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Me levante con un dolor de cabeza horrible, sentía que en cualquier momento me explotaría.

Me senté en la cama y mire mi vestimenta, llevaba puesta una camisa de hombre. Mire a mi alrededor y me percaté de que no estaba en casaD

Un segundo... ¡¿ESTOY EN CASA DE KELLIN?! Sí, si lo estaba.

¿Qué demonios sucedió anoche? ¿Qué hago aquí? ¡Espera! ¿Me acosté con Kellin? No, no pueder.

— Buenos días. Al parecer te has levantado más temprano de lo que pensé — sonríe divertido — ¿Quieres desayunar algo? — pregunta al sentarse al borde de la cama.

— Kellin — suspiré— lo que pasó anoche estuvo mal. Yo estaba jodidamente borracha y no quería lleg... — fui interrumpida antes de poder terminar.

— ¿Estás pensando que tú y yo tuvimos sexo? — asentí algo tímida — Por dios Wú, sabes que no te haría nada sin tu consentimiento.

— ¿Y qué hago vestida así?

— Te vomitaste toda la ropa.

— P-Perdón.

— No te preocupes. Te he traído a casa porque tu hermano desapareció con una muchacha y no tenías las llaves de tu casa como para llevarte.

— Demonios, quizás las deje en el auto.

— Por cierto, tu auto Jaime lo ha dejado en tu casa. Luego él se fue con Mike y Justin.

— Tan amable.

— Hueles horrible — Kellin rió.

— Apesto a chinche — reí al igual que él — prometo cambiarte las sabanas de la cama antes de irme.

— Nah, de eso no te preocupes.

— Me quiero duchar y no oler más a zorrillo. ¿Tienes algún bóxer nuevo que me puedas regalar?

— Claro. Y te traeré otra camiseta, quizás tenga un pantalón por ahí que pueda servirte. — se levanto de la cama y se dispuso a buscar algo de ropa para mí.

— Gracias, Kellin. Te pasas de bueno.

Kellin era el tipo más dulce de este puto mundo. No sé cómo pude creer que él y yo, cuchiplancheamos.

— El agua caliente es para el lado derecho, también hay toallas limpias en el baño — dijo al entregarme la ropa que había conseguido.

— Gracias.

— ¿Quieres que te sirva el desayuno?

— Kellin no deberías molest... — volvió a interrumpirme.

— No me molestas. Al contrario. También te buscaré pastillas, supongo que debes traer un dolor de cabeza increíble.

— Mil gracias. Eres un sol — besé su frente y luego me metí en el baño.

Luego de quitarme la ropa y amarrar mi cabello, me adentré a la ducha.

Mierda, lo único que recuerdo es que bebí como si se fuera a acabar el mundo, y a la perra esa bailando con Víctor.

Después de varios minutos termine de ducharme y me envolví en la toalla. Lave los dientes con mi dedo, ya que no traía cepillo de dientes y siempre me gusta tener buen aliento. Me vestí con la ropa que me había dado Kellin y salí del baño.

— Te he puesto las pastillas junto a tu vaso de jugo. Ya casi termino el desayuno, y tranquila que hasta ahora no lo he quemado — me dice Kellin mientras cocinaba.

Mi Campeón » Vic Fuentes « (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora