Problemas con el amor

Reencuentro

El hombre de larga cabellera miro indeciso a la persona frente a él, no estaba del todo seguro de si aquello fuera lo mejor, se estaba arrepintiendo de haberlo llamado.

–Squa-chan~ no me mires así, te estoy hablando en serio, estoy aquí para ayudarte–Superbi miro aun más incrédulo a su acompañante.

–Decirme que el amor lo puede todo y que no puedo dejar de salir con Xanxus porque tu plan de conquistar a Levi no funcionara en realidad no es de mucha ayuda, Luss–El comentario del espadachín ofendió al experto en Muay Thai.

–¡Squa-chan! ¡Él esta obsesionado con Xanxus desde hace mucho y que estés con ese tonto del jefe me da muchas más oportunidades con el tarado de Leviathan! Sin embargo, no fue eso lo que te dije–El hombre de cabello teñido miro ofendido a su mejor amigo.

–No hay diferencia entre decirme eso y decir algo como "No lo dejes porque muchas cosas malas pueden pasar, arruinarías el trabajo de conquista de muchas otras personas si ese salvaje queda soltero, además, ¡El amor lo puede todo y ustedes se aman!"–El mayor miro burlón a su acompañante mientas el susodicho se dedicaba a mandarle miradas asesinas.

–¡Pero es la verdad! No sólo hay mucha gente detrás del jefe, sino también detrás de ti, ¿Sabes lo difícil que es trabajar en una empresa dónde lo único que se habla es sobre lo guapos que son el jefe, y dueño, y el asistente del jefe?–Squalo hizo caso omiso de las quejas del menor, a veces era mejor tratar por sí mismo sus problemas personales, "Nota mental-Nunca más pedirle consejos a Lussuria".

Gokudera estaba preocupado por su querido décimo, desde que llego en la mañana a clases lucía cansado e incluso un poco perturbado, inclusive Fran le había escrito el día anterior para advertirle que no le hiciera preguntas al castaño si no quería que se deprimiera.

Tsuna había soportado innumerables torturas de parte del grupo de excéntricos que cuidaban de él, porque si Reborn era un padre entonces Lal y los otros eran los tíos locos, además de las visitas inesperadas de Xanxus y Byakuran, definitivamente su crecimiento se había visto bastante influenciado por el caótico ambiente que lo rodeaba desde lo seis años, sin embargo en toda su existencia, durante todos los entrenamientos, y las extrañas muestras de cariño de parte del hombre de fedora, nunca había tenido que sufrir tanto así como nunca le habían podido sacar tanta información.

–¿Te pasa algo, Tsuna?–El mencionado se sorprendió al escuchar a alguien hablarle.

–No, para nada sólo pensaba un poco, ha pasado un tiempo desde que hable con ustedes–Los mejores amigos del menor lo miraron preocupados.

–Supongo que en parte es nuestra culpa, después de todo Hayato y yo hemos estado concentrados en probar nuestro amor y no olvidamos un poco de ti–El castaño sonrió divertido al ver la mirada molesta del peliplata al escuchar aquello.

–¿De qué estas hablando, idiota? Sólo hemos estado estudiando ya que eres muy mal estudiante y se acercan los exámenes, además yo nunca me olvidaría de Juudaime–Takeshi ignoro lo que su lindo Gokudera le decía mientras se concentraba en abrazarlo.

Mientras el trío de mejores amigos se dedicaba a conversar, cuando el peliplata no trataba de matar al azabache claro, cierto rubio le dedicaba miradas burlonas al azabache a su lado.

–Deja de mirarme si no quieres que te arranque los ojos–El mayor de ambos miro con molestia a su acompañante, quien sólo se dedico a reír con burla.

–Ushishishi~, ¿Cómo no quieres que te mire si tu ira y frustración sexual son tan divertidas? No puedo creer que justo en ese momento el tutor de Tsuna llegara, eso es tener mala suerte, además ¿Dónde quedo tu querido Kamikorosu–La burla de Bel no hacia más que enfurecer a Kyōya.

–Con gente de tan baja categoría como tu no podría usar mi Kamikorosu así que me limitare a arrancarte los ojos, además no quiero que alguien que hizo dormir a su pareja en la habitación de huéspedes me hable sobre frustración sexual–Las risas del menor se detuvieron al escuchar aquello, al parecer Hibari y Fran aun hablaban de vez en cuando, ese hecho no le gustaba ni un poco al rubio.

Los celos de Belphegor eran palpables a metros de distancia, tanto así que Hana dejo de lamentarse sobre su falta de comunicación, y otras cosas, con su novio para mirar al dúo de mejores amigos, ver a esos dos y luego a los otros tres que habían decidido intervenir en sus discusiones le provocó una pequeña sonrisa, que no tardo mucho en desaparecer.

Ryohei sonreía emocionado mientras tomaba las manos de una sonrojada chica, Kurokawa sabía gracias a sus contactos, Chrome y un grupo de chicos compañeros de Sasagawa enamorados de ella, que esa chica estaba enamorada de su novio y era por ese hecho que le había pedido al boxeador que hablara lo menos posible con ella, sin embargo parecían bastante amigables entre ellos, la situación ya no le estaba gustando ni un poco, después de todo aquel tarado había estado evitándola en los últimos días, porque sí, para la azabache él la evitaba, y al parecer se había dedicado a fortalecer sus lazos amistosos con esa zorra definitivamente el hermano de Kyoko no tenía idea de la mina que acababa de pisar sin darse cuenta.

Ajeno a los problemas de los universitarios, y el espadachín asistente, dos azabaches miraban con detenimiento cierta hermosa residencia, el azabache de ojos rojos miraba con duda, había conocido de casualidad a uno de los miembros de aquella familia y si algo había aprendido de esa persona era el hecho de que el dinero sería siempre lo más importante, sin embargo aquel aprendizaje y la vivienda frente a él eran una completa contradicción, esa residencia lucía bastante cara, por no decir que eso era una casa de ricos, así que Xanxus estaba, sin duda alguna, bastante escéptico como para confiar por completo en la veracidad de la información proporcionada por Lal, y algunas otras personas.

–Parece que llegó el día en que demostrare que soy el mejor en todo–Lo dicho por el tutor de Sawada saco al primo del mismo de sus cavilaciones.

–¿Tanto rencor le tienes?–Aquella pregunta no sería respondida nunca, o eso pensaba Reborn ya que quería hacerse el interesante.

–Reborn cuanto tiempo sin verte–La sonrisa gentil en el rostro de la persona que salía de aquella casa lucía bastante forzada.

–Sera mejor que vuelvas a entrar, tu y yo tenemos cuentas pendientes y esta vez no escaparás de mi–La persona frente a la puerta suspiro con cansancio, había estado evitando ese reencuentro por tanto tiempo y ahora que Reborn había dado con su paradero tendría que hacerle caso, "Sólo espero que no destruya nada después de perder, odio cuanto tengo que gastar dinero en reparaciones".