Sentí un escalofrío seguido de un cosquilleo que recorrió mi cuerpo por completo, su brazo sujetaba mi cintura presionandome contra él, mis lágrimas escaparon solas mientras, estaba inmóvil no podia moverme, me tomó de mi cabello inclinando mi cabez...
En mi mundo las cosas se rigen en un cierto orden, muerte, sangre, obediencia.
Los años pasan como si fueran días mientras que la oscuridad se instala en nosotros. Ya no siento, ya no se lo que es soñar, al principio odié este nuevo yo pero me acostumbre demasiado rápido y ahora nunca me sentí mejor.
¿Cuantos años han pasado desde aquel día? para ser exactos 187 años y cada día que me veo en un espejo sigo viendo a un muchacho de veintiuno.
La oscuridad se apoderó de mi tanto, que no me interesaba crear dolor y matar a quien se cruzara en mi camino. ¡No tengo alma! ¡no siento culpa! y por eso puede hacer cosas que a todo ser vivo le resultaría despreciable, como conseguir sangre en un hogar para gente sin familia ni recursos que sufren alguna discapacidad ¿les parece demasiado? ¡No eso soy yo!
-¡Etham! ¡Deja ese mortal ya bebiste suficiente!- Solté con asco el cuerpo moribundo del hombre que había sido mi presa en un callejón sin salida.
-¿es que uno no puede alimentarse en paz?- ¿paz? Es irónico escucharme decir eso.
-¡vamosnos o llegaremos tarde a la gran fiesta de Lucius!- en el mundo de los vampiros se debe respetar a los más viejos y descendientes directos de un noble, ¡ellos son algo asi como los jefes de todos los de nuestra especie!.
-¡es cierto Albert! Además primero debemos ir a prepararnos ¡para la estúpida presentación! - en solo tres minutos estábamos en nuestra "casa" por asi decirle, es una gran casa retirada del pueblo en una zona tranquila.
-¡al fin llegan ya estaba por ir a buscarlos! Vamos apresurense que es de mal gusto llegar tarde- Nicolas es de los tres el más responsable y aunque a veces es demasiado controlador, es una ventaja tener a alguien responsable el nos pone un poco de orden desde que... estamos solos.
En sólo unos minutos ya estábamos listos y con nuestros trajes de gala negro, no teníamos que debatir en que usar ya que el negro era el color elegido y obligatorio para los hombres y el rojo sangre para las mujeres.
Nicolas y Albert subieron al deportivo amarillo juntos, mientras que yo subí a mi belleza, mi mustang color negro . El castillo quedaba a unas tres horas de viaje por lo tanto salimos con mucha anticipación.
¡Llegamos a la estúpida fiesta! donde presentarían en sociedad a los hijos de Lucius.
El castillo estaba repleto y a decir verdad lo que más me interesaba era el sector de los aperitivos donde habían mesas con humanos inconscientes adornados con frutas y flores completamente desnudos. ¿Qué porque están allí de esa forma? ¡adivinen!
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Pase por alto la tentación de morder a una humana de las mesas que por lo visto ya había sido probada por más de un colmillo ya que el sonido de las trompetas anunciaron la presencia del jefe vampiro Lucius.
-¿porque mierda tanto escándalo?- bufé harto del estúpido protocolo.
-¡Etham es una costumbre muy antigua!- sentenció mi hermano Nicolas, ¡al que obviamente no le desagradaba ni un poco tanto ruido!
