Thinking of you || Edson Puch

16

Solo me quedé en silencio, Puch tenía la respiración agitada y miraba atentamente a quién estaba en frente de nosotros, a su hermano Raúl. No era tan terrible, o sea hubiese sido mil veces peor que nos hubiese encontrado la Maca, pero igual Raúl no se veía muy feliz. Nos miraba entre confundido y enojado.

—Yapo Edson responde, ¿Qué mierda esto? — preguntó Raúl.

—Hermanito, hueón, yo te lo puedo explicar...— fue lo único que dijo Puch, pero no dio ninguna explicación, de hecho estaba como en shock.

—Es que no entiendo ni una hueá. Te estay metiendo con la hija de tu polola hueón— dijo Raúl— y tú— me indicó a mí— ¿no que el Edson te caía mal? Entiendo que te lleves mal con tu mamá isa, pero meterte con su pololo ¿no crees que es demasiado?

—Ay basta Raúl, tú no te metas entre lo mío y Edson...— respondí.

—Me meto Isabel porque me preocupan, además la Maca no se lo merece, sea como sea... — claro que se lo merecía, además ella le hacía lo mismo a Edson.

—Yaya, Raúl— dijo Edson— la flaca tiene razón, tú no te metas y ni se te ocurra contarle a la Maca, yo no me meto en tu vida así que tú no te metas en la mía. Punto. Ahora me tengo que ir a cambiar de ropa. Nos vemos después— dijo Edson y se dirigió en dirección al camarín dejándome sola con su hermano que tenía cara de pocos amigos.

—¿Y bien? ¿Me vas a contar? — preguntó enarcando una ceja

—¿Qué es lo que te tengo que contar? — pregunté. Él rodó los ojos.

—¿Cómo mierda pasó esto?... Tú estabas en algo con el Charles y ahora estabai ahí con el Edson... No entiendo ni una hueá— dijo luciendo confundido.

—No hay nada que entender Raúl, aún estoy en algo con el Charles y tu hermano no sé solo pasó, hay atracción sexual supongo...

—Pero ¿Y tu mamá? — preguntó.

—Ay por la chucha Raúl, ustedes los hombres hacen la mierda engañan a las minas como quieren y nadie les dice nada... Es mi puto problema si me quiero tirar al pololo de mi mamá, solo déjame en paz. ¿Okay? — me fui indignada, yo hacía lo que quería y nadie me iba a hacer cambiar de opinión.

Hoy había carrete, así que desde temprano comencé a revisar la ropa que me trajo mi mamá, habían hasta ligueros po, solo faltaba el traje de la sex shop. Aunque los vestidos parecían que habían sido recién sacados de una, eran demasiado osados, no dejaban mucho para la imaginación, comencé a probármelos y me quedaban horribles según yo, aunque finalmente encontré uno que me quedaba bien, era negro, pero era muy corto y tenía mucho escote, de hecho solo tapaba mis bubis, era muy osado para mí... pero me quedaba bacán y me sentía sexy. Entre las cosas que me trajo mi mamá encontré unos zapatos, eran Jimmy Choo, esas cosas debían ser muy caras, y además eran muy altas, tenían un taco aguja del infierno, como de más de 10 cm. Me los puse y me tambaleé. Eran muy altos, no, yo no podía usar esto me iba a sacar la cresta, comencé a caminar de aquí para allá pero caminaba como ridícula. Cuando me los iba a quitar tocaron la puerta. Fui a abrir, al otro lado de ésta, estaba Edson, quién se quedó anonadado mirándome.

—Edson— le pegué un paipe. Él parpadeó hartas veces, luego me empujó hacia dentro de la pieza y cerró la puerta. Ahí fue cuando me dio un ataque de risa, yo andaba como con diez centímetros más y sí ya era más alta que él sin tacos ahora era mucha más la diferencia, se veía tan enano— ¿De qué te ríes?

—Es que eres muy enano— él rodó los ojos.

—¿A dónde vas con esa pinta flaca? — preguntó.