•Bad Girls Club• ||Andy Biersack, Ronnie Radke||

Final Alternativo: Ronnie Radke.

•Skylynn:

La obra había acabado, yo me encontraba apoyada en el ataúd de "cristal" mirando el salón completamente vacío, el silencio era agradable.

Reí al recordar lo sucedido minutos antes, estos chicos eran unos dementes.

«"Ya, y tu estarás muy cuerda"» Me recriminó mi conciencia.

Giré mi cabeza al oír unos pasos acercarse a mi, levanté la mano en señal de saludo cuando vi a la persona responsable de romper aquel agradable silencio.

—Hey —Ronnie imito el acto que acababa de hacer—. ¿Qué haces aquí?

—Quería estar sola un momento —respondí volviendo mi vista a las butacas vacías.

—Ya veo... —dijo mientras se colocaba a mi lado.

El silencio volvió a reinar en el salón, apenas se podían oír nuestras respiraciones.

Sentí la mano de Ronnie posicionarse sobre la mía, lo miré y luego miré nuestras manos.

Levanté una ceja.

—Esto es muy... —dije dudosa en si terminar la frase o no.

—Muy... Raro, lo sé —rió para luego quitar su mano provocando que una extraña sensación de vacío se apoderara de mi cuerpo.

—Ronnie —llamé su atención para que me mirara—. ¿Podrías cantar una canción?

—No, definitivamente no —negó moviendo sus manos.

—¡Ooh vamos! —insistí.

De verdad quería oírlo cantar.

—Esta bien —bufó—, pero merezco algo a cambio.

—Si, si comienza —le ordené cuando se había quedado callado.

—No me apures —fruncio el ceño, lanzó un largo suspiro y luego carraspeó su garganta.

Lo miraba atenta y cada segundo que se tomaba me ponía mucho más anciosa, ¿Cuanto más debía esperar?

Cerró sus ojos y comenzó a cantar.

Su voz era perfecta, quedé enbobada al instante en el que las letras de la canción llegaron a mis oídos. Sabia perfectamente que canción estaba cantando.

Me paré en frente de Ronnie cuando abrió sus ojos, éste se posicionó atrás de mi sorprendiendome por completo.

—¿Qué hac-... —fui interrumpida.

—"Tu amor es como una droga, pero no es suficiente..." —sentí su cálido aliento chocar con mi cuello.

Un cosquilleo inmenso recorrió cada sentimetro de mi cuerpo.

Dejó de cantar y juntó su frente con mi cabeza entrelazando sus dedos con los mios, como estaba de espaldas a él no podía ver mi rubor, por suerte—. ¿Sabes que seria suficiente?

Trague saliva con dificultad y negué con la cabeza.

Un pequeño silencio se formó.

—...Me gustas —dejé escapar sin querer. Abrí los ojos como platos al darme cuenta de lo que había dicho.

Ronnie lanzó una risita coqueta para luego abrazarme.

—Tu también me gustas —susurró escondiendo su cara en mi cabello—. Sky ¿Quieres...?