Nicky
Me tiembla todo el maldito cuerpo, apenas estoy a unos metros de la casa de Dani y ya siento como todo esto se va a ir a la mierda. El tenemos que hablar nunca es bueno, y en este caso va a ser lo peor.
Es Jesús quien me abre la puerta, y después de mirarme entristecido, me da la bienvenida y me dice que suba a la habitación de Dani. Tengo un nudo en la garganta, un nudo que sé a ciencia cierta que no se va a desatar.
–Pasa.–oigo su grave voz y le hago caso. Estoy más nerviosa de lo que debería, pero ya me da igual. Hoy han pasado muchas cosas.
–Vale, suéltalo.–suspiro tomando asiento en la silla giratoria que tiene en el escritorio.
–Te voy a dar una última oportunidad para que me seas sincera y me cuentes toda la verdad.–dice bastante serio.–O se acabó.
Me quedo callada mirando a otro lado. Estaba más que segura de que mi asqueroso padre le había contado algo, pero aun así tenía una pequeña esperanza de que solo me regañara por ir sola a por Hanna. Como han echo todos hasta ahora.
–Esta bien.–suspiro dignándome a mirarlo.–Te lo contaré.
–Pero la verdad Nicky, no quiero que me mientas más.
–La verdad.–le aseguro mirándole a los ojos.–Espero que no dejes de quererme después de esto.
–Puede que te odie más, pero nunca te querré menos.–susurra sentándose en su cama dispuesto a escucharme.
–Lo que te conté del asesinato de mi madre es verdad, solo que...mi padre no murió.–susurro intentando que esto no se me haga demasiado difícil.–Lo vi levantarse y largarse. Y no volví a verlo hasta hace unos años, fue de lejos, pero lo vi. Hoy ha sido el día más difícil de mi vida.–miro al suelo unos segundos.–Después de eso, me fui a vivir con Óscar a una casa abandonada que hay a las afueras del barrio de al lado, él era como yo, sus padres lo abandonaron cuando tenía siete años así porque sí, y desde entonces lo cuidó mi madre, hasta que...ya sabes.–cojo aire.–Ella le daba dinero para cuando tuviera que cuidarme a mi, y de eso vivimos los primeros años. Me acabo de enterar de todo esto y no es nada fácil, ¿vale?–asiente.–Cuando el dinero se acabó, tuvimos que aprender a vivir de otra forma. Aprendimos a robar, y aunque no nos gustaba, era necesario. Teníamos que comer.–me chupo los labios.–No pasó mucho tiempo cuando aparecieron Mario y Marc, se acababan de escapar de un orfanato y se quedaron a vivir con nosotros. Y Amanda igual, apareció un día y aquí sigue.–lo miro intentando descifrar sus gestos.–A Hanna la rescaté yo, me enteré que era mi hermana y...no podía permitir que mi padre intentará hacerle daño.–me levanto para caminar hacia él.–Ahora robamos poco, lo suficiente para poder comprar comida y ropa. Y no lo haríamos si no fuera una necesidad. De echo, Óscar ya está trabajando, y en cuanto pueda comprará un piso en condiciones.
–Madre mía.–suspira pasándose las manos por la cara.–Tu vida es una puta locura.
–No porque quiera.–digo apartando la mirada.
–¿Y qué hay de mi?–duda y frunzo el ceño.–¿Es verdad que estás conmigo por mi dinero?
–¿Qué?–abro los ojos exageradamente.–¿Eso te ha dicho el gilipollas de mi padre?–pregunto y él aparta la mirada.–No, Dani, no. Jamás podría hacerte algo así. Choqué contigo por casualidad y luego fuiste tú quien insistió en conocerme. Piénsalo, ¿cuántas veces te he dicho que era peligrosa? ¿Cuántas veces he intentado que te alejaras de mí?–lo miro con los ojos vidriosos.–No me hacías ni caso y no te imaginabas lo importante que era que lo hicieras. Pero ahora ya estoy loca por ti y...–cojo aire.–Sé que lo nuestro está jodido, ¿vale?–intento no echarme a llorar.–Soy lo peor que podrías encontrarte, tengo un carácter raro de la hostia y tú me calas más hondo que cualquiera. Nunca hago nada bien, y no te merezco, no, jamás deberías haberte fijado en mí, pero ahora que lo has echo tengo que ser egoísta y decirte que si, que estoy jodidamente enamorado de ti, Dani. Te quiero más de lo que he querido a nadie o a nada jamás. Cuando estoy contigo no necesito nada más, solo a ti. Me odio por sentirme así tan rápido y también por no pensar en nada más que no seas tú.–no me había dado cuenta de que estaba llorando hasta que he notado la profunda mirada de Dani fija en mis mejillas.–Eres todo lo que quiero, joder, todo lo que necesito, y ahora...lo he perdido, como todo.
No puedo evitar abrir la ventana y saltar por ella para que no siga viéndome así. Soy consciente de que es un segundo piso pero he saltado alturas mayores. Enseguida lo veo asomado en la ventana, asustado por si me he echo daño y mirándome de una extraña manera.
–Lo siento.–es lo único que puedo decir. Salgo corriendo sin decir nada más, no puedo. No me sale,
Todo esto...ha acabado. Como todo lo que quiero, como todo a lo que le cojo cariño. Yo no he nacido para ser feliz, cada día lo tengo más claro.
________
Uyyyyyyyyy jejejej, necesito un favor. Seguirme en música.ly: @silviasaez_ y darle ❤️ a los vídeos. Por fa.....
Os quiero y espero que os guste.

ESTÁS LEYENDO
Eres todo lo que quiero.
Novela JuvenilQue me has enseñado a vivir en vez de a ver la vida pasar, y en esa diferencia se esconden todos los matices que te definen.