••MI CABALLERO••

Mi chico.

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Pronto Mario y yo tendríamos nuestro primer viaje a Paris juntos un regalo de Carlos y Gloria.

Estaba dormida acostumbrada a sentir sus brazos y sus piernas enredadas en las mias, poco a poco abrí mis ojos y tome mi celular viendo la hora, 7:00 am. Decidí levantarme y salir a correr ya que durante el ultimo mes había dejado atrás mi rutina mañanera, así que salí de la cama poco a poco, no quería despertar a mi chico quien estaba perdidamente dormido.

Baje las escaleras y me diriji hacia la cocina con los audífonos puestos, tome un vaso con agua y después tome las llaves de la casa.
Salí y comencé a correr, de verdad extrañaba esto.
Lo fresco de la mañana golpeaba contra mi rostro, esto me hace sentir bien, mientras en mi cabeza venían recuerdos de Mario y yo, no podía evitar una sonrisa en mi cara, derrepente choque con alguien.

-Hola hermosa.- un chico alto de color blanco estaba frente a mi.

-Compermiso.- abrí mi paso para seguir corriendo, cuando sentí una mano sobre mi brazo.

-¿Porque corres nena?.- el mismo tipo estaba molestando.

-Sueltame.- safe mi brazo de inmediato pero el tomo mis caderas acercándome atrapando nuestros labios en un beso, un beso asqueroso, me hacia sentir enferma, axficiaba mi entorno personal y sus manos quemaban mi espalda.

-Sueltala infeliz.- escuche la voz de Mario, mi corazón subió a mi garganta, mis mejillas se encendieron y mis manos temblaron al imaginarlo molesto conmigo.
Sin mas le soltó un buen golpe en la nariz como para dejarlo tirado sangrando de ella.

-¿Estas bien?- me pregunto con lágrimas en su rostro se veía dolido y molesto, yo estaba enojada y triste, de igual manera comencé a llorar y Mario me abrazo.- Ya estoy aquí, tranquila.

No podía hablar, íbamos caminando a casa Mario tomaba mi mano pero yo la quitaba no tenía el valor de verlo a los ojos sentía como si le hubiera fallado.

-¿Que tienes amor? ¿No quieres que te toque?

-Mario, yo no...-

-Tranquila, se lo que paso, lo vi todo No sabes el coraje y la rabia que me da que te toquen a ti mi mundo en manos de un patan me hace enojar, me hace temblar.

-¿Lo viste?.- otra lágrima corrió por mi mejilla.

-Sentí cuando te levantaste de la cama, quice dejarte sola un momento para que tomaras aire fresco, pero algo me decía que no te dejara, salí detrás de ti y vi cuando doblaste la esquina así que solo decidi caminar cuando yo la doble vi cuando chocaste con ese imbécil y también vi como te ato a el.

- Disculpame.- lo abrace fuerte sintiéndome realmente dolida por lo que había pasado.

-Disculpame tu a mi por no haber actuado de inmediato.

-Dame tu mano cielo.- tome su mano y la bese para seguir caminando y voltie una vez mas para besarlo tiernamente.

-Eres mi novia, no soporto ver que alguien mas te toque ni siquiera que te miren entiendes

-Te amo. - bese nuevamente sus labios.

Caminamos a casa, creo que tuvimos un mal inicio del día así que tenemos que darle sabor a este mal rato, tal vez nana tenga preparado algo.
Tenemos que arreglar maletas y prepararnos para esta semana mágica entre nosotros.

Estaremos juntos compartiendo su sueño y disfrutando un rato a solas.
Me encanta la idea de estar con el y saber que soy suya.

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