Inalcanzable Liz

Kevin

No estaba seguro si lo que hacíamos estaba bien o mal. Lo único que sabía era que no podía dejar que Liz arruinara su vida. Mi tio me dijo que la chica que se la había llevado, consumía y vendía drogas, también que vivía en la calle pero estaba de ocupa en algún lugar donde se la había llevado a Liz. No podía creerlo, ella no era esa clase de persona, ella es inteligente sabe lo que debe y no debe hacer.

Vi cuando Matt le pegó al chico en el estómago. Quiso defenderse pero era imposible ante Matt. 

-¡Hey Kevin! ¿Crees que sea gay? 

Lo señaló al chico. Cuando vi parte de su cabello teñido de azul y que tenía un piercing en los labios y en las orejas, lo dudé. Luego vi su vestimenta y estaba más que seguro que era homosexual.

-Cr-creo que si. Pero ya déjenlos y vamos. 

-Hicieron oído sordo. Matt volvio a golpearlo, le pego un puñetazo en el ojo, el chico se arrodillo del dolor y Matt le dio una patada en el estómago y luego en la cara. El chico quedó tumbado en el piso tapándose el rostro. 

-¡Ya déjenlo! -Gritó su amiga.

Dylan le pegó con el dorso de la mano en la cara. Quedé boquiabierto ¡Le había pegado a una mujer!

-¡Dylan! ¿Qué mierda te pasa? 

Volvió a golpearla, la agarró de la cabeza y le dio un rodillazo en la cara, luego un puñetazo al estómago.

-¡Dylan ya basta! -grité de nuevo e intenté detenerlo pero me empujaba hacia atrás. 

Desesperado me agarré de la cabeza, estaban golpeando a muerte a esos dos. La chica ya escupía sangre y el chico gritaba de dolor, Matt lo agarró de su cabello y le estrelló la cabeza contra el piso. Escuché a Liz gritar dentro del auto, me di la vuelta y me miraba suplicante con los ojos llenos de lágrimas. Leí un ''por favor'' de sus labios. 

Esto se estaba yendo de control, agarré a Dylan del brazo y cuando se dio la vuelta le di tres puñetazos en la cara. Dylan retrocedió mirándome confundido. Matt al ver esto dejó de golpear al chico. 

-¡Los dos son unos malditos estúpidos, me dan asco! ¡Mírenlos! Ya entendieron. ¡Y ustedes necesitan un maldito psiquiatra!

Ninguno contestaba. Mire a la chica en el piso, toda golpeada y jadeando, me miraba atenta. 

Con bronca empujé a Dylan -¡Golpeaste a una mujer maldito psicópata!

-Si hermano eso no estuvo bien. 

La bronca que sentía se convirtió en ira. Me di la vuelta para mirar a Matt.

-¿Qué dijiste?

Sin dejar que contestara le pegué una patada en la cara y antes de que pudiera golpearlo más Dylan me agarró. 

-¡Esta bien Kevin! ¡Ya calmate!

Respire fuerte y hondo. 

-Mejor vámonos. -Nos dijo Dylan.

Callados subimos al auto, Liz no nos miró a ninguno de los tres, solo miraba por la ventana llorando a esos dos chicos. 

Ninguno dijo nada, en todo el camino de vuelta.