Maratón 2/2
Me aleje de el bruscamente, había entrado en razón. Había besado al Jos Canela, el chico de quien Caitlin estáenamorada. Me sentía horrible, traicione a mi mejor amiga.
— Yo...–farfullé– Esto no debió haber ocurrido... – dije limpiando mis labios.
— ¿Qué? – musito confundido.
— Acabo de traicionar a mi mejor amiga, lo siento.Dicho eso, me largué a correr por el corredor. ¿Qué había hecho?, soy la peor persona del planeta, y ahora, gracias a aquel beso... estaba confundida, ¿Que sentía realmente por Jos?, ¿Por qué le seguí el acto? .. ¡Demonios ____! ¡¿Que ocurre contigo?!
Oí como el toque de timbre hacia presenté la hora de salida, me había saltado todas mis clases, no quería ver el rostro de nadie. Me levanté de la banca donde me encontraba y tome mi bolso para dirigirme a casa.
Al llegar a mi destino, tire mis cosas en la sala de estar y luego subí rápidamente las escaleras para echarme en la cama. Hoy era la fiesta de Christian, ¿Ire?, si, no puedo fallarle a Jay, ella es mi compañera de fiestas.Desperté el reloj marcaba las 5:34 PM .
¿Cuanto me había dormido?, tome el celular entre mis manos y vi que tenía dieciocho llamadas perdidas de Jay y cinco de Caitlin, catorce de un número desconocido.— ¿Hola? – musite, primero llamaría a Jay.
— ¡____! ¡Estaba preocupada por ti! ¡Faltaste a todas las clases y luego como un alma errante te retiraste del instituto, y ahora, no respondes mis llamadas! – gritó enfadada desde el otro lado.
— Lo siento. – susurre recordando lo ocurrido– Hubo un...inconveniente...
— ¿Qué ocurrió? – pregunto bajando su tono de voz, aunque, aún así, sonaba preocupado.
— Luego te cuento – lleve una de mis manos a mi cabello.
— Iré a tu casa ahora.
— ¿Quien te invito? – cuestione fingiendo estar ofendida.
— Yo creí que...
— Es broma – sonreí.
— Tengo el atuendo perfecto para ti esta noche.
— ¿ Para mi? – cuestione confundida.
— Exacto, cortare, debo llegar rápido a tu hogar, debemos estar listas.
—Claro. –dije riendo– Adiós.
— Hasta luego. —corte.Siguiente llamada, Caitlin.
—____ te odio. – musito, su tono de voz sonaba preocupado.
— Lo siento... – ¿por qué me disculpaba?, ni siquiera sabía el propósito de por que me odiaba.
— ¿Cómo se te ocurre largarte del Instituto sin aviso alguno? – ahora no sonaba preocupada, Caitlin se encontraba enfadada.
— Lo siento – me disculpé nuevamente.
— La próxima vez no te olvides de avisar. – me regaño.
— Claro. –respondí.
Un silencio incómodo se hizo presente en nuestra conversación, últimamente Caitlin y yo nos encontrábamos muy distanciadas.
— ¿Irás ... irás a la fiesta de Christian?
— Si, me alistare junto con Jay en casa, ¿Vienes?
— Está bien, llegare en veinte minutos, ¡Bye! – se despidió.
— Vale, adiós– dije cortando la llamada.Con el celular en mi derecha, me tire a la cama de espaldas y lleve ambas manos a mi rostro, no me sentía muy bien, mi cabeza dolía y me encontraba débil.
Ahora sólo quedaba aquel número desconocido, ¿Quien me llamaría catorce veces?— ¿Hola? – salude dudosa cuando atendieron la llamanda.
— ¿Por qué no atendidas? – dijo fríamente desde el otro lado. Se trataba de el, Jos había marcado mi número catorce veces – ¿____? –
Pregunto al oír que no emitía palabra alguna, no podía hacerlo, algo me lo impedía – Iré a tu casa, ahora. – dijo y cortó.
¡¿Que!? ¡¿Está demente!? el no podía venir ahora. Justamente no ahora que Caitlin y Jay vendrán.De un momento a otro el timbre emitió aquel sonido tan característico que, por primera vez, me ponía nerviosa.
Lentamente baje las escaleras, ¿Que diría Caitlin si encontrara a Jos en mi hogar?
Abrí la puerta con lentitud impresionante, pero el ser del otro lado la empujo bruscamente y me acorraló contra el muro, dejando la puerta de entrada totalmente abierta.
— Jo... Jos... – farfulle evitando su mirada – Alejate por favor... – suplique posando mis manos sobre su pecho.
— Siento lo ocurrido – dijo con su mirada en otro lugar, sus extremidades se encontraban en la pared a mi alrededor – ¿Por qué no atendáis mis llamadas? – dijo, esta vez, observándome a los ojos, sus brillantes luces me llevaban a otro mundo, el café era mi nuevo color favorito.
— Dormía. – conteste fría – ¿No puedo descansar? –bufe.
— ¿Porqué no volviste a clase? – se acercó a mi.
— ¿____? – oí la voz de Caitlin, oh no.
— ¡Caitlin! – dije alejandome de Jos.
— ¿Cómo estas? – sonreí fingidamente, se encontraba atónita, podía verlo en sus ojos. Gire a ver a Jos y le fulminé con la mirada, maldición....
— ¿Qué hace Jos aquí? – artículo con dificultad.
— Yo... – mire hacia otro lugar – El...
— Vine por mi ropa – finalizo.
— ¿Acorralandola contra la pared? – cuestiono.
— Tropecé.
— Iré... iré por tu atuendo Canela – dije volviéndome a la escalera.
Subí con rapidez hacia mi habitación, al llegar, busque entre mis cosas y allí estaba el atuendo de Jos, lo tome entre mis manos y me dirigí donde antes, el muy idiota se encontraba de pie sobre el marco de la puerta de mi recámara.
— ¿Qué haces aquí? debes bajar, Caitlin se enfadara conmigo . –dije frustrada.
— ¿Por qué se enfadaría?
— Porque ella te quiere– por alguna razón aquello me hizo sentir una punzada en el pecho – & iré a la fiesta de Christian en dos horas, debo darme prisa. – dije evadiendole y comencé a bajar las escaleras. Caitlin se encontraba sobre el sofá junto con Jay, olvide mencionar que ella también se encontraba allí.
Segundos después Jos y le hice entrega de su vestimenta obligándole a marcharse.
— Bien, ¡ A alistarnos! – exclamo Jay.
— _____... – me llamo Caitlin en un susurro.
— Dime. – respondí con una sonrisa.
— ¿ Tú... tú sientes algo por el?...
— ¿Por Jos? – dije confundida, mis manos habían comenzado a sudar, ¿por que?
— Si, y por favor se sincera.
— Yo....Fin del maratón. ¿Qué les pareció? 😱.
Les propongo algo si este capítulo llega a los 5 votos y 5 comentarios les subo otros dos capítulos. ¿Qué dicen? ¿Aceptan?.
Gracias a todas las niñas que leen esta novela se les agradece demasiado gracias.
Las quiero muchísimo 💕.
No olviden:
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