Asalto I: Donde todo comenzó.

206 7 2
                                    

El ruido molesto de un popote sorbiendo restos de alguna bebida se escuchaba en toda la zona de la cafetería y las demás personas observaban con una mezcla de asombro y repudio al pelinegro que ignorante de lo que hacia en el momento solo veía una pequeña mancha en una de las paredes.

— Cof cof... — La tos fingida de uno de los meseros del lugar hizo volver al azabache en si que sin entender dejo de sorber y volteo a verle la cara al mesero.

Debido al miedo que infundía la mirada del joven el mesero apenas y pudo articular unas cuantas palabras; — Ah... Señor le pido cordialmente que deje de hacer ruido... P-Pues molesta e incomoda al resto de la clien... — Antes de que siquiera pudiera terminar su oración el mesero solo pudo sentir un golpe en seco de parte del azabache.
Este último le había asestado un golpe en toda la mejilla que mandó a volar un par de dientes y derribo al mesero.

— Gracias por el maldito servicio, su comida sabe a mierda.  Dijo con repudio mientras arrojaba algunos centavos y un par de billetes sobre el mesero que apenas y servían para pagar el jugo solamente, el resto de clientes simplemente se quedaron pasmados y trataron de desviar la mirada del pelinegro quién se largo del establecimiento arrojando sillas y mesas vacías a su paso.

Salió del establecimiento para empezar a caminar por las anchas calles de la ciudad las cuales por la vida atareada que mantenía la ciudad en realidad le molestaban bastante.
En varias ocasiones distintas personas trataron de acercarse a Blue para preguntar por diversas cosas, como la hora o alguna dirección en especifico a lo cual el respondía groseramente con un imponente — No me interesan tus necesidades. — Por parte del azabache mientras seguía caminando.

Aunque en cierto momento dado el viento dejo de golpear suavemente su cara y el ruido insoportable de la ciudad se apagó así como así, Blue quién mantenía la vista fija al suelo alzó su mirada al momento de que la sensación de vació lleno su cuerpo y ladeo la cabeza de lado a lado para darse cuenta de que las personas se habían congelado en el tiempo.

¿¡Congelado en el tiempo!? Si, por más extraño que suene eso parecía, pues no se movían, no pestañeaban ni producían ruido incluso aparentemente habían dejado de respirar. Blue por obvias razones se asustó bastante y comenzó a caminar a un pasó acelerado mientras ladeaba la cabeza de lado a lado y preguntaba a las personas congeladas si se encontraban bien, miraba su reloj constantemente, 10:23 p.m y no avanzaba.

Pronto desde el otro lado de la calle una figura encapuchada apareció corriendo de la nada, ¿Por qué razón podía moverse? sin pensarlo dos veces salió disparado corriendo detrás de la figura encapuchada quién a sabiendas de que Blue le estaba siguiendo el paso entro en un callejón oscuro y sin salida al cual pocos segundos después entro el Azabache para encontrarse con una pared de ladrillos que obstruía el camino y sin rastros del encapuchado misterioso.

—Vaya tela... — Exclamó mientras soltaba un largo suspiro para luego sentir un fuerte golpe en su cabeza, se nubló su vista y cayó al suelo mientras observaba como su mundo se apagaba para dejar solo un vació totalmente negro desde su perspectiva.

La Cruzada: El chico de las Estrellas.Where stories live. Discover now