Bangtan ¿boys? » park jimin

011

La siguiente semana tuvimos dos presentaciones. Ambas fueron en dos programas diferentes pero la verdad es que salieron muy bien. Los trabajadores nos felicitaron varias veces y, ese mismo viernes, los chicos planearon salir.

Por la noche fuimos a una fiesta. La música era genial pero mis compañeros de banda nos avisaron a Jungkook y a mí, de que no podíamos tomar ni una gota de alcohol. Aunque a mí me quedasen unos meses, si alguien nos veía bebiendo habría demasiada polémica.

Aun así lo estaba pasando bien hasta que los chicos me retaron a ir a la barra e invitar a un grupo de chicas. Lo hice aunque fue algo incómodo. De repente apareció el señor Chul, quien fue mi salvación.

- Ah, no les hagas caso a esos chicos. Deberías beber un poco, beber nunca hace daño a nadie. Toma, bebe esto.

- ¿Qué es esto?

- Solo bebe.

Entonces ese vaso se convirtió en otro, y ese en otro, y así hasta que recuerdo beberme cuatro. Después de eso, recuerdo poco más. Solo que sentía mucho calor y ganas de vomitar. Me dirigí al baño aunque a medio camino me encontré con Taehyung.

- ¡Jae Young! Woah, hueles horrible. ¿Qué has bebido?

- Tenía un nombre muy extraño, no me acuerdo. A lo mejor eso, y eso otro, a algo de aquello.

- Creo que estás ebrio, dices cosas extrañas.

- Taehyung...

- Dime.

- Quiero vomitar.

- Vamos al baño.

- ¿De hombres?

- ¿Dónde sino?

- Ah.

Justo cuando estábamos por entrar apareció Hoseok y anunció que él se haría cargo de mí. Decidió que lo mejor era ir a la terraza para que así el aire ayudara a que me encontrara mejor. Me apoyé a él mientras andábamos.

- Eres tan adorable. Gracias por guardarme el secreto. Eres muuuuuuy adorable. –dije tocándole las mejillas.

- Ay dios mío. Espérame aquí, no te muevas.

Hoseok se fue, posiblemente a buscar agua y decidí moverme por la terraza. Empecé a bailar al ritmo de... realmente ninguna música ya que en el exterior no se escuchaba nada. Entonces me caí y empecé a reír. Seguidamente, del golpe que me había dado, empecé a llorar, y luego volví a reír.

Otra risa se unió a mí y apareció Jimin. Él se burlaba de mí y eso me hizo volver a llorar.

- ¿Por qué estás llorando ahora?

- Te ríes de mí.

- ¡Estás ebrio! Eso lo recordaré toda mi vida. Voy a chantajearte tanto...

- Eres muy malo. A mí me caes bien y me tratas mal. Eres un mal chico Park Jimin.

- ¿Y tú? Te dicen que no hagas algo y lo haces. Ah, siempre causando problemas a los demás.

- Yo no quiero causarte problemas. –dije acercándome a él- A mí me caes bien.

- Deja de acercarte es incómodo.

Entonces sin querer me tropecé con el suelo y caí encima de él. Ambos estábamos en el suelo y nuestros labios se habían rozado un poco aunque no llegamos a besarnos. Él me apartó rápidamente y se levantó. Entonces empecé a reír y él me miró como si fuera un fantasma. De pronto me callé.