Capitulo 29

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—¡Hey, ____, alto! – gritó él a mis espaldas, lo ignore y continúe con mi camino, pero sentí su tacto en mi mano derecha, su mano estaba fría y Jos tiritaba – Por favor...
— No quiere hablar contigo Canela. – dijo George acercándose más a el.
— No es tu problema Shelley. – contesto Jos frío como el hielo. Ahora la pregunta era, si fueron amigos en un pasado y Jos cambió, superó todo, ¿porqué no lo son nuevamente?
— Ella no quiere estar y hablar contigo.
– repitió.
— ¿Quieres arrebatarme a otra persona más que amo? – pregunto Jos en un hilo de voz, ¿Que?
— ¡Hey, basta! – exclamé liberandome de ambos – Haré lo que quiera, es mi vida. – dije dura mientras me iba – Oh, y otra cosa – me volteé – No soy un juguete, George, gracias poseo una boca que puede decir todo lo que necesite, no necesito a alguien que lo haga por mi. Y Jos... – suspire mientras sentía las lágrimas caer – He caído en todas y en cada una de tus estúpidas promesas... ahora no caeré una vez más, piérdete.
Fue lo último que musite, ya que luego de eso, baje rápidamente las escaleras y comencé a caminar sin rumbo alguno al salir.

¿Porqué me mintió? ¿Porqué soy una estúpida?, ¿Cómo no lo vi venir de Jos?Me odiaba a mi y a ellos en estos momentos, ¿Es tan difícil comprender que no quiere perder a alguien más en mi vida?

Algunos dirán que es exageración, pero para mi no lo es, aquellos que lo dicen no saben nada de lo que ocurre en mi vida. Me duele cada vez que alguien libera lágrimas, me duele perder a alguien en mi vida, preferiría mil veces fallecer por ellos. Me lástima que oculten la verdad y más si es el quien lo hace...

Llegue a casa y automáticamente gire mi vista al reloj, marcaba las 00:15 am, había tardado una eternidad en todo el trayecto caminando hasta mi hogar.
Me dirigí a las escaleras y con lentitud las subí, todo permanecía en obscuro y no se oía sonido alguno.

Entré a mi habitación y prendí la luz, mis ojos pesaban y mis mejillas se encontraban mojadas con lágrimas que no querían parar de salir.

Divise, a distancia, un corto cartón y la idea más estúpida vino a mi mente.
Cortar mis venas. Me acerque a este y lo tome entre mis manos temblorosas, cortarlas sería el único escape de mis problemas, mentiras.... todo.

Lo acerque a las venas de mi muñeca y cuando estuve a dos segundos de hacerlo, lo tire. Cortar mis venas no solucionaría nada, sólo traería más problemas.
Es cierto, muchas chicas lo hacen, pero me pregunto si han pensado en que hay personas a su alrededor que las aprecian, gente que realmente las aman y no están enteradas...

Oí que alguien golpeaba repetidas veces mi ventana que daba a la terraza, tome un libro y me acerque con dudas a esta y la abrí, cerré mis ojos y golpee del otro lado.
—¡Shet! – exclamo el individuo, con rapidez abrí mis globos oculares y quede perpleja al ver de quien se trataba.
—¡Diablos, lo siento! – me disculpé– creí que eras un ladrón o algo por el estilo...
— Descuida, es mi culpa... – sonrió soñando su frente– Por cierto, siento lo que ocurrió allí, yo sólo quise...
—No te preocupes– lo interrumpí y quite su mano de donde le había golpeado– Soy una estúpida, esto dejara un morado, es más, ¡sangra!– dije acariciando su frente.
— No exageres–río– Fue sólo un golpe.
— Eso no importa. – musite mientras tiraba de su brazo para que se adentrara a la habitación.– Toma asiento sobre mi cama. – ordene mientras buscaba algunos artículos de enfermería.
— Eres idéntica a como eras de pequeña... – dijo con voz tierna, volteé y lo encontré observando una de mis fotografías enmarcadas donde estábamos mamá, papá y yo.
— ¿Poseo rostro de bebé? – reí.
— Si – río – Además, aún eres muy linda. – sonrió.
— Basta, no lo soy... – reí nerviosa– George...
— ¿Si?
— ¿Qué ocurrió con Jos? ¿Se encontraba bien? – cuestioné impaciente. Mi enojó perduraba, pero aún así me preocupo por el.
— No lo se, fui tras de ti cuando te marchaste, pero no logré encontrarte.
— Lo siento – susurré – Levanta tu rostro.
Obedeció y comencé a deslizar el algodón con alcohol sobre su herida, de vez en cuando hacia muecas de dolor, pero rápidamente las quitaba.

— ____... – susurró.
— Dime – Dije mientras guardaba el alcohol junto con el algodón.
Sentí el tacto de su mano contra la mía y me volteó para dejarme, justamente, observando directo a sus ojos. Brillaban pero no eran como los de Jos.
— Hay algo que he querido hacer desde que llegue... – musitó invadiendo mi espacio personal, su respiración chocaba contra mi nariz.
— ¿Q... Que?... – susurré nerviosa mientras el, sólo se acercaba cada vez más...


















Niñas....
Neta perdón, pero ahorita con lo del ingreso de la uní, cerrar el semestre y todo eso se me es difícil  actualizar, pero les prometo que antes que termine el año, término la novela, porque después menos voy a poder.
Les tengo una pregunta ¿Les gusta CNCO?, ¿Les gustaría que más adelante hiciera una novela con uno de ellos 😏?
¿Qué les pareció el capítulo? 😱
Gracias por leer, por votar, por comentar las quiero muchísimo ❤️.
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