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Estaba desesperada, caminaba de lado a lado en el mismo lugar con la prueba de embarazo en mi mano que marcaba positivo, maldita sea, ¿En que momento de mi corta vida de diecisite años se me ocurría embarazarme.

-Bien, ___ muy bien, excelente, haz arruinado la vida de Mario y la tuya.- repetía constante en mi mente, no estaba preparada para esto.

Mario estaba con Luis Daniel y Jan, en su tarde de hermanos, no me molestaba en lo absoluto siempre estaba en casa conmigo, así que tenía derecho a pasar rato con sus hermanos y con toda su familia.

Ayer estuvimos todo el día en el centro comercial habíamos tenido una exquisita cena junto a mamá quien recibió un regalo de parte de papá. Mamá estaba tan feliz que su sonrisa iluminaba toda la casa, ese vestido color negro le quedaba muy bien, se moldeaba excelente a su perfecta figura y esa carta misteriosa que guardo en su bolso cautelosamente.

Estoy muy nerviosa mis manos no dejan de sudar frío, mi mente no deja de dar vueltas con preguntas estúpidas.

-¿Y si Mario no lo quiere? ¿Y si Mario me deja?. Voy a quedar gorda.

Estaba sentada en el piso de mi baño con las manos en la nuca, meciendome adelante y atras, mientras una lágrima corría por mi cachete. No se como explicar mis sentimientos en este momento. Una especie de felicidad, angustia y amor corría por todo mi cuerpo. No sabia que pensar, por una parte me encantaría tener un hijo y obviamente seria perfecto que Mario sea el padre, de eso no hay duda, pero somos demasiado jóvenes para esto, osea ¿Que clase de niña con diecisiete años se va a hacer cardo de un bebe?.

Escuche que la puerta de mi habitación se habria, pronto escondí mi rostro entre mis rodillas y las abrace con los brazos.

-______, amor ya llegue.- Mario entro a el cuarto dejando en la mesita las llaves del auto, no hice ningún tipo de ruido y solo espere.- ¿_____, estas bien? .- Mario entro al baño preocupado incandose enfrente de mi, sentí una cubetada de agua fría no sabia como iba a reaccionar .- ¿Que tienes? Me asustas amor, dime algo.

Estire mi mano con la prueba y se la di para que la viera. Abrió grande sus ojos y por un momento creí que se desmayaria pero pronto una sonrisa de oreja a oreja se asomo en su rostro.
No entendía, se supone que se enojaría, se iría de mi vida para siempre.
Comenzó a reír como loco y se lanzo a abrazarme y una lágrima salio de sus ojos. Sinceramente no entendía.

-¿De que te ríes?. No es gracioso Mario.- una risita salio de mi.

-Disculpame enserio.- comenzó a reír de nuevo.- creo que estoy nervioso, estoy feliz.- Me contagio su felicidad y también comencé a reír.

-Oye, ¿estas de acuerdo que esto esta mal?, veme a los ojos Mario.- me puse ceria y lo vi fijamente a los ojos.

-Por supuesto que no.- sonrió súper enamorado, juro que su sonrisa era de una persona tonta y enamorada.

-Tengo diecisiete años ni siquiera e terminado de estudiar, ¿que te hace pensar que esto esta bien?

-Que eres la mujer de mi vida y quiero que estés conmigo para siempre y no hay nada mas perfecto que seas la madre de mis pequeños botonsitos.

-Mario.- lo vi fijamente a los ojos.- Eres muy cursi.- comencé a reír como loca por lo que acababa de decir, pero por otra parte moria lentamente de ternura.- Ya disculpame, estoy nerviosa.- mordí mi labio.

-Imagínate como estoy yo.- beso rápidamente mis labios.

-Pero estas de acuerdo que estas pruebas no son muy confiables ¿verdad?.- me separe de su beso y decidi informarle antes de que nos ilusionaramos del todo.- Ya hice una cita para mañana con la ginecóloga de mamá, ella fue muy amable y mañana me atenderá a primera hora.

-Quiero ir contigo.- rápido contesto, ni siquiera dejo terminar.

-Claro que si amor.- apreté sus cachetes y le di un besito en la boca.

Mario se levanto del suelo y me ayudó a levantarme, tomo mi mano y nos dirigimos a la cama.

-Haber, ____ explicame por favor todo esto.- se sentó en la cama y me acurrucó en su regazo acomodando mi cabeza en su pecho.

-Bueno, pues tengo retraso de una semana y eso es muy raro porque siempre soy muy exacta en mi periodo y lo sabes, así que esta mañana cuando saliste con tus hermanos no dude en ir a la farmacia por una prueba de embarazo, estaba muy nerviosa la verdad tenia miedo de que saliera positivo así que sin mas decidi hacerla para dejar de tener la duda y cuando menos me di cuenta salio positivo.- mordi mi labio y voltie a Mario viéndolo a los ojos.

- ¿Y que te preocupa pequeña? ¿Porque lloras?.- limpio la lágrima que corría por mi mejilla y deposito un beso muy tierno en ella.

-Sinceramente no quiero arruinar nuetras vidas.- lo dije rápido y metí mi cara en su cuello.- No quiero que por esto me dejes, te vayas de mi lado.

-Escuchame bien, ____. Nunca en mi vida te dejaría, y mucho menos si estas embarazada de mi, seria algo muy estúpido si te dejara ir. Eres mía, eres mi vida entera, ¿Porque te dejaría así de fácil?.- su mano acariciaba mi hombro y sus ojos estaban clavados en los mios.
Escuchar sus palabras me tranquilizaron, me hicieron sentir su amor una vez mas.
En verdad que este caballero es único, es especial, es mio.
Mi corazón lo ama con todas sus fuerzas, tanto que duele.
Mi mente no tiene espacio para nada mas que él. Mi cuerpo no tiene vida si él no lo toca. El saca lo mejor de mi, él tiene lo mejor de mi.

Comencé a cerrar mis ojos, ya es noche y la verdad tengo mucho sueño.

Estoy un poco nerviosa por mañana la Doctora Mariel tendrá mis resultados lo mas pronto posible y no se como voy a reaccionar si esto sale positivo una vez mas.

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••MI CABALLERO••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora