Finales de mayo del 2016
La asamblea terminó. Suspiré. Después de horas de discusiones, se llegó a la conclusión de que nos vamos a paro indefinido. Toda la Universidad Austral se va a paro indefinido. Treinta y tres carreras aprobaron el paro, la mía lo rechazó, pero en democracia la mayoría gana así que hay que acatar. Otra vez en paro, aunque él que hubo hace un mes fue de los funcionarios, pero de igual manera no tuvimos clases, odio los paros y más cuando ya solo me falta este año y el otro para terminar mi carrera.
Me despido de mis amigos y compañeros de la universidad y luego salgo del campus caminando, vivo tan solo a 20 minutos caminando de la universidad, a veces me da un poco de lata caminar el kilómetro y medio que separa mi universidad de mi casa, pero ¿para qué gastar en bencina? Si puedo ir caminando. No tenía muchas ganas de caminar por suerte en el camino de salida del Campus, un compañero que andaba en auto me llevó y me dejó en la puerta de mi casa. Le agradecí por llevarme y me bajé del auto.
Abrí la puerta con mi llave, la casa se veía vacía, pero a esta hora mi abuela Isabel, siempre estaba aquí. Pero bueno debe haber salido, así que me dirijo a mi pieza a ordenar mis cosas para volver a casa, ya no tiene sentido quedarme aquí en Valdivia si estoy en paro. Estoy solo aquí para estudiar. Mientras ordeno mi maleta, escucho la puerta. Voy a la entrada y veo entrar a mi abuela llena de bolsas del supermercado. La ayudo a entrar las bolsas.
—Isa ¿y hay paro o no? — pregunta mi abuela Isabel, mi tocaya, llevo su mismo nombre, aunque para diferenciarnos todos me llaman Isa, todos me conocen como Isa.
—Sí, abu, paro indefinido, así que ahora en la tarde me voy a casa...
—Hija, llamó tu madre, dice que quiere que la llames.
—Ahora quiere que la llame— bufé— podría haberse aparecido mucho antes ¿no crees? — ella solo me miró con pena.
—Pero aun así es tu madre, hija— dijo mi abuela. Sé que a ella no le cae bien mi madre, pero siempre me decía que debería tener una buena comunicación con ella, pero realmente a mí no me interesaba llevarme bien con ella...
—Lo sé, abue—suspiré— no te preocupes, la llamaré— obviamente no lo iba a hacer y ella lo sabía. Solo me dio una sonrisa cálida.
—Hija ¿y a qué hora te vas? —preguntó cambiándome el tema, el tema de mi mamá me incomodaba. Miré la hora, eran casi las doce.
—Creo que es una buena idea que me vaya ahora abu, para así alcanzar a llegar a casa a la hora de almuerzo...—si es que no me encontraba con ningún taco iba a alcanzar a llegar a almorzar.
—Está bien, maneja con cuidado—asentí. Le di un beso en la mejilla a mi abuela.
—Cuídate abu, y dile adiós al abuelo por mí— ella me sonrió mientras guardaba unas bolsas de azúcar en el mueble.
—Por supuesto, y por favor dile a ese hijo ingrato mío que me venga a visitar, hace más de un año que no lo veo. Parece que ya se olvidó de mí— solté una risita.
—Yo le digo. Chao abu, nos vemos cuando termine el paro— ella me sonrió. Le devolví la sonrisa. Luego me dirigí a mi pieza a buscar mis maletas, las tomé y las llevé a mi auto. Puse las maletas en el portamaletas y después me subí a mi susuki Swift, un regalo de mi querido papá cuando ascendió en su trabajo.
El tráfico en el puente Pedro de Valdivia, el puente que conecta la Isla Teja y el centro de Valdivia, estaba asqueroso, perdí valiosos minutos ahí. Después tomé la calle principal de Valdivia, Picarte, seguí hasta el final porque esa calle conectaba con el camino a Paillaco, o también conocido como la salida sur de Valdivia. Cuando llegué ahí ya no había tráfico, el camino estaba expedito.
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Thinking of you || Edson Puch
FanfictionNunca pensé que esto me pasaría a mí Edson Puch, pensé que había encontrado a la mujer de mi vida, era rica, divertida y me apañaba en todo, pero resultó que estaba muy equivocado. Ella no era la mujer de mi vida, sin embargo gracias a ella llegué a...