~ C U A R E N T A Y U N O ~

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Dak's pov:

Me puse la pulsera de oro en mi muñeca izquierda mientras me veía e el espejo. Obligada a casarme con alguien que conocía hace a penas una semana. De verdad caí tan bajo. 

Me levanté de mi tocador y tomé el picaporte de la puerta de mi habitación, no sin antes mirar las maletas que estaban en la cama con toda mi ropa. Aún no decidía sobre si ir con Nate o estar con Angelo. Quería una vida asegurada, con trabajo, con dinero, una familia. Pero también quería ser feliz. 

Suspiré con suerte de poder decidir bien... Y a tiempo. 

Bajé y vi a Angelo con smoking azul oscuro sonriéndome al final de las escaleras. Mi mente me jugó mal y la cara de Angelo se transformó a Nate. Inevitablemente sonreí y tomé su mano. Vi sus ojos grisaseos con un poco e marrón en el centro, vaya que era hermoso. Su sonrisa no se borraba por nada causándome nerviosismo al saber que era por mi, sus hoyuelos se marcaban creándole una finta de chico bueno, pero sin embargo sabes que a veces puede ser la persona más fría del mundo. Me dio un beso en la mejilla y me abrazó. Volví a la realidad al percibir un aroma diferente. Me separé de el mis ojos inspeccionaron todo su rostro. Desgraciadamente, no era el, el no estaba qui. Mi mundo cayó al darme cuenta de ello, mis ojos comenzaron a aguadarse y Angelo cambió su cara.

- Amor, estás... - No lo dejé terminar ya que corrí al baño.

Entré y escuché como enraba mi madre y cerraba la puerta con seguro. 

- Dakota. ¿Qué estás haciendo? - Dijo enojada. La miré, ya con lagrimas en mis mejillas. - Deja de llorar! El no está. Supéralo. Haz tu vida como se debe y date cuenta que si el te amara, estaría aquí. Pero no está, así que deja de comportarte como una adolescente y sal y sonríe. - Dijo gritando-susurrando.

Salió del baño y yo me levanté del inodoro y me miré al espejo. Las lagrimas no paraban y no tenían intenciones de hacerlo. Intenté limpiarme pero el dolor volvía y por ende  las lágrimas también. Logré tranquilizarme y me arreglé el maquillaje. Salí y todos me miraron.

- ¿Estás bien, cariño? - Me dice cariño por que olvidó mi nombre seguramente.

- Si, solo estoy algo nerviosa. - Salimos y subimos a la limosina.

(...) 

ESTA ES LA FIESTA MÁS ABURRIDA DE LA VIDA!!

Estaba sentada sola, Angelo estaba "platicando" con una chica en los baños, seguramente están teniendo sexo en el lavamanos. Pero poco me importaba. Me levanté y salí al balcón. Miré las casa que rodeaban, todas tenían la finta de costosas. Claro, este era el vecindario más prestigiado.Miré con atención la casa de enfrente.

Había un chico apoyado en una moto, tenía cabello rubio y se notaba un tatuaje en el cuello, tenía una chaqueta negra con blanco y pantalones negros rotos. salió de la casa una chica con cabello castaño, ella traía la misma vestimenta que el chico solo que tenía un croptop blanco y una chaqueta negra completamente. Se abrazaron y besaron, después el chico subió a la motoy ella detrás de el, lo abrazó por la cintura y salieron a toda velocidad, a los segundos, los padres, que supongo que eran de la chica, salieron gritando el nombre de esta.

- ¿Qué estás haciendo aquí Dakota? - Volteé y vi a mi madre. 

- Solo miro la luna. - Dije frustrada.

- Deberías estár allá con Angelo. - Apuntó la fiesta.

- De acuerdo. Solo lo haré por que quiero una vida bien y no solo ser una mantenida como usted. - Ella rió y yo la miré.

- No te conté. Debes dejar tu trabajo como fotógrafa. - Yo la miré con una ceja alzada.

- ¿Disculpa? - Ella asintió.

- Reglas del señor Harris. - Yo negué.

- No. Claro que no. - Ella solo me calló y se fue. 

Entré a la casa otra vez y me senté donde antes. Miré mi reloj y la hora cambiaba de las 8:59 a las 9:00 pm. En ese momento escuché un sonido extraño. Miré al centro y estaba Angelo con una copa y una cuchara. 

- Buenas noches a todos. Bienvenidos. Hoy es un día muy especial, ya que mi padre y su amigo, el señor Wedlick, se asocian. - Todos aplaudieron. - Pero hay algo más. Hoy, yo mismo me declaro enamorado de la señorita, Dakota Wedlick. - Los murmullos comenzaron y los flashes también. - Dakota, desde que te conocí. Eres la mujer de mi vida, de mis sueños y de mi corazón. - Contuve la necesidad de rodar os ojos. - Te amo con mi vida y me haz hecho la persona más feliz estos meses. - Idiota, te conocí hace 3 semanas. - Por eso ahora te pido con todo mi anhelo. ¿Quieres casarte conmigo?  - Se acercó a mi silla y se hincó sacando una caja de terciopelo azul abriéndola y dejándome ver un anillo más caro que mi vida. 

Miré a las personas a mi alrededor, no conocía a absolutamente nadie. Todos a mi alrededor eran desconocidos que se hacían pasar personas importantes. Miré a mi madre que miraba con ambición la escena. Volví  mi mirada a Angelo que me miraba nervioso. Suspiré y abrí mi boca para decir algo.

- ¿Por qué? - El me miró mucho más nervioso. - ¿Por qué me amas? - Empezó a balbucear. - ¿Por compromiso? - Todos susurraban cosas entre ellos. - Yo no te amo. Jamás lo hice y todos esos "meses" de los que hablas son solo semanas. - Me levanté y caminé. - Todo lo que este joven acaba de decir es una total mentira. No recuerdo ni su apellido, ¿Por qué acepté esto? Por qué creí que sería algo mejor en mi vida, pero no. Y gracias a Dios que no dije que si, por que, Damn! Ya estoy muy mal y no quiero estar peor. - Miré a mi madre que me veía con rabia. - Y ella señores. Es la reina de esta mentira. - Apunté a mi madre. - A menos que no aprecien su dignidad no le hablen. - Dije riendo. 

- Por eso te abandoné cuando naciste, maldita bastarda! - Gritó causando que todos la miraran con asco. 

- Como si fuera un honor ser tu hija. - Solté una risilla. - Y cuando me case ya no tendré tu apellido nunca más. Y aun que no te guste, mi apellido será nada más y  nada menos que Maloley. - Volteé a ver a todos. - Damas y caballeros, la función terminó. - Hice una reverencia y salí de la casa. 

¿A donde iría? Bueno, un concierto me espera


FUCKGIRL! // [Nate Maloley] // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora