Fue una buena vida

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Hana miro molesta a su mejor amiga, en los últimos días era siempre lo mismo, planeaba una cita con Ryohei y el chico mandaba a su hermana para decirle que no podría asistir, ¿Qué clase de comportamiento era ese? Kurokawa estaba empezando a sentir que su novio no la quería tanto como decía.

–Tienes que entender, no siempre podrás verlo–Kyoko se sintió mal al ver a su amiga tan deprimida.

–No es cuestión de verlo siempre, sé que eso es imposible, pero ¿Es mucho pedir que al menos conteste mis mensajes con algo más que monosílabos?–La azabache bufo irritada.

–Es que... Sabes que onii-chan esta muy ocupado con eso de que esta preparando algunos proyectos y esas cosas, la vida de un estudiante de medicina no es sencilla–Sasagawa desvío la mirada, se sentía culpable de mentirle a su mejor amiga.

–¿La de una estudiante de leyes lo es acaso? Aun así, él siempre tenía tiempo para mandarme al menos un mensaje de buenos días, ¿Es que acaso a perdido el interés que tenía por mi?–La acosadora número uno de la relación de Sawada estaba pasando por una crisis y su mejor amiga, y cuñada, no tenía la menor idea de como consolarla.

Mientras las chicas disfrutaban con alegría y mucha emoción su fin de semana, en otra parte cierto chico estaba pasando por una situación bastante rara.

Kyōya miro confundido al chico frente a él, habían pasado alrededor de dos semanas desde que su relación con aquel omnívoro había comenzado y en los últimos días el castaño actuaba más extraño que de costumbre, sin embargo nunca pensó que llegaría el día en el que alguien le preguntara algo tan extraño.

–No entiendo por qué tendrías la necesidad de saber eso–El menor miro nervioso al azabache.

–Hibari-san, es importante que respondas esto, ¡Es algo de vida o muerte!–Fran, quien se encontraba sentado entre ellos dos, no pudo hacer más que asentir, "Tu vida depende de tu respuesta".

–No podría decir que soy un experto esquivando balas, pero no se me da tan mal–El mayor bufo irritado, ¿En serio tenían que hablar de eso?

–¿Qué me dices de las espadas?–El chico de ojos miel miro preocupado a su pareja.

–No te olvides de los látigos–Añadió el peliverde.

–Ya lo dije, no se me da tan mal esquivar esa clase de cosas–Hibari miro aburrido a los menores, Sawada lucía bastante aliviado mientras que Fran seguía tan inexpresivo como siempre.

El castaño se sentía aliviado al saber que su novio estaría bien, por algún motivo el menor de los tres había estado insistiendo en que acompañara a su querido nii-san ya que ese día el universitario estaría solo debido a que los niñeros, saldrían esa día y quién sabe cuando volverían, mientras que el peliverde pasaría la noche con Lambo e I-pin debido a que tenían que realizar algún proyecto, más descarado no podía ser, Tsuna era muy consciente de que el día en que Fran ayudara a sus amigos con las tareas sería el mismo día en que Reborn y Colonello dejaran de maltratar a Skull.

Mientras aquellos tres tenían una tranquila y pacífica conversación sobre las habilidades del azabache a la hora de esquivar ataques mortales, en otra parte de la ciudad, léase como el hogar de Reborn, cierto espadachín miraba aburrido al hombre que hablaba por teléfono.

–Ya te dije que sí, incluso me asegure de que Fran saldría hoy y sabiendo como es esa basura, seguramente se quedara solo en casa–El hombre de cabello largo suspiro aburrido al escuchar aquello, tenía sospechas de lo que planeaban esos dos pero prefería hacerse el sordo, "Mientras más al margen me mantenga, mejor me ira en la vida".

Luego de colgar el teléfono Reborn miro con malicia a sus compañeros, Skull tembló al sentir la mirada de su senpai maltratador número uno sobre él, Colonello y Lal sólo pudieron sentir lastima por aquel al que pensaba molestar el hombre de fedora frente a ellos y verde, por su parte, sólo se pregunto si estaría bien experimentar con el cerebro de la víctima, ¿Qué pasaba con aquellos que eran asesinados por Reborn? Siempre había tenido esa duda.

Tsuna miro nervioso al chico frente a él, los niñeros no estaban en casa cuando llegaron esa tarde y Fran los había dejado solos hace varias horas, es así como ahora se encontraban en aquella incómoda situación.

–¿Qué te pasa?–El mayor miro confundido el comportamiento nervioso del castaño.

–¡Na-Nada! Só-Sólo estaba pensando en dónde estará Fran–Sawada se sonrojo y siguió jugando con su cena.

–Es más que obvio que esta en casa de Belphegor, por lo menos lo es para mi–Comentó el azabache.

Luego de otros tres o cuatro intentos de conversación por parte del mayor y las obvias respuestas torpes y nerviosas del menor, Hibari decidió que lo mejor sería que ambos se prepararan para dormir, para evitar sospechas de parte del dúo que se había adueñado de la habitación de huéspedes se decidió que los tórtolos dormirían juntos, porque Fran dejo bien claro que no quería a Hibari en su habitación y la habitación de Reborn ni siquiera era opción.

Es por eso que cuando Kyōya entro a la habitación perteneciente al Sawada no se sorprendió de ver aun más nervioso de lo que ya estaba, él era consciente de por qué su omnívoro estaba tan ansioso y estaba dispuesto a no hacer nada que el menor no quisiera, sin importar cuan tentador llegase a ser.

–Tsunayoshi deberías calmarte, no voy a hacerte nada–El azabache se acerco a la cama donde lo esperaba un sonrojado y nervioso chico.

–¿A-A qué se refiere, Hibari-san?–El menor hizo lo que pudo para fingir inocencia, Fran se había encargado de llenar su mente de pensamientos raros sobre lo que podría pasar y estaba intentado que su pareja no lo notara, no quería quedar como un pervertido o algo así.

–Me refiero a que deberías relajarte, sé que estas nervioso porque estamos a solas y vamos a compartir cama, pero eso no significa que tengamos que hacer eso hoy"Por desgracia" Hibari suspiro de manera imperceptible.

Tsuna sonrió aliviado al escuchar aquello, no es que no quisiera hacer eso con su pareja, era bastante obvio que quería después de todo seguía siendo un chico, sin embargo aun no se sentía listo para hacerlo, se sentía avergonzado de sí mismo y aun no terminaba de creerse eso de que sus sentimientos eran correspondidos, Hibari era un chico bastante atractivo y en más de una ocasión había notado las miradas soñadoras que sus compañeras le dedicaban, cosa que por cierto le provocaba inmensas ganas de dejarlas calvas a todas de manera manual, era por eso que seguía sin entender cómo de todas las personas con las que podría haber estado lo había elegido a él, un chico, carecía de lógica a su parecer.

–Aclarado todo esto creo que podemos decir buenas noches–Hibari se recostó en la cama del castaño y acostó al chico a su lado.

–Buenas noches, Hibari-san–Tsuna sonrió ligeramente mientras se ponía cómodo.

–Estas olvidando algo–El comentario del mayor puso nervioso al recién calmado Tsunayoshi.

Sawada miro avergonzado a su pareja antes acercar su rostro al mayor y besarlo con torpeza, Kyōya no pudo evitar sonreír ligeramente al notar los renovados nervios de su pequeño y adorable omnívoro, al parecer después de todo esa noche no tendría acción, sin embargo nadie le prohibía jugar un poco con su pareja.

Es por eso que cuando sintió que el menor se alejaría de él no dudo en montarse a horcajadas sobre él y profundizar el beso, cosa que sorprendió al menor, Tsuna no tardo demasiado en corresponderle, con la torpeza propia de su estado nervioso, sin embargo cuando las manos del azabache empezaron a vagar por el cuerpo de castaño y los primeros gemidos empezaron a hacerse presentes, la pareja se sorprendió al escuchar la puerta abrirse y mirar allí a un furioso hombre.

–Si no quieres que te arranque las manos sera mejor que las pongas donde las pueda verbal escuchar aquella reconocible voz Tsuna sólo pudo lamentarse, al menos había tenido una buena vida.
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No ustedes pero yo no envidio a Tsuna :v

Problemas con el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora