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*5 MESES MÁS TARDE*

El avión llegó a su destino y fui de las últimas personas en salir. Al hacerlo fui a buscar mis maletas. Mientras esperaba vi a un montón de gente acercarse a una de las puertas del aeropuerto, más concretamente, la del lado derecho de la que había salido yo hace unos minutos.

Recogí mis cosas y empecé a andar, cuando el grupo de chicas empezó a moverse tan rápido y a gritar que me hicieron mezclar con ellas. Aunque les gritaba que no era fan de quien fuese el famoso, no me hicieron caso; estaban muy concentradas.

Cuando llegamos frente a las puertas pude ver de quienes se trataban. Necesitaba salir de ahí lo más rápido posible. Antes de que me vieran. Es verdad que había pasado mucho tiempo y que echaba de menos a los chicos cada día, pero era mi primer día de regreso y solo tenía ganas de descansar.

Logré irme sin que me vieran y me fui a un hotel. Una vez allí mi teléfono sonó y hablé con mi mejor amiga. De verdad que la echaba de menos.

A media conversación mi teléfono me avisó de una segunda llamada. No tenía apuntado el contacto así que dudé en contestar, aunque al final lo hice.

- No creas que no te he visto en el aeropuerto. Ese color de pelo te queda muy bien Hyeon. Necesito verte.

- ¿Hoseok? –pregunté confundida al reconocer su voz.

- Antes que preguntes, Jae Young se dejó un día el móvil en la habitación y aproveche para copiar el número.

- ¿Cómo has estado?

- ¿Eso es lo que más te importa? Dime donde estas y donde quedamos.

Aunque quería negarme no podía decirle que no a Hoseok. Él siempre había sido muy importante para mí y seguiría siéndolo todo el tiempo.

Decidimos vernos aproximadamente a las cuatro de la tarde en el parque que se encontraba a diez minutos de su apartamento y a veinte de mi hotel.

Decidí llevar un mono negro largo, una camiseta blanca y negra de manga corta debajo y unas nikes negras altas. Opté por dejarme el pelo suelto. Iría a ver a Hoseok, no a un desfile de modelos.

Miré al reloj y vi que iba tarde. No solía ser de esas personas que llegaban tarde pero no estaba segura siquiera de ir. No tenía un motivo para no ir, pero tampoco me sentía cómoda yendo.

Mientras pensaba en eso llegué a la plaza y eché un vistazo rápido a la gente. A lo lejos vi a un chico vestido de negro con gafas de sol y atento a su teléfono móvil. Debido a sus enormes gafas me costó diferenciarlo pero en seguida supe que era él. Corrí sin hacer el menor ruido hasta llegar al banco y, desde su espalda, le tapé los ojos.

- ¿Quién soy?

- Jae Young.

- Hoseok, no me gusta esta broma. –dije alejándome y moviéndome frente a él- Eso es pasado.

- De acuerdo. – me sonrió y se levantó.

Tenía que admitirlo, estaba muy desconectada de su mundo debido a mi voluntariado en África, al que me apunté una vez terminé mi curso, pero él realmente se veía más alto y más guapo.

- Hola. – saludé como si fuera la primera vez que nos conociéramos.

- ¿Hola? ¿Cómo que hola? ¿Qué clase de saludo es eso? ¡Abraza a tu oppa!

Entonces me cogió y me levantó a la vez que me abrazaba. No pude evitar reír. Le había echado demasiado de menos.

A veces en la vida aparecen personas muy importantes para ti. Él era el chico que siempre me apoyaba, que me hacía reír, que lloraba conmigo, que se reía de mí y conmigo; él era mi alter ego.

Bangtan ¿boys? » park jiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora