DAMNED

Capítulo 54

Salí a buscar a Adam.

Lo ví en el parque sentado en un banco con una mano en la frente y cabizbajo. Me acerqué.

- Adam, cariño - le dije mientras le tocaba el hombro y me sentaba a su lado

- Dahlia, perdón yo no quería ponerme de esa manera...Lo siento - Me abrazó. Le dí un beso.

- Adam te has dado cuenta de el porqué te has puesto así? Piensa - Se me quedó mirando un poco confuso.

- No te sigo...

- Te acuerdas lo que pasó, con lo de tu "espíritu" o como quieras llamarlo...

- Sí - dijo afirmando con la cabeza.

- Pues eso quiere decir que ya esta. Adam cuando no estaba dentro de ti no te enfadabas ni nada, no eras tan agresivo, y eso quiere decir que esta dentro de ti, como lo estaba antes

- Y eso es malo o bueno? - preguntó. Me llevé la mano a la frente.

- Es bueno! Ya estás completo otra vez, tienes tu lado bueno y tu lado no tan bueno. Cuando pasan cosas buenas pues te pones contento, y cuando no, pues triste. Pero sin esa parte de ti que no tenías no podías hacer nada si algo malo pasaba, solo afrontarlo pero no resolverlo, ahora si. Ya todo está como antes - Le dije con una sonrisa.

- Te quiero Dahlia - Me besó.

Sus manos se abrieron paso entre mis piernas, mis manos detrás de su nuca. Mis labios con los suyos, nuestras lenguas saboreando cada rincón de nuestras bocas.

Cada beso que nos dábamos nos acercábamos un poco más, hasta que terminé encima suyo, él moviendo sus caderas al ritmo de las mías, mientras algo se iba poniendo duro en sus pantalones.

Cortamos el beso.

- Vamos al hotel? - le dije con un susurro. Me levantó con él, y se dirigió al hotel.

Al llegar a la habitación, cerró la puerta y me tiró encima de la cama. Él encima mío.

Quizá aquel era el momento de paz, el único momento de paz que tendríamos en nuetras vidas.