Thinking of you || Edson Puch

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                Las calles de Puerto Varas estaban heladas, el frío me calaba los huesos, no traía nada abrigado encima, solo traía un chaleco que no era suficiente para darme calor. El frío que sentía era tan intenso que no sabía si en verdad el frío provenía del ambiente o de mi interior... ya nada importaba, solo sabía que tenía que encontrar a Edson, aunque no sabía para qué... él iba a tener un hijo con otra mujer... con mi mamá... lo que empeora notablemente las cosas...

No tenía idea de qué hacer ni a dónde ir, lo único que sabía era que no iría de vuelta a mi casa porque ahí estaba la bruja y no quería verla... Así que solo me dediqué a vagar por la costanera.

No había ninguna sola alma en las calles de Puerto Varas. ¿Dónde estaría el Edson? Mi corazón estaba preocupado por él, debía estar por ahí congelándose, solo y perdido. Dios ¿en qué momento me metí en todo este enredo? Seguí caminando por las calles oscuras, cuando ya estuve suficientemente alejada de mi casa vi una sombra sentada en la arena, al borde del lago. Parecía que era el Edson, pero uno nunca sabe, quizás era un ladrón, pero ya nada importaba ¿Qué cosa más mala que la Maca embarazada del Edson me podía pasar? Me acerqué. Él giró el rostro al escuchar mis pasos. Era el Edson. Él me observó en silencio. Me senté a su lado. Apoyé mi cabeza en su hombro.

—Flaca, estás congelada— me dijo él. Se quitó su chaqueta y me la puso sobre los hombros—¿No estás enojada conmigo, no cierto? — preguntó.

—No sé Edson, por un lado sí o sea ¿Cómo eri tan hueón para no usar condón o no sé? Pero por el otro no, o sea tú estabai pololeando con ella y es algo que puede pasar... e igual supongo que nunca te imaginaste que iba a llegar yo e iba a armar todo este enredo.

—Tú no armaste ningún enredo flaca linda— me apretó entre sus brazos y me dio un beso en la frente— Yo soy el culpable de todo aquí, yo fui él que armó el enredo...

—¿Qué haremos ahora Edson? — pregunté.

—No lo sé flaca, igual estaba pensando ¿Y si tú mamá nos está engañando? — fruncí el ceño. ¿Qué? ¿De qué estaba hablando?

—¿Cómo? No entiendo

—Pero flaca ¿acaso el frío te congeló las neuronas? — preguntó. Le pegué en el brazo. ¡Qué se creía! — Me refiero a que igual no sabemos si en verdad está embarazada y bueno si es que lo está puede que no sea mío, porque se metió con el Johnny mientras estaba conmigo y quizás con cuántos más...— no sé cómo no se me había ocurrido, si se supone que yo soy la mente pensante de esta relación y que el Edson es el que se inyecta esteroides y tiene el cerebro del porte de un maní. No mentira si igual piensa este negro feo y no usa esteroides...

—¿Entonces le vas a pedir un ADN así como ahora? — pregunté.

—¿Se puede hacer un ADN antes de que nazca la guagua? — preguntó.

—Sipo Edson, pero tienes que esperar hasta que tenga doce semanas de embarazo y ahí se hace un examen de sangre común a la mamá y luego en esa sangre se aisla el ADN fetal y...— me interrumpió.

—Ya, Isa, ya entendí, no me expliques el proceso que no lo voy a entender... Bueno eso es lo que haré flaquita, aunque no sé si la Maca esté muy feliz...

—Bueno le van a sacar sangre, no va a estar feliz, pero tiene que hacerlo po... igual estás en tu derecho de pedirlo... ¿Y ahora qué hacemos? No quiero volver a la casa...— le dije. Él me sonrió.

—Quedémonos aquí...— dijo. Se echó hacia atrás y se acostó en la arena— Ven acuéstame conmigo flaca— abrió sus brazos esperando que yo me acostara a su lado. Lo hice, me acosté a su lado. Apoyé mi cabeza en su pecho y me aferré como una lapa a él. Él me rodeó con sus brazos.