El ambiente en la habitación era tenso, los presentes se miraban entre ellos con desconfianza, el más calmado de los presentes no entendía porque tanta tensión, sólo no sabían donde estaba Tsuna, nada fuera de lo normal a su parecer, así que no veía porque le daban tanta importancia.
–Sólo lo preguntaré una vez y espero que me respondan con sinceridad si no quieren morir, ¿Dónde esta dame-tsuna?–El ambiente en la sala se volvió más pesado, todos miraban la pantalla del computador con ansiedad.
–No lo sabemos, no volvió ayer y nadie sabe donde está–Reborn suspiro, en un intento por calmarse, antes de mirar a alguno de sus acompañantes.
–Muy bien, es tu turno de robar cámara, lacayo y esperó que encuentres a mi hijo lo más pronto posible si no quieres que Colonello y yo hagamos un recorte de personal–La fugaz imagen de un rostro retorcido por el miedo apareció en la pantalla y los invitados en la residencia Sawada supieron que aquello del recorte significaba algo verdaderamente doloroso.
–Planeas usar el rastreador que Verde colocó en su interior aquella vez que quedó inconsciente después de caer por un barranco, ¿Verdad?–Hibari y Bel miraron sin entender la extraña, y retorcida, sonrisa del hombre de fedora y la expresión burlona de la piña.
–¡Oh! Me había olvidado de eso, el bastardo lo descubrió hace dos años y con ayuda de Shoichi y Spanner se deshizo de él–La terrorífica expresión del hombre de patillas desapareció al escuchar el comentario del pelilargo.
–En ese caso lo mejor sera recopilar todos los datos que tenemos sobre la última vez que lo vimos–Takeshi sonrió calmado y los presentes se preguntaron por primera vez si él y el peliverde tendrían nervios de acero.
–La última vez que lo vi seguía en la universidad, se supone que el príncipe caído me ayudaría a estudiar pero al final me di cuenta que soy más listo que él–El mencionado miro molesto al menor, estaba dispuesto a matarlo, pero sería en otro momento.
–Yo sólo lo vi en clases, no me lo cruce en la salida, además de que se supone que él se iría con sus amigos–Los mencionados se tensaron, Gokudera se sentía culpable, si tan solo hubiese insistido en acompañar a su Juudaime, seguramente el chico no estaría perdido en esos momentos.
–Tsuna nos dijo que tenía cosas que hacer y que nos adelantáramos así que la última vez que Hayato y yo lo vimos fue saliendo de la universidad–El tutor de Sawada miro confundido a los últimos tres chicos.
–Supongo que eso me deja a mi como la última persona que lo vio, estábamos en un parque cerca de la casa del bastardo frutal, alrededor de dos horas después de su salida de la universidad–La confusión en el rostro del hombre de fedora creció aun más.
–Según recuerdo deje a mi dame-hijo al cuidado de Hibari Kyōya y de Yamamoto Takeshi, ¿Se puede saber que estaban pensando ustedes dos, grandísimos idiotas?–Los mencionados se miraron incómodos.
–Pensé que él estaría bien, después de todo sabe defenderse así que no me preocupe demasiado y teniendo en cuenta que Shamal también podría estar en busca de Hayato supuse que lo mejor sería mantenerlo vigilado–El peliplata miró con incredulidad a su pareja, él también sabía defenderse y más importante que su bienestar era la seguridad de Juudaime, ¿En qué demonios pensaba ese idiota?
–Excelente excusa, ¿Cuál es la tuya, Hibari?–El único rubio en la habitación miro al azabache sintiéndose culpable, aunque no lo suficiente.
–Surgieron algunos problemas y no pude acompañar a Tsunayoshi, sin embargo hable con él y me comento algo sobre buscar a un gato–El mayor de los presentes se tenso al igual que él hombre en la pantalla del computador.
–¿A qué te refieres? El gato de Tsuna ha estado viviendo con Xanxus y Squalo desde hace ya mucho tiempo ya que si lo dejaba con dame-tsuna y Fran era más que obvio que el pobre moriría de hambre–Superbi miro a su... ¿Pareja? Ambos sintiéndose culpables de haberle dado el gato a un muy buen amigo de Dino, Enma había estado tan feliz cuando le pidieron que cuidara de él.
Mientras los sermones e interrogatorios continuaban en la residencia más escandalosa de toda namimori, a las afueras de la ciudad cierto castaño estornudo antes de empezar a temblar debido al frío, ¿Qué clase de manera era esa de despertar? ¡Ni siquiera Reborn era tan cruel como para sumergir su cuerpo inconsciente en un piscina! Gracias a dios que no era profunda, definitivamente esa persona tenía que estar loca como para hacerle algo así a alguien tan genial como él.
–¿¡Se puede saber que demonios intentas hacerme, bastardo!?–El mayor miro con diversión la reacción del menor.
–Buenos días para ti también, querido Tsunayoshi–El mencionado miro aburrido a su secuestrador.
–Te pido que respondas mi pregunta, gracias a ti estoy de pésimo humor, sin mencionar que tal vez me enferme y estoy seguro de que tu no me vas a cuidar–La falsa sonrisa en el rostro del azabache desapareció.
–Muy bien enano, no me importa si estas o no de buen humor tu sólo te mantendrás callado y harás todo lo que yo diga, ¿Me has entendido?–Fue turno de Tsuna de sonreír, con ironía obviamente.
–¿Qué pasara si no lo hago? No puedes amenazarme con nada teniendo en cuenta que todos mis amigos y conocidos son expertos en deshacerse de gente de tan baja categoría como tu y poco me importa si me cortas un dedo o dos o si me matas, ellos se encargaran de devolverte todo lo que me hagas un triple de veces más, son así de amables–No paso mucho tiempo antes de que el universitario sintiera un escozor en su mejilla derecha, la única vez que había sido golpeado de esa manera fue cuando tenía alrededor de trece años y había viajado con Fran y Reborn, por un momento sintió nostalgia al recordar la furiosa expresión en el rostro de la madre del peliverde.
–Sera mejor que te calles, pequeño bastardo, no me importan ni tus conexiones ni mucho menos tu–El mayor se alejo de su víctima para ir en busca de quién sabe qué.
–¿Es así? Bueno no importa y dime ¿Cuál es el propósito que tienes al secuestrarme, querido Shamal?–La risa burlona que se escucho después de la pregunta no incomodó al castaño, ni un poquito.
–Nunca pensé tener un hijo tan idiota como para preguntar algo así, es más que obvio que eres una carnada, sin embargo es todo lo que diré, por cierto ¿No deberías llamarme oto-san?–Sawada sintió un escalofrío recorrerlo al sólo pensar en la idea de decirle de aquel modo a un ser tan despreciable como el que estaba cerca de él.
–¿Que te llame padre? No me hagas reír, padres los dos hombres que cuidaron de mi hasta ahora, ya sea Reborn o Iemitsu cualquiera de ellos es merecedor de ese título más que tu, basura–Tsunayoshi empezó a plantearse en ese momento la posibilidad de alejarse de su recién encontrado hermano, su primo y Squalo, eran malas influencias para su personalidad y vocabulario.
Después de un rato de silencio, porque sí Shamal estaba ignorando a su secuestrado hijo, el azabache se acerco sonriente al castaño, Tsuna contemplo con horror la sonrisa en el rostro del mayor y la jeringa en su mano, "¡Al diablo todo, más les vale venir por mi lo antes posible si no quieren que los castre a todos!" pensó el asustado chico, porque si había algo que podía quitarle a Sawada toda su valentía y ganas de romper cabezas era sin duda alguna las inyecciones.
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Problemas con el amor
AcakSawada Tsunayoshi era huérfano, fue abandonado por sus padres biológicos y sus padres adoptivos, los Sawada, habían muerto en un accidente, por lo que quedo bajo el cuidado de Reborn, un agente del FBI con complejos de espartano y que también se enc...