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Chile jugó un amistoso contra México en el cuál perdió, y debo confesar que Puch no juega tan mal como yo pensaba de hecho jugaba bien me sorprendió. Ahora estábamos en San Francisco para el partido contra Argentina, no les tenía mucha fe a los cabros porque en los dos partidos amistosos no habían jugado muy bien... Pero todo podía pasar.

                 Durante estos días había ignorado a Edson como acordamos aunque de repente sentía su mirada fija en mí y no entendía por qué. ¿Qué mierda este hombre? Aunque no le daba importancia, es que él no me interesaba en lo absoluto, de hecho no me interesaba nada relacionado con mi mamá...

                 Luego del partido de Chile contra México, conocí a un chico que juega en la selección, Enzo Roco, nos hicimos como muy amigos, congeniamos al tiro, es que no era flaite y era muy simpático, además era de mi edad.

—Hoy iremos a la inauguración de la Copa América— me comentó el Enzo mientras tomábamos un jugo en la cafetería del hotel— ¿Tú vas a ir?

—En verdad no tengo ni idea, el papi Edson no ha dicho nada...— Enzo soltó una risa.

—¿El Edson es tu papá? — preguntó confundido el Erick Pulgar, un flaite amigo del Enzo que estaba tomando jugo con nosotros. Con el Enzo nos reímos— Yapo responde, es que el Edson no es tan viejo como pa ser tu papá a menos de que tú tengai como quince ¿cuántos años tení? Además no se parece...

—Tengo veintidós— el Erick me miró aún más confundido— Deja de inventar teorías ridículas en tu cabecita, el Edson no es mi papá. Es el pololo de mi mamá— suspiré.

—¿Tu mamá es la vieja rica? — preguntó. El Enzo le pegó en la cabeza. Solté una risa.

—Sí, esa es mi mamá— rodé los ojos.

—Oye pero Isa, ven con nosotros a la inauguración yo te invito— dijo el Enzo con una sonrisa— aunque quizás deberías pedirle permiso al Edson, escuché por ahí que amenazó a los chiquillos para que no se acercaran a ti— ¿Qué? ¿El Edson hizo qué?

—Si, yo igual escuché eso— añadió el Erick— aunque ahí no entendía ni una hueá, pero estaba amenazando al Edu, al Charles y al Queno... — ese imbécil.

—No tengo por qué pedirle permiso a ese imbécil, si no es ni una mierda mío... ¿Saben qué? Voy a ir con ustedes a la inauguración, ya que me están invitando...

—¡Bacán! — exclamó el Enzo— ya ahora nos vamos porque tenemos que arreglarnos para la inauguración.

—¿Arreglarse? — pregunté— pero si les apuesto que irán con ese mismo buzo... — ellos rieron.

—Toda la razón— contestó el Enzo— ya vamos Erick— le dijo a su amigo que no se paraba de la mesa, él se puso de pie— después te paso la entrada Isa—me guiñó el ojo.

—Está bien, los veo después... — les hice una seña mientras los dos se iban dejándome ahí sola tomándome el jugo. Estaba concentrada en mi celular cuando la silla en donde antes estaba Enzo se movió. Me asusté, levanté mi vista para ver quién era, ahí me relajé era Raúl.

—Te vi conversando con esos dos hueones— dijo sin siquiera saludarme.

—¿Acaso ahora me espías?

—¿Me estás engañando? Si lo haces me romperías el corazón—sonreí. Idiota.

—Nunca te engañaría... Si sabes que eres el amor de mi vida... pero como eres mi tío nuestro amor es imposible— suspiré dramáticamente.

Thinking of you || Edson PuchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora