Ley de Murphy

1.7K 203 18
                                    

Después de dejar al castaño en su casa ambos universitarios empezaron a caminar en dirección al departamento del menor, Gokudera miro inquieto al chico a su lado, Yamamoto había notado los nervios del peliplata desde el momento en que los encontró a él a Hibari y a Tsuna momentos atrás.

–¿Pasa algo, Hayato?–El mencionado se sonrojo y bajo la mirada.

–¿Por qué lo preguntas, friki del béisbol? Además, ¿Quién te dio el permiso de llamarme por mi nombre?–Gruñó el chico de ojos verdes incómodo, lanzándole miradas malhumoradas a su acompañante.

–Eres tan tierno cuando te enojas, sin embargo no puedes cambiarme de tema y lo sabes, ¿Podrías decirme qué te preocupa? No me gusta verte inquieto–Takeshi tomó la mano de su pareja, cosa que puso aun más incómodo.

–Recibí una llamada de Lal Mirch–Murmuró el menor de ambos chicos apretando la mano del azabache.

–Eso es bueno, ¿Cómo esta ella?–El jugador de béisbol no entendía porque la inquietud del italiano, hasta que recordó algo que lo hizo preocuparse.

–Shamal, el asesino de mi hermana logró escapar–Fue en ese momento que Yamamoto Takeshi se arrepintió de haber olvidado que Lal era la encargada de las malas noticias.

Reborn le dedicaba miradas inquisitivas al mayor de sus hijos, había notado la extraña marca que tenía Sawada en su cuello y estaba seguro de saber quién la había hecho, definitivamente castraría al hijo de Fon.

–Tsuna-nii ¿Ya te despediste de Hibari-san de mi parte?–El mencionado miro confundido al peliverde.

–¿De qué hablas, Fran? ¿Te iras a alguna parte?–El castaño hizo lo que pudo para ignorar el aura asesina de su tutor.

–Yo diría que es él el que se ira a un muy largo viaje–Murmuró el azabache molesto.

–Hablando de gente que se ira de paseo al más allá, ¿Dónde esta Squalo?–Fran decidió seguirle la corriente a su nii-san, después de todo Kyōya era el mejor amigo de su príncipe caído.

–Tiempo sin verle ni un cabello, ¿Se canso de ser maltratado?–Preguntó el inexpresivo chico, Reborn sonrió ligeramente.

–Creí que habían entendido hace mucho que ese loco era un completo masoquista profesional–Comentó el mayor divertido, Tsuna no pudo evitar sonreír.

–Teníamos la esperanza de que recapacitara, después de todo es una persona agradable–Antes de que el ambiente tenso terminara de desaparecer el teléfono empezó a sonar y Sawada tuvo un mal presentimiento al ver a su tutor contestar el teléfono.

Chrome miro a su desconsolada amiga, había decidido quedarse con Kurokawa para evitar que saliera a buscar a Ryohei, sin embargo no se espero que la chica tuviese una crisis emocional nada más llegar a su departamento.

–Ju-Juro que yo l-lo voy a matar, vo-voy a castrar a ese ma-maldito–Lloriqueo la azabache.

–Te digo que no pasa lo que tu crees, Ryohei-san nunca le sería infiel, porque tu eres todo para él–Aseguró la pelivioleta nerviosa, Hana dejo de llorar y la miro fijamente.

–Tu sabes algo, ¿No es así? Y estoy segura de que los demás también lo saben, de no ser así él no podría salir tan tranquilo a la calle con esa perra–La menor de ambas chicas tembló ligeramente cuando noto que su amiga había vuelto a estar furiosa.

–Y-Yo no sé d-de qué hablas, ninguno de nosotros sabe nada de nada, si-sin embargo es porque siempre hemos estado todos juntos que puedo asegurarte que él te ama–Hana miro seria a su pequeña amiga, por algún motivo la chica.parecía segura de lo que decía.

–Dices cosas tan vergonzosas, ¿Sabes algo? Es difícil ser novia de alguien como él–La azabache se tranquilizó y sonrió nostálgica.

–¿Por qué lo dices? Siempre pensé que eras feliz estando con Ryohei-san–Nagi miro confundida a la mejor amiga de Kyoko.

–Soy feliz con él no lo niego, pero es difícil seguirle el ritmo, a veces pienso que él es como el sol, ya que ilumina mi vida en los peores momentos y me hace reír con sus tonterías, eso suena tan cursi–La pelivioleta miro enternecida en triste rostro de la azabache, Hana era tan sincera cuando estaba deprimida.

La paz en la habitación duro muy poco, antes de que cualquiera de las dos pudiese siquiera sonreír el celular de Kurokawa sonó y su rostro palideció después de atender la llamada.

Sin saber nada sobre los problemas que tenían los demás en esos momentos, cierto azabache se encontraba furioso, había regresado a su habitación de hotel después de que Reborn le declarara la guerra a los Hibari, estaba dispuesto a escuchar las disculpas de Superbi, a saber por qué esperaba que el menor se disculpara, sin embargo al llegar lo único que encontró fue una nota del susodicho insultándolo, obviamente, e informando que se iría de regreso a Italia y que lo mejor sería que no lo buscara.

–Juro que voy a matar a esa escoria, ¿Qué se cree? Dándome órdenes y abandonandome así–Gruñó enojado, momentos después por fin le contestaron la llamada.

–¿Qué parte de "no me busques, no me llames, desaparece de mi vista bastardo", no entiendes?–El azabache fruncio el ceño enojado.

–¡A mi no me das órdenes! ¿¡Dónde demonios estas!?–El menor suspiro irritado, normalmente le seguiría la corriente a su pareja, pero las cosas estaban cambiando.

–Estoy en casa de un conocido por ahora, sin embargo planeo volver a Italia después de terminar unos asuntos pendientes, también encontré un nuevo empleo y un conocido me ofreció una habitación en su casa mientras buscó un departamento–El primo de Sawada sintió su corazón oprimirse al escuchar de los planes de su espadachín.

–¿Qué se supone que estas tratando de hacer? No tienes permitido dejarme, ni a mi ni a tu trabajo, la empresa te necesita–Superbi se sintió decepcionado al escuchar aquello.

–Estoy intentando ser independiente, después de casi once años de relación creo que hemos tenido suficiente el uno del otro y la verdad estoy cansado de que hagas conmigo lo que quieras–La persona junto al espadachín lo miro impresionado.

–¿Estas terminando nuestra relación?–Ambos hombres sintieron un nudo en la garganta y el menor miro con miedo a su acompañante, quien se limitó a sonreír para darle ánimos a terminar aquella llamada.

–Lo mejor sera darnos un tiempo por ahora, no te digo que terminemos, pero creo que por ahora lo mejor es que pensemos si de verdad queremos seguir así–Murmuró el pelilargo, luego de que Xanxus le diera la razón, a regañadientes, la llamada termino.

–¿De verdad estas bien con esto?–Ambos hombres compartieron una mirada.

–Tu mejor que nadie sabes lo difícil que es estar con alguien que lo único que hace es maltratarte, Byakuran–El mencionado sonrió divertido.

–Aun así, ¿Dejar que un idiota como Xanxus piense es buena idea?–La respuesta a esa pregunta sería siempre una incógnita, o por lo menos por el momento, ya que Mukuro hizo aparición y lucía bastante preocupado.

–Zakuro acaba de llamar, tu hermana tuvo una recaída y esta grave en el hospital–El alegre rostro del peliblanco se ensombreció al escuchar aquello y sintió su alma escapar de su cuerpo.
----------------------------
¡Chan, chan, chan! El suspenso :v soy la reina del drama, bitches, denme amorsy no me maten :v un capítulo lleno de llamadas telefónicas :v
Pd-Para quienes no lo sepan la ley de Murphy dice que "Si algo puede salir mal, saldrá mal".

Problemas con el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora