FUCKGIRL! // [Nate Maloley] // TERMINADA

~ V E I N T I S I E T E ~

Dak's pov: 

Con tan solo esa frase mis ojos dejaron de soltar lágrimas y mi corazón dejó de latir, Nate estaba aquí.

- Qué?! - Gritó Travis eufórico. Bajó de encima de mi y cerró la puerta para acercarse a mi. - Tu les dijiste?! Les llamaste?! - Me  gritó. 

- Cómo quieres que lo haga? Me quitaste mi teléfono y estuve drogada toda la mayor parte! - Grité, el bufó entró a una puerta. Cuándo salió mi corazón  comenzó a latir más rápido. Traía una arma peligrosamente grande.

- Tu eres mía y de nadie más. - Comenzó a cargar el arma. - Y si tengo que matar al que se interponga en mi camino, lo haré. - Llamó a Jennifer para que me vigilara y se fue. Múltiples disparos comenzaron a sonar provocandome imágenes en mi mente que me partían el alma.

- Tranquila cariño, no te ilusiones, Nate es solo un chico que se cree malo, pero es débil, es un bueno para nada y un drogadicto de mierda. - Comenzó Jennifer mientras se ponía un rebozo aterciopelado que sacó del closet.

- Cierra la maldita boca. Nate es más fuerte que Travis, te lo aseguro. El lo merece todo. - Dije entre dientes. 

- Si lo merece todo, como dices tu. ¿Porqué está contigo? - Me miró y rió. - El merece algo mejor, una chica sin tanta mierda en su vida. Imagina Skate Maloley con huérfana y puta - Rió. - Ni siquiera se porque está contigo. - Se puso unos zapatos del closet y se miraba en el espejo. - Ya no dirás nada? - No respondí. - Eso creí.

- Esta "huérfana y puta" tiene a tu hombre, perra! - Grité y ella volteó roja de rabia. Estaba a punto de golpearme pero la puerta se rompió cuando estuvo a punto de tocar mi cara.

Volteé y vi a Swazz con una arma enorme, un chaleco antibalas y todo vestido de negro. Jennifer se encerró en el closet cuando lo vio. 

- Vaya. Estás en una posición muy comprometedora en la mirada de Skate - rió un poco al verme en la cama.

- Cállate Swift y desátame - El asintió y me desató. Al bajarme de la cama me puse mi pantalón que estaba en una silla y la chaqueta de Swazz ya que estaba en brazier y no estaba mi camisa.

- Vayámonos. - Dijo pero yo lo detuve. - Qué? - Me miró mal.

- Necesito hacer algo antes de irme. - Sonreí. - Dama un arma. - El me miró con la ceja alzada. 

- No eres latina, pero tienes una actitud que me da miedo. - Lo miré  mal.

- Confía en mi. Dámela. - El acepto y me dio una, camine a la puerta del closet. - Ábrela, por favor. - El la pateó y vi a una Jennifer asustada en el piso. - Sal de ahí. - Ella me miró desde abajo. - YA! - Ella se asustó pero salió. La apunté. - Ahora que te tengo atan vulnerable, ¿Aún crees que soy una puta? ¿Una buena para nada? - Ella negó. - Bueno, eso creí. Pero tu me golpeaste más de dos veces y créeme, nadie se salva de mi. - Ella comenzó a llorar. - Maldita sea! No llores maldita bastarda. - Le quité el rebozo que tenía. - Que te quede claro que nadie me toca ni a mi, ni a mi familia. - Ella asintió. - Lindos zapatos, lastima que tendrás que usar solo uno. - Ella me miró asustada.

- No te atreves - Dijo y Swazz rió. 

- No la provoques. - Dijo Swazz. Ella me miró asustada.

- Moriré con honor. - Dijo astuta.

- No moriste. Te mataron. - Dije y le disparé en la pierna haciendo que cayera. - Y adivina quién? - Me hinqué - Una puta y huérfana. - Reí y salí de ahí junto a Swazz. 

- Y Nate? - Le pregunté cuando salimos. 

- Abajo. - Dijo mirando a ambos lados del pasillo para pasar. 

- Está bien? - Lo miré.

- Tiene un arma tres veces más grande de la que tienes. Tu que crees? - Entramos a una habitación sola, cerró la puerta y la atrancó con una silla. Se acercó a la ventana y la abrió. - Tienes que saltar. - Yo asentí y me dirijo a esta. Swazz bajó y me dio una señal que era mi turno. Comencé a bajar cuidadosamente pero escuché como la puerta se rompía. Miré y vi a dos hombres armados.

- Voy! - Grité y me solté. Gracias a Dios, Swazz me atrapó. 

- Qué mierda? Casi te matas! - Gritó.

- Nos van a matar si no corremos. - El levantó la vista y vio a los hombres así que corrimos.

Llegamos al patio trasero de la casa, había tres hombres ahí, estaba la piscina y lamparas alumbrando todo ya que era de noche. 

Swazz apuntó a las lamparas y las quebró. Los hombres comenzaron a apuntar a diestra y siniestra, Swazz les disparó a cada uno matándolos al primer tiro causando que pegara un brinco.

- Listo. Vamos! - Comenzamos a caminar por un lado de la piscina.

Estábamos caminando hasta que escucho un disparo muy cercano, inmediatamente apunté detrás de mi pero no vi nada. Escuche otro disparo y sentí como Swazz me abrazaba. Al separarnos lo miré.

- Estás bien? - Lo miré alarmada.

- El chaleco sirvió de algo. - Tomó mi mano y salimos del patio.

Entramos a la casa por la puerta de la cocina y me miró, comenzó a quirarse su chaleco.

- Qu-Qué estas haciendo? - Dije mirándolo.

- Pontelo. - Me lo tendió y yo negué.

- Te van a matar! - Dije y el negó.

- No lo harán. Pontelo. - Ordenó pero volví a negar. - Dak, no quiero que te pase nada. Y si no te lo pones y te pasa algo yo tampoco voy a vivir, uno, porque no me lo perdonaría y dos, porque Skate me mataría. Hazlo. - Lo tomé resignada y me lo puse.

- Ahora vámonos. - Asenti y salimos.

Swazz comenzó a disparar a los hombres y yo iba a su lado abrazada.

Al llegar al living sentí como tocaban mi cintura, solté un brinco y volteé.

Mi cara se transformó a felicidad cuando vi a Derek.

- Ven conmigo Dak! - Swazz me soltó y fui con Derek.

- Y que pasa con Swazz? - Lo mire.

- Estará bien! Vamos! Estas muy mal! Vamos al hospital! - Me tomó y llevó a su auto para ir directo al hospital.

- Donde está Nate?! Y Mad?! Maggie y Stas?! Derek! Responde! - Decia asustada.

- Ellas están bien. Tenían varios golpes como tu... - Lo interrumpe.

- Que?! Osea que a ellas también estaban ahí?! - el asintió y yo comencé a maldecir. - Y Nate?! - Lo miré.

El iba a decir algo pero se lo calló preocupandome.

- Derek, dime, ¿Donde está Nate? - El me miró un momento.

- Lo... Lo perdimos de vista cuando entramos a la casa. - lo mire.

- Eso que significa? - No quería aceptarlo.

- Significa que no sabemos donde está o siquiera.... Si está vivo. - Ahí sentí como mi mundo se vino abajo.