Epilogo

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Habían transcurrido sesenta años desde lo ocurrido. _____, ya con setenta y ocho años de edad, descansaba en la camilla del hospital donde había vivido buenos y malos momentos. Ella observaba la televisión, cuando tres leves golpes sonaron tras la puerta.
—Adelante —Habló con dificultad.
— ¡Tía! —Exclamaron tres de cuatro hijos de Alan y Caitlin, quienes ya dormían en un ataúd....
—Buenos días chicos —Sonrió ella.
— ¿Cómo te has sentido? —Cuestionó la más pequeña, aunque muy pequeña no era. Solo tenía treinta y siete años.
—Muy bien, gracias Jay. ¿Dónde está Jos?
—Está...
— ¡Es un hijo de perra! —Gritó Jos  entrando a la habitación.
— ¡Baja el tono Jos! —Exclamó Freddy, uno de los chicos—. ¿Qué no ves que visitamos a la tía ____ y está conectada a un millón de cables en un hospital? —Lo regañó.
—Lo siento tía —Se disculpó el chico.
—No importa —La anciana sonrió con ternura.

Cada uno de los hijos de su hermano, obtuvieron el nombre de sus mejores amigos, con los cuales había vivido los mejores días en su adolescencia. Estaba Alonso, Jay, Freddy  y... Jos.

— ¿Qué dicen si entregamos los regalos a tía _____? —Habló Jay—. Feliz cumpleaños número setenta y ocho, por cierto.
—No me lo recuerdes —Cerró los ojos con fuerza la anciana y rió—. Muchas gracias chicos.
—Ten —Musitó Jay haciéndole entrega de su obsequio.
Luego le siguió Freddy, Alonso y por último Jos.
—El tío Alonso y yo queríamos obsequiarte esto juntos, pero, lamentablemente, su hora llegó y solo yo tendré que hacerte entrega de él —Musitó Jos  extendiendo su brazo con un marco de cabeza en mano.

______ lo tomó en sus manos el obsequio de Jos  y su mejor amigo, ya muerto, Alonso. Lo giró y se encontró con una linda fotografía de todos juntos cuando tenían de dieciocho a veinte años. Se centró en el rostro sonriente de Jos , su novio, quien falleció joven. Se veía tan alegre y vivo. Quería abrazarle nuevamente y besar tiernamente sus labios como solía hacerlo.
Acercó la fotografía más a sus ojos y logró divisar el verde esmeralda de los globos oculares de Jos Canela. Una vez más, se perdió en ellos. Siempre lo hacía.
—Muchas gracias —Musitó la anciana limpiando una de las lágrimas que había caído de sus ojos.

Las horas transcurrieron, hasta que quedó completamente sola junto a los obsequios de sus sobrinos. Tomó nuevamente la fotografía y acarició la figura de su amado. ¿Por qué debió fallecer tan joven? Desde ese entonces ella no volvió a salir con nadie, le extrañaba. Cada noche, cuando era joven, usaba una de las prendas de ropa pertenecientes a Jos.
—Por siempre y siempre estarán en mi corazón, todos ustedes —Habló ____—. Me hacen mucha falta, desearía poder volver a ese tiempo en el que todos estábamos juntos compartiendo como los divertidos y anormales jóvenes que solíamos ser. Quiero reír con las tonterías de Alonso, bromear con Caitlin, jugar con Freddy, salir con Alan , abrazar a Jay... y por último, sentir los cálidos besos de Jos contra mis labios. Los amo.








Bueno aquí termina la novela, porque quise festejar mis 18 con el epílogo 🎂!
No me queda nada más que agradecerles sus comentarios, que votarán y que compartieran.
Enserio mil gracias!
Las quiero muchísimo 💕
Nos vemos en otra novela ❤️
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No Me Asustas CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora