Atrapada "El Despertar" (Capítulos Reescritos)

Capt 21- ¿Qué soy?

Atenea:

Mis ojos no alcanzaban a ver tanta belleza, ¿Cómo era posible que una cascada estuviera en medio del desierto?

Era una gran ciudad con calles y seres de todas las razas oscuras viviendo en armonía.

Simplemente la ciudad era tan bella y natural que me parecía extraño ver algo así después de haber estado en el laberinto.

Note que muchas grandes edificaciónes tenían terminaciones en oro y plata y que todo estaba en perfecto orden y limpio.

Miré a Andrew que me veia sonriendo y a pesar de volver a sentir esa sensación que me atrae hacia el le sonreí sin sentirme apenada.

-¿te gusta?- me preguntó mirando hacia la ciudad.

-¡no sabia que esperar! ¡pero jamás imaginé algo así! ¡esto superó gratamente mis expectativas!- en realidad me imaginaba un lugar sombrío y oscuro como todo lo que nos estába rodeando.

-¡aquí podemos vivir tranquilos y normalmente sin necesidad de ocultar lo que somos! ¡estamos protegidos por el vengador sagrado! Y el mismísimo Amon- me informó Andrew mirándome con tranquilidad.

-¿cres que puedan atacar la ciudad?- miró hacia los edificios y después de un suspiro contestó.
-¡pueden llegar hacerlo no voy a mentirte!- sus palabras me aterraron por completo, ¡no podían morir estas personas inocentes!

-¿y porque estamos aquí entonces?- si la ciudad corría peligro no era buena idea atraerlos hasta aquí.

-ahora es el lugar más seguro y de todas formas vendrán a atacar la ciudad cuando Aaliya despierte y que los soldados estén aquí es mas seguro para todos- ¡tal vez tenía razón! Pero aun así sentía que se estaba poniendo a demasiada gente en peligro.

Me indicó que lo siguiera y salimos de aquel cuarto.

No sabia bien donde estaba, pero el lugar parecía un castillo.

Las paredes pintadas de un blanco pulcro las terminaciones y zócalos eran de oro al igual que los marcos de las puertas y la barandilla de una larga y ancha escalera que daba a un gran salón de recepción.

Una enorme araña de cristal fino colgaba justo al centro del mismo y los muebles de roble se destacaban en el lugar.

En una especie de visita guiada Andrew comenzó a mostrarme cada sector de el lugar.

Sin dudas era un palacio de lo enorme cantidad y la cantidad de habitaciones que habían.

Pero como siempre me sucedia no fue el lujo ni las grandes salas, sino el impecable y hermoso jardín el que me atrajo.

El jardín estaba lleno de flores perfectamente cuidadas y los rosales de todos los colores se destacaban con cautivadora elegancia.

Estaba maravillada por el lugar, en el medio del gran jardín un pequeño puente cruzaba un lago artificial y en cada punta del mismo un arco de enredadera en cada extremo del puente le daban el toque final.

-¡sabía que te gustaría!- ¡gustarme era poco! ¡era precioso y majestuoso en todo su esplendor!

-¡es un sueño hecho realidad!- el lago el puente las flores todo era perfecto, digno de la realeza.

Caminamos en un acogedor silencio hasta llegar a una gran sala. Era agradable compartir esos momentos y parecía que no había necesidad de decirnos nada por que simplemente disfrutábamos de nuestra mutua compañía.

Al entrar a la inmensa sala, me alegre sobremanera al ver a Mandy, ya que la había extrañado mucho.

Corrí hacia ella y le di un bienvenido abrazo el cual ella devolvió entre risas.