¿Cómo lo permití? Me pregunté al mirar el boleto de avión. ¿Cómo había sido tan debil para aceptar un chantaje de Ronny? Claro que era chantaje. Lo unico que ella quería era poder lograr que yo tuviera un poco mas de tiempo para poder estar con Justin, aunque yo la verdad, quería olvidarme de todo; quería poder regresar a mi aburrida, monotona y nada interesante vida. Así era feliz. Supongo.
- ¿Me amas? - preguntó mi hermana de repente, sin poder ocultar en ningun momento su sonrisa picara al ver el boleto en mis manos. Yo la miré con mala cara, mientras que no podía dejar de pensar en que mierda sucedería en Inglaterra. Bueno, nada tenía que suceder, ¿No era así? El plan ya estaba marcado: Llegaríamos a Inglaterra, el me indicaría un buen hotel, y se olvidaría de mi existencia, cosa que probablemente era lo que el quería; realmente no hay inconvenientes de ningún tipo. No los habrían.
- No. - contesté sin mirarla, guardando el boleto en mi bolso pequeño. Ella soltó una fuerte carcajada, y yo tan solo la miré con mala cara. Una Muy, Muy mala cara de perros.
<<Justin Bieber>>
Miré hacia el cielo azul, diciendole Adios. Realmente amaba Nove, tanto que no dudaba en que existiera un futuro allí. Me gustaba mucho, mucho mas que Inglaterra; el cielo azul todos los días, el aroma de flores silvestres, todo eso era algo que en Inglaterra no se podía ver; Italia era posiblemente el mejor lugar que había conocido en toda mi vida. ¿Volvería? No lo sabía, solamente sabía que por el momento necesitaba irme. De hecho, me iría alejandome todos y todo lo que había conocido en Italia... menos de Ely.
Cuando Ronny propuso que su hermanita me acompañara, mis nervios querían explotar, principalmente por la incomodidad que yo sentía ante saber que sus labios, y mis labios y... bueno, eso.
Me senté en el porche de la casa de Nina y Ulises, con las piernas dobladas y mis antebrazos sobre mis rodillas, respirando el aire de Nove a conciencia. Cerré los ojos, e intenté calmar mis nervios; no pasaría nada. Elizabeth ni siquiera recordaba el beso, así que yo debía de olvidarlo para poder llevar una linda amistad con ella, porque eso era todo lo que deseaba de ella. Al menos, eso pensaba.
- ¡Hey Jus! - Su voz me sacó de mis pensamientos. Miré hacia el frente de la casa, encontrandome a Gale con un Aire de felicidad en su rostro. ¿Que estaba haciendo el allí? Me puse de pie, y pude notar su razón: El llevaba una rosa roja en la mano derecha. Claro... iba a ver a Elizabeth.
Según Paulette me había contado, ellos dos se habían besado. ¿Serían algo mas que amigos? Siendo sincero, no tenía ganas de preguntarme eso. Y, siendo doblemente sincero, tampoco sabía el porqué.
- ¿Que te trae por aquí? - pregunté alzando los hombros. El sonrió y dibujo en su rostro una mueca mirando a la rosa que tenía en su mano derecha.
- Quiero invitar a salir a Ely hoy, una cena tal vez. - Ja, lo lamento, pensé; Ella ya estaba empacando maletas para irse conmigo.
- No creo que se pueda. - Hablé en un tono a la defensiva un poco mas intenso de lo que realmente deseaba, pero por alguna extraña y desconocida razón, me sentía bien al hacerlo. - Ely está ocupada.- Gale frunció el ceño juntando sus cejas, y me miró con inquietud. Movió la cabeza hacia un costado, y me miró confundido, con un rostro que me indicaba que, así como yo, el no comprendía mi actitud.
- ¿Cómo lo sabes?
- Simplemente lo se. - crucé mis brazos sobre mi pecho, y bufé. Me encontré de repente a mi mismo en un estado de enojo y un poco de coraje quizás; ¿Por qué? Vamos, eran Gale y Ely, se suponía que me debía de dar exactamente lo mismo lo que hicieran o no con su vida;¿Por qué me sentía tan a la defensiva?
- Estas actuando extraño. - comentó el, mirandome con suspicacia. Si, actuaba extraño, y odiaba sentir que lo hacía. Odiaba el hecho de no saber por qué me sentía así...
- ¡Gale! - la voz de Ely desde la puerta nos interrumpió a ambos. Miré por sobre mi hombro, y la encontré con una mediana sonrisa. Gale carraspeó su garganta, y yo tragué gordo; Se veía bella. Si, bastante... hermosa. Ely era hermosa; esa era la primera vez que pensaba esas palabras tan implicitamente.
La chica caminó hacia nosotros; yo me hice a un costado, y ella fue directamente con Gale. Cuando llegó con el, sonrió de oreja a oreja.
- Te traje esto. - dijo mostrando la rosa, la cual había mentenido oculta a un costado de su cuerpo. La expresión de Ely al ver la flor fue una dulce sonrisa, casi como si le diera ternura lo que Gale había hecho, sin embargo así como ternura existía el factor verguenza. Ely tomó la rosa, y apenada miró hacia sus pies con la rosa en medio camino de vista. La empezó a girar desde la base, y los petalos se movían, provocandole sonreír. De algún modo, no me gustó ver eso.
- Está muy linda. - sonrió muy apenas, y apenada elevó los ojos. - Gracias, fue un lindo detalle.
- ¿Quieres ir a Cenar? - preguntó de modo apresurado, y yo lo miré con mala cara. ¿Por qué tanta prisa de salir corriendo? Algo me decía que era por mi mismisima presencia.
Ely elevó las cejas y abrió la boca un tanto sorprendida, aunque mas como si estuviera analizando la situación. Miró nerviosa hacia la puerta, y tragó gordo viendo hacia el suelo.
- Gale, tengo que contarte algo. - Contestó nerviosa. ¡Si! Me sentí victorioso entonces. Gale me miró de reojo, y yo tan solo quise evitar sonreír a toda costa; tampoco quería que Ely se enterara que no quería que fuera con el. Alto, me dije; ¿Que no quería que? Fruncí el ceño, hablando con mi mismo pensamiento: ¿Por qué mierda no quiero que Ely valla con Gale? Eso se estaba saliendo todo de control. - A solas. - aclaró despues, mirandome. Me sentí un entrometido entonces, por lo que solamente la miré y sin querer decir otra cosa, entré a la casa.
Cerré la puerta detras de mi, y me quedé de pie allí. No escuché gran cosa.
- ¡Justin! - Ronny llegó por el pasillo casi danzando, caminando tan feliz como un pequeño duende con vestido amarillo. Sonrió, y miró hacia la puerta cerrada. - ¿Y mi hermana?
- Afuera. - contesté, sin querer proseguir. - Con Gale. - los ojos de Ronny se salieron de sus orbitas, y sonrió de un modo extralimitado. Sin decir palabra alguna fue hacia la sala, y moviendo siguilosamente la cortina, comenzó a observar a traves de la ventana.
- No es bueno espiar. - comenté riendo entre dientes. Ella bufó y rodó los ojos, claro, jamás quitandole la vista a la ventana. De repente me entró curiosidad; yo también quería ver por la ventana.
- ¿Por qué se abrazan? - preguntó un poco asustada. ¿Ella no sabía nada del beso? - ¡Oh! ¡Veo una rosa! - sonrió emocionada, quizás mas que mucho. Lo unico que quería hacer, era aplastar esa rosa con el pie. A ella ni siquiera le gustaban las rosas, ¿O si? tenía entendido, le gustaban mas las girnaldas o el girasol, tal vez una Lila. Eso me lo confesó aquel día en el hotel clandestino donde nos quedamos estancados, y que tuvimos que dormir allí. - ¿A Gale le gusta Ely?
- Me parece que si. - Ronny elevó entonces su vista, y me miró. Supe que lo hizo gracias al tono de voz tan cortante y frio que utilicé cuando dije eso ultimo. Ella alzó una ceja, y sonrió de oreja a oreja. - ¿Qué? - pregunté cruzandome de hombros. - ¿Por qué sonries de ese modo? - Ella pareció sonreir un poco mas, y con esa misma sonrisa en el rostro, tan solo dijo:
- Nada, nada. Es solo que es lindo verte celoso por Ely.
ESTÁS LEYENDO
Una escritora sin amor.
RomanceUna escritora Sin Amor Ella, es una chica llamada Elizabeth. Con 19 años, busca entrar a la universidad con una Beca estudiantil para Literatura, y se encuentra con un pequeño concurso de la misma institución que puede hacer que la cantidad de su b...