Asalto XVI: No retes a la princesa.

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— ¡Estate quieto, maldita sea! — Vociferó el pelinegro mientras intentaba conectar alguno de sus golpes a su rival, Draekus quién se encontraba constante evadiendo los poderosos ataques de Blue.
Poco a poco el imponente Castillo de Haidemhalt se estaba volviendo una inservible pila de escombros y polvo. El azabache finalmente logró conectar un poderoso golpe justo en la cara de su rival, el impacto fue tal que mando a volar el casco de acero que cubría toda la cabeza del Twilight Fang.

Para su sorpresa, Draekus era un hombre bastante joven, incluso más que Blue aún cuando este pensaba sobre Draekus como un duro y experimentado guerrero con un gran historial de enfrentamientos en su haber, y no sé equivocaba. — ¿Qué miras tanto? Te he dicho por lo menos mil veces que no te distraigas en el combate. — El joven guerrero se limpió un delgado hilo de sangre que caía desde su boca, en realidad su apariencia era cuando menos sorprendente, quizás era esa familiar mirada, quizás ese rostro fino y delicado, o quizás... ese cabello blanco. — ¿Podría ser qué?... — Dijo atónito el ojiazul pero antes de que pudiese terminar fue embestido con fiereza por su rival.

La mirada del Twilight Fang era otra a la previamente mostrada, con el ceño fruncido comenzó a atacar a distintos puntos vitales sin cesar, Blue a duras penas lograba evadir cada uno de esos golpes, ahora podría decirse que iba en serio.
Finalmente de un fuerte golpe en el pecho, Draekus logró estampar a Blue al suelo y posicionarse sobre el mismo, sosteniendo su espada apuntando directamente a la garganta del azabache. — Ni una palabra más. — Dijo con tono autoritario y una mirada fría en su rostro.

Las continuas explosiones creadas por la magia desconocida de Charlie habían cesado hace rato, la batalla entre la peli morada y Grydamor se había trasladado a nada más y nada menos que la sala del trono.
Grydamor quién hace poco había estado a merced de Charlie y su fiereza logro recobrar la compostura.


— Solo fue un golpe de suerte, no te emociones maldita niña. — Dijo mientras recogía su lanza que había sido arrojada a pocos metros de donde él estaba.

— ¡Uoooooohhhhh! — Charlie aún cegada por la ira se lanzó contra su rival, creando una especie de garra gigantesca mediante aquella aura oscura que le rodeaba.
A increíbles velocidades Charlie se posiciono justamente frente a Grydamor y con fuerza lanzó la garra contra el cuerpo de su rival. — Zero. — Musitó el Twilight Fang y entonces la garra creada a partir del aura oscura desapareció, dejando el brazo desnudo e indefenso de Charlie. — Te he dicho que solo me tomaste por sorpresa. — Grydamor velozmente la tomo por el brazo y sujetándola clavo fuertemente la lanza directo en su hombro izquierdo. — King's Order: Erase. — La punta de la lanza se ilumino con aquella luz verde con la que había asesinado al rey Johaness, entonces de un momento a otro todo alrededor de la punta de la lanza de Grydamor desapareció.

Incluyendo el hombro izquierdo de Charlie, así como parte de su torso y su brazo izquierdo. — ¡Arghhh! — El desgarrador grito de agonía de la chica fue acompañado por un fuerte puñetazo en la cara por parte del Twilight Fang, mandando a volar a Charlie a metros de distancia.

En el suelo se podía observar como Charlie se retorcía de dolor y empezaba a desangrarse a velocidades ridículas. — Te haré pagar por la humillación de hace un momento. — Charlie empezó a llorar de dolor mientras no dejaba de observar como toda la sangre de su cuerpo salía por esa abertura.

— ¡Te haré pagar por desafiar al nuevo rey de Haidemhalt! ¡King's Order: Gravity! — Grydamor apuntó su lanza contra Charlie y de nuevo la punta de ilumino de aquella luz verde y entonces todo en un diámetro de 3 metros alrededor de la peli morada se hundió repentinamente, como si algo muy pesado hubiese caído encima de ella. — ¡¡Aaarghhhh!! — Agonizando y desesperada Charlie trató de levantarse pero mientras más lo hacía, aquella fuerza extraña la atraía más y más al suelo.

— ¡Te mataré! ¡¡Te mataré como maté a tu madre y luego iré por tus estúpidos amigos!! — Dijo Grydamor burlándose mientras reía de forma grotesca. — ¡Lamenta tus pecados maldita niña! — Matarla a ella, y a sus amigos así como mató a su madre, Blue y Laven se encontraban en algún lugar del castillo dando lo mejor de sí, luchando a muerte. — Todos... — Los ojos de Charlie se normalizaron, de nuevo aquel brillo esmeralda volvió.

El aura oscura rodeó nuevamente a la chica y entonces el efecto de gravedad de Grydamor fue repelido, Charlie se puso de pie. — Todos están luchando, dando lo mejor de sí. — El aura oscura tomo la forma del brazo izquierdo de Charlie, así como su hombro y la parte faltante de su torso, sus heridas y raspones habían desaparecido como si nada. —Blue, y Laven... me dejaron la tarea de acabar contigo. — Charlie comenzó a caminar en dirección a Grydamor, el sentimiento de terror había vuelto sin duda.



Pero esta vez era diferente. — Mamá no me perdonaría por esto... — Charlie extendió su brazo derecho, abriendo la palma de su mano. — Pero me encerraría en un calabozo si dejo qué un cabeza hueca como tú me patee el culo. — Una niebla negra y espesa apareció justo donde apuntaba Charlie. — Perdóname mamá, dijiste que no tocará tus cosas, pero ya ves como está la situación, ¡Guadaña sagrada, Helbolg! — Una guadaña de al menos 2 metros de largo apareció, era totalmente negra en tonalidades de rojo y con incrustaciones de calaveras de plata justo donde el filo de la misma comenzaba.

La peli morada la tomo con su brazo derecho y comenzó a moverla a su alrededor maniobrándola de forma magnífica, finalmente termino apuntando a Grydamor con la misma. — Adelante, invoca las armas que desees, el resultado será el mismo. ¡King's Order: Gravity! — Grydamor apuntó nuevamente con su lanza y tras aquella luz verde misteriosa, el oleaje de gravedad cayó sobre el perímetro donde se encontraba Charlie.

Sin embargo Charlie ya no sé encontraba allí, habia desaparecido por completo, aunque la tentación de Grydamor de ladear su cabeza para posicionar a la joven era increíble algo se lo impedía, ese algo era una hoja afilada hincada en su cuello.

El Twilight Fang tragó grueso, Charlie se encontraba detrás de él flotando mientras sostenía la guadaña rodeando el cuello de Grydamor.

— Muere. — Exclamó la peli morada.

La Cruzada: El chico de las Estrellas.Where stories live. Discover now