Capítulo 23

3.9K 377 40
                                    


PVO Anastasia

No veo la hora de que termine este suplicio, estoy en la cocina acomodando las bandejas de bocadillos que Mia y yo hicimos ayer para este circo. Estoy más que segura de que Christian hubiera detestado este show mediático, mucha de esta gente solo está aquí por algún interés propio o de su compañía, otros están para vanagloriase del dolor que los Grey están pasando... nunca en mi vida me vi tan envuelta en este mundo de envidia e hipocresía. Este puede ser un mundo frio y vil, me refiero a "la gente con clase", solo les importa las apariencias y el que dirán.

Me dirijo a la sala con una bandeja de comida cuando escucho en el saloncito una conversación, se trataba de Grace hablando con... ¿Elena Lincoln?

De solo verla y oír su voz se me revuelve el estómago, esta mujer que dice ser amiga de Grace, violo a su pequeño de tan solo 15 años ¡¿Y todavía tiene el descaro de presentarse aquí para dar sus condolencias?!... de todas las personas que están aquí la señora Lincoln se gana el premio de la más hipócrita y detestable.

— Grace, en serio, lo lamento tanto, ¿Por qué no respondías mis llamadas?

— Lo siento Elena, no he estado de humor para hablar con nadie.

—Lo sé, querida. Espero que pronto estés mejor, Christian era muy especial para mí, desde que lo mandaste a casa a trabajar en la recolección de escombros, ¿Recuerdas? —Le dice a Grace.

¡PERRA!... me gustaría gritarle ahora mismo, arrancarle su hermosa cabellera platinada, y mandarla al mismísimo infierno.

—Sí, lo recuerdo Elena, fuiste un gran apoyo para nosotros ese verano, siempre te lo agradeceré. —Le dice Grace.

—No te preocupes, querida. Pude ver a la chica que salía con Christian por aquí.

—Sí, ella era su novia Elena, está aquí acompañando a la familia. Me siento agradecida de que Christian la conoció, pensé que nunca podría conocer el amor. Tu sabes Elena que él no se dejaba tocar, cualquier contacto con cualquier persona incluso hasta conmigo significaba una tortura para él. En cambio con ella no fue así. —Le dice Grace y agradezco sus palabras, pero de alguna manera me voy a desquitar de la zorra de Elena.

—Grace, ¿No has pensado que esa chica sólo está aquí para sacar algún provecho de ustedes?, Christian ya no está, y yo no creo en verdad que en tan poco tiempo pudo hacer lazos afectivos sólidos, con ustedes y mucho menos con Christian. Grace, tu y yo sabemos cómo era tu hijo. ¿No crees que esa chica quiera algo más de ustedes, ahora que no se lo puede sacar a Christian? De seguro que era inexperto en materia de relaciones.

Pero que hipócrita es esta mujer, la soporto cada vez menos, no entiendo como Christian la consideraba su amiga.

—No lo creo Elena. —Le dice Grace. —En este corto tiempo como tú lo llamas he aprendido a conocer a Ana, ella es una chica muy dulce, y sí, creo que logro el milagro que tanto Carrick como yo esperábamos en nuestro hijo. Él se mostraba más suelto y espontaneo con ella. ¿No lo viste en la gala de beneficencia? Era otro chico... Mis padres, Mia, Carrick y yo estábamos tan felices por él.

—Por eso digo Grace, Christian era un hombre de negocios, muy exitoso para la edad que tenía, él era un excelente partido para cualquiera, y debido a su inexperiencia esa chica pudo haberse aprovechado de él. Ten cuidado con ella Grace. —Le advierte.

¡Pero que se ha creído esta puta de mierda!. Me acerco a la sala como si no hubiese escuchado la conversación y me dirijo a Grace.

—Grace, creo que la señora Trevelyan la estaba buscando, la noté algo rara cuando la vi.

Aprendiendo a Vivir Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora