24

3.1K 269 24
                                    

Nicky

Jamás pensé que estaría en una situación como esta. En el coche de mi padre, apuntándole con una pistola para que conduzca hasta el lugar donde tiene a mi hermana encerrada. Es surrealista y a la vez me provoca un subidón de adrenalina que me hace replantearme muchas cosas.

–Es aquí.–gruñe aparcando el motor y señalando una finca abandonada con la cabeza.–En el cuarto piso.

–Baja del coche.

–Ya te he traído, deja que me marche.

–¿Te crees que soy tonta?–doy una carcajada irónica.–Venga, delante de mí.

Empieza a murmurar palabras que no logro entender y bajo detrás de él sin apartar el arma de su cabeza. Miro a mi alrededor y me relajo un poco al darme cuenta de que es un barrio solitario donde no hay nadie. O eso creía.

–¡Nicky Bennet!–grita una voz masculina consiguiendo que me gire interesada.–¡Nicky!

¿Que están haciendo aquí los hermanos J?

–¿Joe?–dudo.–¿Jack?

–Los mismos.–sonríe sarcástico uno de ellos.–Hemos venido a ayudar.

–¿Qué?–frunzo el ceño.–¿Por qué?

–Le debíamos una a Daniel Oviedo.

–¿Dani?–entreabro la boca.–¿Qué...?

–Pero parece que lo tenías controlado.–sonríe sarcástico Joe.

–Bueno, vamos a buscar a tu hermanita.–prosigue Jack agarrando a mi padre con fuerza y obligándolo a caminar.

He de admitir que estoy algo anonadada. ¿Cómo se ha enterado Dani? ¿Porque conoce a los hermanos J? Y lo más importante, ¿qué es lo que realmente sabe de mí?
Camino en silencio aún con la pistola en la mano, y después de obligarlo a abrir la puerta, entro encontrándome con Hanna sentada en el sofá y atada a uno de los estrenos.

–¡Nicky!–grita removiéndose en su sitio. Camino rápidamente hacia ella y le deshago la cuerda, abrazándola seguidamente con fuerza.

–Tranquila, ya estás a salvo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–Tranquila, ya estás a salvo.–susurro abrazándola con más fuerza.

–Creía que no ibas a venir por mi.–se le quiebra la voz.

–Jamás dejaría que nadie te hiciera daño.–susurro cogiéndola en brazos y sacándola de ese sucio apartamento.

–Nosotros nos ocupamos de él.–me dice Joe agarrándole con fuerza de la muñeca.

Eres todo lo que quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora