••MI CABALLERO••

No otra vez.

1 mes después.

Narra ,_____.

Tome mi bolsa y baje las escaleras sin decir nada y me acerque a la puerta.

-_____.- cerré los ojos y gire lentamente, no quería que nadie se enterara que iba a salir.

-Hola amor, buenos días no te quería despertar.- salude a Mario desde la parte de abajo.

-¿A donde vas? ¿Necesitas que te lleve?.- dijo dándose la vuelta hacia la habitación.

-¡No! Mario yo...- no sabia como decirlo.- Tengo que salir un momento no me tardo.

-¿Segura? Te puedo llevar sin problema.

-Segura, gracias amor.- me guiño el ojo, no se veía muy convencido pero no le quedaba de otra, aunque me rogara no lo llevaría conmigo, no otra vez, porque si esto no es lo que creo que es probablemente se decilucione de mi.

Abrí mi auto y comencé a conducir a la dirección que marcaba mi celular, estaba nerviosa por lo que me podrían decir. Hace una semana Mario y yo fuimos a México, tenia cita en el hospital para retirar los hilos de mi abdomen y el doctor dijo que todo estaba excelente, había tenido una recuperación muy buena y todo indicaba ir bien.
En cuanto a Ámbar, bueno ella murió, no no es verdad, no sabemos nada de ella, la verdad no se que es peor saber de ella o no hacerlo porque probablemente esta tramando algo, no me preocupa mucho porque ahora estamos lejos de ella, pero no sabemos de que sea capaz.

Llegue al edificio de ginecología, estacione mi auto justo enfrente y puse mis manos sobre mi rostro, suspire y note que estaba reteniendo el aire de los nervios, tome mi bolso y mi celular, tenia como mil mensajes de Mario, una sonrisa se asomo al ver su nombre en la pantalla, decía que si quería esta noche podríamos cenar en algún lugar o si prefería pasar la tarde acostados, sinceramente amo a este hombre.

Baje del auto y dudosa comencé a caminar hacia el edificio, en la entrada había un guardia y tomo mis datos después me dejo pasar, seguí caminando y enfrente de mi estaba una recepcionista era joven y muy bonita, comenzó a teclear y me dio una hoja para firmar, después de esto me dijo que esperara un momento.

(...)

Abroche el botón de mi pantalón y me puse los tenis, mi corazón estaba a mil por segundo y mis manos temblaban, mis ojos estaban clavados en cualquier cosa pero en realidad no veía nada, la doctora salio de la habitación y me dejo ahí sentada con una sonrisa de oreja a oreja y puedo jurar que me dolía la cara de felicidad.- Seras un gran padre Mario.- hable para mi.- y se que tu seras un gran hijito.- ahora le hablaba a mi vientre, me sentía rara haciéndolo.- y yo tratare de ser una buena mamá.- me dije a mi misma.
La doctora entro con un sobre amarillo donde venía mi ecografía también venían ciertas indicaciones para mi embarazo ya que hace un mes había sufrido un impacto en mi abdomen y no era nada seguro, pero me dijo que siguiéndolas todo estaría perfecto. Todavía no era tiempo de saber si estaba embarazada o no así que busque los mejores doctores de Londres porque necesitaba una respuesta lo más pronto posible, salí de el edificio y camine a mi auto, aun no dejaba de sonreír les juro que me dolía la cara, solo esperen a ver la cara de Mario cuando le diga que sera papá ya no puedo esperar.

Narra Mario.

¿A donde fue? ni idea, se notaba preocupada y al parecer quería estar sola así que la deje tal vez sólo quería tomar aire, no la culpo todo el día estamos juntos.
Solo fui a la cocina a ver que podía comer, Daniell estaba preparando algo cuando me vio entrar me dedico una sonrisa.

-Buenos días Mario.- dijo sin dejar de picar la fruta.-¿Y ,_____?.- ahora dejó el cuchillo y volteo hacia la puerta.

-Buenos días, salio esta mañana, no me preguntes a donde porque no me dijo, quería llevarla pero no me dejo.- sino mis hombros sin entender aun porque no quería que la acompañara.

-Sabes, la e notado un poco rara... Ya sabes instinto de nana.- me vio y alzo una de sus cejas, volvió a la estufa.- ¿Sabes si algo le preocupa?

Me dejo pensando por un buen rato, me sirvió la fruta pero ni siquiera la toque. ¿Que le podía preocupar a mi ,____? Todo estaba bien, bueno eso creía yo, su padre me había dado trabajo en su empresa y tenia un muy buen puesto por lo tanto buena paga, nada le hacia falta, de hecho estábamos en busca de una casa. Ambar no había aparecido en un buen tiempo pero la verdad me preocupaba mas no saber de ella.

(...)

Escuche como la puerta de entrada se abría y dejaban las llaves en la mesita, había ayudado a Daniell con los platos y a arreglar una puerta de un mueble. Salí de la cocina y la vi, estaba ahí para con una sonrisa de oreja a oreja y sus ojos eran mas grandes que dos platos, Sonreí al verla tan hermosa como siempre pero hoy tenia un brillo especial.
Camino hacia mi y enredo sus brazos en mi cuello.

-Hola bonita.- iba a besar sus labios pero me detuvo.- ¿Que?.- reí despacio.

-Quiero decirte que eres lo mejor de mi vida.- sonrió nuevamente y me beso.- Hoy tendremos una cena en el centro, estate listo, ya reserve nuestra mesa.- no me dejo hablar, solo me guiño el ojo y deposito un beso rápido en mis labios, comenzo a subir las escaleras y yo no podía dejar de ver esas caderas grandes que la caracterizan y su cabello café.- eres una diosa ,_____ decía a mis adentro cuando alguien aclaro su garganta atrás de mi

-Señor Bautista es mejor que cierre la boca o ensuciara el piso.- Andree estaba acomodando su camisa enfrente de el espejo.

-Perdón Andree, es solo que estoy loco por ella.

-Lo se lo se, y ella por usted, serán una gran familia.- no pude evitar sonreír ante ese comentario, no podía negarlo mi familia seria hermosa.

...
Hola hola hola.
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Las quiero mucho mucho.
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