Comencé a cerrar mis ojos cuando escuche unos golpecitos en mi ventana, me extrañaron mucho, como si alguien estuviera tocando, pero los ignore. Volví a cerrar los ojos cuando otravez tocaron, con mucho cuidado hice a un lado las cobijas, baje mis pies y me puse las pantumflas, camine despacio para no lastimarme y levante la cortina.
Y ahí estaba, Mario estaba en mi balcón tocando la ventana, creo que quería entrar pero definitivamente no le iba a abrir. Rápidamente baje la cortina ignorándolo por completo.
-Solo necesito que me escuches.- Se quedo callado por un momento.- Te amo.
Y supongo que volvió a su casa porque no lo escuche mas, así que fui a mi cama y me acomode una vez mas y esta vez decidi ignorar todo lo que viniera de Mario, hasta sus "Te amo" que suele decir y que sinceramente no se si son verdad.
Estaba muy cansada así que me quede dormida rapido, me sentía sola ya que había estado compartiendo mi cama durante un buen tiempo y ahora me doy cuenta que realmente es grande, me gire hacia el otro lado para acomodarme mejor y abrace la almohada que estaba junto a mi entonces suspire y instantáneamente el aroma de Mario corrió por mi nariz. Miles de recuerdos llenaron mi cabeza, y no pude dormir en toda la noche.
*_____, quiero que estés conmigo, hoy mañana y siempre*
*-¿_____, Me das tu corazón?.*
*-¿Quieres hacerme un masaje?.- dije contra la almohada.
-¿Puedo comerme tu helado?.
-Ya que.- *
Y así miles de cosas llegaron a arruinar mi noche,¿como pude ser tan ingenua y creer todo eso?, ¿como esa persona que alegraba mis días se convirtió en la que derrumbo mi futuro? Sabia que algún día se cansaría de mi, por ser tan niña, era obvio alguien como él con tantas mujeres a su alrededor no podía soportar a una niña de diecisiete años.
-¡Basta!.- grite de la nada, no soportaba mas esto, quería una explicación a todo y nadie podía dármela mas que Mario, porque no me cabe en la cabeza, que después de tanto tiempo de compartir mi vida con él así de fácil se heche a perder todo, todas esas noches donde nos jurbamos amor eterno, esos besos infinitos que jamas me cansaría de darle, necesito una explicación lógica por que no entiendo nada
Enseguida Nana y mi madre entraron a mi habitación, prendieron las luces y sus caras eran de horror como si hubieran visto un fantasma.
-¿Te sientes bien ,_____?- mi madre se acerco a mi despacio.
-Trae a Mario ahora.- dije desesperada.
-Hija...- no deje que terminara
- Trae a Mario te dije.- no podía dejar de llorar, mi vista estaba nublada, mis manos temblaban y mi cabeza retumbaba. Mi madre y nana salieron de mi cuarto y yo estaba sentada en la orilla de la cama con frío y triste.
Agache mi cara y solo deseaba que entrara por esa puerta, que no tardará mas y que me dijera que solo fue una pesadilla, lo quiero ahora. En eso sentí la presencia de alguien enfrente de mi, alce la mirada y lo vi, él estaba aquí, estaba en cunclillas. Sus ojos estaban rojos como si hubiera llorado toda la noche, tomo mis manos y antes de que pudiera hablar, hable yo.
-Mamá, Nana, por favor dejenme sola, tenemos que hablar.- salieron rápido de mi habitación y cerraron la puerta, volví mi vista cristalina a sus ojos rojos y nariz hinchada .- Habla, quiero que me lo expliques, por que te juro que ya no puedo mas con esto.
Sus manos estaban temblando.
-Antes que nada quiero decirte que verte en una cama de hospital inconsciente a sido lo peor que me pudo pasar.- hizo una pausa.- Ahora, quiero que escuches por favor lo que paso esa noche, ¿Puedo?.- Asenti aun con lágrimas en mis ojos.- De cuerdo, tus padres me pidieron que fuera a casa y que descansara yo no quería dejarte sola y ellos insistieron, tome el auto y llegue aquí, me sentía, mal me sentía enfermo, enojado. Baje a la cocina por agua y como no podía dormir comencé a limpiar la cocina porque aun seguían los vidrios rotos, cuando escuche un ruido extraño y fui a inspeccionar que no fuera una alusinacion y después de eso no recuerdo nada, solo recuerdo mi cuerpo muy pesado, una cámara que se activaba cada segundo tomandome fotos y la voz de una mujer que ni siquiera reconocía.
Su voz se rompió.
-Al otro día, la cabeza me retumbaba pero ese dolor no se comparo con el que sentí cuando tus padres me corrieron de tu casa y yo no sabia porque, no entendía, después recibí fotos donde me estaba besando con quien sabe quien y me di asco, en verdad me sentía sucio, creeme ,____ yo nunca cambiaría a la mujer de mi vida por alguien tan corriente, nunca te faltaría al respeto, por que te amo, por que soy tu Caballero.
Sus manos estaban aferradas a las mías, las lágrimas corrían por nuestras mejillas, mi corazón latía a mil por hora y lo único que mi corazón decía era que Mario no estaba mintiendo. No se porque pero sus palabras sonaron sinceras tal vez eso era lo que quería escuchar, tal vez solo tenía que escucharlo.
-Mi caballero.- Deslice mi mano por su mejilla y le sonrei, rápidamente me lance a sus brazos ignorando totalmente el dolor de mi estomago, volví a verlo a sus ojos y esta vez lo bese, lo bese de una manera diferente, por que extrañaba tanto hacerlo de verdad.
-Que bien se siente besarte de nuevo.- una sonrisa se formo en su rostro.- Gracias por escucharme, te necesitaba, no sabes cuanto.
-Ahora entiendo todo.
-Te amo.
Y esta vez, esas palabras recorrieron todo mi cuerpo, cada uno de los bellos de mi nuca saltaron y mi columna se enderezó y mi corazón volvió a su lugar.
(...)

ESTÁS LEYENDO
••MI CABALLERO••
FanficMe desperté gracias al despertador de mi celular y estire mi mano para alcanzarlo pero un peso en mi no me lo permitió, una sonrisa se formo en mi rostro al recordar que él estaba aquí, él estaba conmigo, no había nada más que pudiera desear. Soy tn...