Asalto XXV: El Encapuchado.

25 1 0
                                    


— ¿Pero qué... — Dijo Silford, aunque no termino pues tuvo que dejar de hablar para apresurarse e ir con los otros tres que ya habían entrado a los dominios de Boosburg. — ¡Woo! ¡Una ciudad de fantasmas y todos son geniales! — Exclamó Blue bastante alegre. Mientras saludaba y recibía saludos de cada uno de los fantasmas. — Claro que si, en Boosburg están todas las almas buenas y bondadosas, mi nombre es Boomu y seré vuestro guía si no os molesta, no se preocupen por pagar el dinero mortal no sirve en nuestra ciudad. — Explicó el fantasma rubio haciendo una leve reverencia.

— Gracias Boomu, ¿Sabes dónde podemos pasar la noche? — Preguntó Laven. — Claro señor guerrero, en Boosburg existen decenas de hoteles-tasmas. — Dijo Boomu con alegría nuevamente. — ¿"tasmas"? — Preguntó Silford. — Claro, aquí en Boosburg agregamos el sufijo "tasmas" o en singular, "tasma" a todo, si son inteligentes sabrán que proviene de la palabra fantasma. — Boomu hizo una pausa. — Eh, si... eso estaba bastante claro. — Le respondió Charlie con algo de sarcasmo. — Es para que todo tenga un aire más fantasmal, banco-tasma, silla-tasma, bebé-tasma, amigo-tasma, son solo ejemplos aunque con los mortales solemos hablar el idioma mortal como estoy haciendo con ustedes-tasma. — Al oír ese último "tasma" todos quedaron el silencio, entonces Boomu soltó una carcajada. — Jojojojo, perdónenme, a veces se me escapa es la costumbre, pocos mortales pasan por aquí-tasma. — Explicó el fantasma rubio mientras se daba vuelta. — Venid, os llevare a algún hotel-tasma. — Nuevamente, ahí el tasma. — Si, eso de que no pasen humanos por aquí lo puedo comprender bien, y créeme que muy bien. — Dijo Silford con sarcasmo haciendo énfasis en el "muy", Charlie lo golpeo con el codo disimuladamente.

— Entonces... ¿Todos aquí están muertos? — Soltó bruscamente Blue sin previo aviso, por un momento pareció haber ofendido a Boomu pues guardo silencio, sin embargo luego de escasos segundos respondió al cuestionamiento del azabache. — No, bueno si... más bien no y si, si morimos pero al llegar aquí es como tener una nueva vida y además ilimitada-tasma. — Explicó Boomu.

— ¿Ilimitada? — Era Charlie quién preguntaba ahora. — Ah, sí ya saben no podemos lastimarnos, nada nos puede dañar, no tenemos necesidades como comer o dormir ni nada de eso, las seguimos haciendo por costumbre y por no perder esa esencia de humano que aún tenemos y como básicamente ya estamos muertos no podemos morir una segunda vez-tasma. — Boomu terminó de explicar, durante la larga explicación los estuvo dirigiendo por las coloridas calles llenas de tiendas de juguetes, caramelos y todo tipo de cosas.

Finalmente lograron llegar al susodicho hotel. — Muchísimas gracias Boomu, ¿Pero como pagaremos el hotel? — Dijo el guerrero, ya que solo poseían dinero mortal no tenían los medios para si quiera pagar una noche en el hotel. — No os preocupéis, como soy su anfitrión en Boosburg yo pagaré por ustedes, es una costumbre aquí en el pueblo-tasma. — Dijo con amabilidad el fantasma rubio.

Y así fue, Boomu pago por el hospedaje de los cuatro extranjeros, en total fueron 3 habitaciones pues solo esa cantidad exacta había disponibles lo que conllevó a que tanto Laven como Charlie por ser la única chica tuvieran habitaciones para ellos solos mientras que Bue y Silford debían compartir la tercera.

Luego de haberse acomodado en sus respectivas habitaciones debido a insistencias de Boomu, decidieron hacer algo de turismo aunque Laven fue el único que se quedo pues debía estudiar el mapa y trazar un camino seguro que seguir en el resto del viaje.

— ¡Bien, ya estamos todos! ¡Seguidme por favor! Os mostraré cada rincón de interés de nuestro pequeño pueblo-tasma. — Dijo Boomu a los chicos entonces salieron del hotel de nuevo a las escandalosas y alegres calles.

Boomu guiaba desde la delantera mientras señalaba y hablaba sin parar. — Estuve pensando algo... — Dijo Blue llamando la atención de Silford y Charlie quienes voltearon a verle. — Si se supone que aquí vienen todas las almas buenas entonces... ¿Podría ser que al menos exista un alma de un ciudadano de Gloin? No creo que todos hayan sido malas personas, si de todos modos era un reino pacifico. — Sin dejar de caminar ni de perder de vista al distraído Boomu, Charlie respondió. — Eh si, ¿No crees que se ha intentado ya? Idiota... — Dijo la pelimorada. — Aquí no hay nadie de Gloin, nadie sabe por qué razón sus almas jamás llegaron a este lugar es como si simplemente se hubiesen borrado. — Terminó de explicar Silford.

— Eso... eso es muy sospechoso. — Exclamó el azabache, esta vez la pelimorada asintió indiscriminadamente. — Si, pero nada se le puede hacer, mejor concentrémonos en seguir a Boomu y no perderlo de vista, camina rápido. — Luego de eso apuró el paso adelantando a ambos chicos.

En una de las grandes plazas de la ciudad se estaba llevando a cabo un festival y al parecer todos en la ciudad estaban reunidos allí, sin duda Boosburg era un lugar de lo más alegre, todos se quedaron para ver el festival sin embargo luego de un rato Blue y Silford fueron a caminar un poco en busca de algo para comer, si era alguna golosina mucho mejor.

— Este lugar es jodidamente increíble, estos fantasmitas son increíbles. — Dijo el pelinegro dirigiéndose a su compañero de cabellos blanquecinos. — Ah sí, esta gente a pesar de estar muerta es agradable. — Agregó el peliblanco.

Ambos chicos se detuvieron frente a un puesto de golosinas bastante extrañas, entre ellas hubo una que llamo especialmente la atención "Lamento de Vainilla"

— ¿Qué es un Lamento de Vainilla? — Preguntó Silford al fantasma que atendía la tienda, mientras su amigo y el fantasma conversaban sobre la nada interesante historia de la golosina Blue decidió darse medía vuelta y observar un poco el paisaje, la calle llena de gente celebrando y compartiendo.

Sin embargo ese regocijo desapareció pues entre la multitud el ojiazul pudo divisar una figura que conocía bien.

Una figura encapuchada, totalmente negra la cual detuvo su caminar y volteó hacia donde Blue, como si supiera que el joven le estaba observando, entonces ambas miradas se cruzaron y Blue pudo observar con claridad esos ojos rojos que jamás en su vida iba a olvidar, esos ojos rojos que iniciaron todo esto.

Sin pensarlo dos veces Blue se lanzó a correr en dirección a la figura la cual al ver esto también inició una carrera huyendo de Blue, Silford quién finalmente había terminado de comprar su "Lamento de Vainilla" también no tuvo otro remedio que salir disparado justo detrás de su camarada. — ¡¡¡Blue, espera!!! ¿¡Qué haces!? — Gritó mientras corría tratando de no tropezar con ninguno de los transeúntes. — ¡Hay que detener a este tipo, no preguntes! — Le respondió Blue mientras aceleraba el paso.

El encapuchado se perdió entre la multitud metiéndose en un callejón sin embargo Blue y Silford fueron capaces de acorralarlo en el mismo, aunque para sorpresa de ambos cuando los chicos entraron al callejón no había nada más que una pared al otro lado. — ¡Maldición! ¿¡Lo perdimos!? — Exclamó Blue con molestia, Silford levantó la mirada por un momento sin embargo gracias a ello pudieron localizar de nuevo. — ¡¡¡No!!! ¡Está arriba! — Silford señaló al sujeto pues estaba asomado en uno de los techos de los dos edificios que conformaban las paredes del callejón.

Al darse cuenta de que fue totalmente descubierto el encapuchado de nuevo inició su huida. — ¡Ve por Charlie y Laven, él es mío! — Ordeno Blue a su compañero, Silford refunfuño un poco sin embargo al final retrocedió y empezó a correr en dirección a Charlie y Boomu.

Blue cubrió sus manos con fuego y al dispararlo en dirección al suelo creó una especie de propulsores que lo hicieron elevarse por los aires y caer en el techo del edificio para perseguir al sujeto encapuchado.

La Cruzada: El chico de las Estrellas.Where stories live. Discover now