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Kellin intentaba decir que todo fue un mal entendido, pero Jaime seguía con la misma bola y Vic solo los miraba confundido.

No pude ver mejor oportunidad que ir a ayudar a la mamá de Vic que estaba pasando trabajo para sacar algo de la cocina. Decidí ir a ayudarle y salir de este rollo en el que Jaime me había metido.

— Tranquila, yo te ayudo — le dije ya que ella intentaba agarrar unos vasos que estaban demasiado arriba.

— Gracias.

Me alce en puntas y logre agarrarle los vasos.

— ¿Algo más que quieras sacar de ahí? — le pregunté al poner los vasos encima de la mesa.

— Ahí deben haber unos platos color rojo. Te lo agradecería un montón si me los bajas.

Volví a levantarme en puntas para tomar los platos.

— Lamento lo que pasó ayer — dijo la señora rubia.

— ¿Qué cosa? — pregunte. Sinceramente no sabía de qué hablaba.

— Lo de Vic y Danielle. No sabes cuánto me hubiera gustado que fueras tú mi yerna.

— Todo está bien. Era de esperarse. Su hijo está muy enamorado de esa chica y nada ni nadie lo hará cambiar de parecer. Espero que ella lo haga muy feliz.

— Tampoco te rindas, quien sabe, quizás pueda pasar algo entre ustedes.

— Que va Bianca, lo dudo.

— Veras que sí, y cuando pase te acordarás de mí.

— Bueno, si usted lo dice.

— Es más, ve y ha la con el, está allí solo — ambas miramos a Vic que estaba sentado en el sofá.  ¿Qué no estaba con Jaime? Sí que se mueve rápido.

— Iré con él.

—¡Suerte! Gracias por los platos y los vasos.

— No hay de qué.

Me aleje de Bianca y fui al sofá donde estaba Vic.

— ¿Porque tan solo señorito? — me senté a su lado.

— Solo estoy algo cansado, anoche me acosté algo tarde — me miró — ¿Cuándo pensabas decirme que Kellin está enamorado de ti? — pregunto con una sonrisa. Como si estuviese feliz por ello.

— Recuerda que apenas nos vemos y apenas hablamos.

— Es verdad, lo siento — esta vez su mirada fue una triste — Y dime.... ¿Tú también estás enamorada de él?

— Lamentablemente no.

— ¿Por qué no? — pregunto confundido.

— Estoy enamorada de otra persona y esa otra persona no siente nada por mí.

— ¿Lo conozco?

Por supuesto que sí. Eres tú.

— No.

— Vaya tonto. Tú eres una gran chica, además eres muy linda.

Mi Campeón » Vic Fuentes « (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora