Tenemos que irnos.



Inalcanzable LizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora