<<Justin Bieber>>
Al momento en que vi a Lucille y Helena Querer subirse a la mesa a seguir bailando, supe que ya habiamos perdido el control de todas. Ely no paraba de Reír y decir cosas estupidas como "Quiero miel con Mantequilla", Sarah estaba Tan borracha que Gale estaba detras de ella procurando que no se rompiera la cabeza en una caida, y Ursulla estaba tan loca que confundía a todo mundo con Diego, y el estaba tan solo intentando calmarla. ¿Que les habían dado? Jamás habia visto a una chica tan borracha y perdida... Solamente recuerdo como Lucille llego por Sarah diciendome que se la permitiera un momento, y lo siguiente que vi fue a Ely Intentando entrar al baño de Hombres. Si no hubiera sido por Omar, tal vez lo hubiera hecho.
- ¡Justin! - la voz de Diego me sacó de los pensamientos. El llevaba a un lado sostenida del brazo a Ursulla, la cual estaba riendo y viendo cosas. Al menos eso pensaba al verla reir mirando a la nada misma. - ¡Hay que sacarlas de aquí! - ¿Cómo era posible santa Estupidez? Todos nosotros estabamos sobrios y ellas o se habían tomado todo el refrigerador de "Foot Locos", o eran muy malas tomando y cualquier cosa se les subía a la cabeza. Definitivamente, el momento era uno de esos en los que dices ¿Que Mierda Ocurre aquí?
- ¿Dónde están todas?
- Pues, vi a Gale con Sarah y Ely, luego llegó Frank con Lucille cargada en su espalda y Helena estaba bailando con unos idiotas. - bufó molesto. - Gale los alejó mientras que Omar la llevaba hacia afuera. - Yo asentí, aturdido. Pensar en todo un viaje de Media hora a casa para llevarlas... sería muy dificil ponernos de acuerdo con 5 borrachas como copilotos.
- ¿Cómo las llevaremos a casa? - Pregunté un tanto intimidado por la idea. Diego me miró con los ojos en Blanco mientras que Ursulla Alaba de su brazo pidiendo su atención.
- ¡Quiero Besarte! ¡Besame! - le suplicaba. Por el rostro de Diego, eso realmente le asustaba...
- No lo sé, pero hay que pensar en algo rapido. - habló alarmado. - llevaré a Ursulla afuera con Omar y Helena y Guilly. - Yo asentí mientras que miraba alrededor para hubicar al resto.
Eramos Seis chicos contra Cinco chicas. Y aun así veía complicada la regresada a Nove... Es que una mujer Borracha es Igual a 20 mujeres en rebajas. Al menos eso parecía ahora que tenía al frente cinco.
Fui donde Gale estaba con Frank, cuidando a Lucy y a Sarah.
Helena estaba Afuera.
Ursulla ahora tambien.
Sarah y Lucille, las tenía enfrente.
Faltaba Ely. ¿Dónde se había metido Ely?
- ¿Dónde está Elizabeth?
- ¡¿No la tienes tu?! - Preguntó Gale alarmado.
- ¡No! - Constesté asustado. Ese lugar estaba lleno de Idiotas que podrían tomar facilmente la oportunidad de aprovecharse de alguna de ellas y su estado en cualquier sentido que se pudiera. - ¡Yo se las había dejado Aquí! ¡Diego me dijo que estaba con Ustedes!
-¡Nosotros no la vimos! - Frank y Gale intercambiaron miradas mientras que yo examinaba el Lugar por encima, intentando encontrarla.
Eso si sería una Locura.
Gale y Frank llevaron a Lucy y a Helena hacia afuera con los demas. Al final terminamos Yo, y Ely, a la cual no veía por ninguna parte. Me estaba comenzando a alarmar de sobremanera, cuando vi su figura danzando en medio de la pista con un fulano de finta no muy grata. Al menos no muy grata para mi. Me enojó ver como la tomaba de las caderas... ¡¿Acaso no podía tener un poco de conciencia?! ¡Estaba Borracha! Algo me decía que por eso mismo había decidido bailar con ella.
Caminé por la pista, yendo hacia Ely directamente. Intentando no chocar con nadie llegué a su lado.
- Compermiso. - Dije sin mucho que dejar a desear. Tomé A Ely de su brazo, la cual al verme soltó una carcajada, y el chico no hizo mas seguir bailando con otro grupo de chicas que se veían un tanto... faciles. No me gustaba ver a mis Amigas pasando esas ridiculeces.
- ¡Justin! - alargó Ely, y me abrazó detenidamente creando una llave con sus brazos. - ¡Te extrañe! - volvió a hablar como una niña pequeña. Su abrazo nos detuvo, ya que yo iba tirando de ella para poder sacarla del lugar lo mas pronto posible. Me quedé inmovil mientras que ella solamente me abrazaba. - ¿Quieres bailar conmigo? - habló una decima mas alta de lo que su voz normalmente era. Rodeé los ojos un poco irritado... verla tan borracha me sacaba de quisio, ¡¿Por qué no simplemente podías decir NO a una copa mas Elizabeth?! ¡¿Por qué?!
- Tenemos que ir a casa. - Tomé sus muñecas y deshice el pequeño y debil nudo que había creado alrededor de mi.
- ¡¿Tan Pronto?! - Hizo puchero mientras que soltaba una carcajada desde el fondo de su pecho. - Mejor Bailemos. - alargó caprichosa. Respiré profundamente, procurando calmar mis nervios.
- Son casi las Cuatro de la Mañana, Elizabeth. - Mentí. De hecho eran a duras penas, la Una.
- ¡No podré bailar en casa de Nina! ¡Quiero bailar aquí! - Suplicó otra vez.
- ¡Vámonos! - dije ya en tono de exasperación.
- ¡Ash! - refunfuño. La tomé de la muñeca y jalé de ella sacandola del lugar lo mas rapido que se pudiera.
Aunque estuviera borracha y tomada hasta el punto de no saber ni su mismo nombre, no se portaba tan caprichosa como había visto que Sarah y Helena estaban. Minimo seguía siendo la misma Ely que me hacía caso cuando en el fondo de si sabía que yo estaba lo correcto, aunque su orgullo nunca lo dejara admitirlo.
Caminamos hacia la salida del Club, y nos encontramos con el resto de los chicos.
- ¿Cómo nos Vamos? - le pregunté a Frank, el cual tenía a Lucille colgada del brazo, casi literalmente.
- Tenemos que ir a dejarlas en sus casas. - objetó Diego, nervioso de ver a Ursulla tan, pero tan mal.
- ¡Los padres nos matarán a nosotros! ¡Son sus Princesitas y se las entregamos Borrachas! - Los ojos de Guilly casi se salen de su sitio cuando objetó su punto. Yo, por un momento me sentí aliviado: Yo vivía en el mismo lugar donde Ely, por lo que no tendría que enfrentarme a padres enojados. Podía facilmente meterla a su habitación, encerrarla, esperar a que durmiera y poder dormir tranquilo yo tambien, cosa que con las otras chicas no se podría.
- Ya, calma. - habló entonces Omar dejando su mano sobre el hombro del Alterado Guilly. - Conocemos a sus padres desde hace años. Les decimos que se pusieron un poco locas y que preferimos Sacarlas del lugar antes de que sucediera algo un poco loco... Hay que procurar demostrarles que no nos dimos cuenta de cuando sucedio, y que nosotras las salvamos. Podríamos ser los Heroes de la noche.
- Nada de Heroes. - dijo Frank casi frenetico. - ¡Están Borrachas!
...
Ely bajó descalza del auto mientras que Omar la sostenía de sus brazos para que no se callera. Yo tomé sus tacones, y caminamos los tres hacia la casa, Omar y yo intentando no hacer ruido y callando a Ely cada seis segundos para que no hiciera alboroto, pero parecía que mientras mas veces le dijeras "Callate" mas hablaría. Era molesto.
- ¡Sh! - Dijo Omar tapandole la boca a su prima. - Mis abuelos nos escucharán, saldran a ver que sucede, y te verán borracha. - susurró al oido de Ely en tono exasperado.
Me adelanté a su paso, y tomé las llaves para abrir la puerta.
Todo estaba apagado; tan solo la campana de la estufa estaba encendida a lo lejos, y la Luz exterior del poste de Luz entraba atravezando la cortina de la sala. Se veía bastante... obscuro. Bueno, estaba obscuro. Bueno... como sea.
- ¡¿Dónde está la fiesta?! - Grito Ely, para que después yo y Omar le taparamos la boca al mismo tiempo. ¡Que frustración!
- ¡Callate! - susurramos. Ella soltó una carjada y se zafó de nuestras manos. Sin decir otra palabra, fue dando saltitos como conejo hacia su habitación.
¿Qu...Qué? ¿Que le pasaba? Tal vez la habían drogado. O Sin lugar a dudas estaba muy, muy borracha.
Omar la miró con la misma expresión que yo, mas aun cuando se fue de Lado y chocó con la pared; aunque pareció no notarlo, ya que siguió su camino por todo el pasillo como si nada hubiera ocurrido.
- Nunca había visto a Elizabeth Así... - Masculló Omar, para después tragar gordo ante la idea de verla así cada fin de semana.
- Creo que es mejor que te vallas, Omar. - suspiré.
- Tienes razón. - concordó conmigo. - Me siento... agotado. - infló su pecho para luego dejar salir todo el aire.
Yo tambien me sentía agotado, agotado de mente y de cuerpo, de tener que aguantar a cinco chicas ruidosas estar como Locas gracias a unas copas de mas. ¿Por qué se habían empezado a emborrachar? Tenía entendido, ninguna de ellas era fanatica de la bebida... y ahora me encontraba en casa, con una borracha que saltaba como Conejo en pradera de flores silvestres.
- ¿Podrás con Ely? - Preguntó Omar. Yo fruncí el ceño y asentí.
- Después de verla tan contenta hacia su habitación, algo me dice que ya no saldrá. Se quedará dormida en cualquier momento. - Omar tragó gordo.
Tomé un vaso de agua, y me lo empiné en la garganta. Me di cuenta entonces de que mi garganta estaba seca, quizas por tanto estrés... es que lidiar con cinco chicas borrachas es posiblemente de las cosas mas dificles que me ah tocado hacer, mas cuando todas se ponen locas al mismo tiempo y "quieren" la atención de todos con sus gritos y jalonéos.
Ely ya no hacía ruido, y asumí entonces que ya se había dormido, por lo que me tranquilicé un poco, y por primera vez en horas respiré tranquila y profundamente. Gracias al Cielo que podría dormir esa noche... El sonido de algun plato o vaso estrellandose contra el suelo me quito ese sueño. ¡Mierda! ¡Ely estaba despierta! El sonido de una puerta abrirse, seguido de otro sonido igual me alarmó. ¡Joder!
Salí de la cocina a paso rapido, y entré al pasillo solo para encontrarme con la puerta de la habitación de Ely abierta, al igual que la puerta del baño, de la cual salía la luz amarillenta del foco. Ely estaba allí.
Caminé hacia el baño, y cauteloso me asomé por la puerta. Ely llevaba un short para dormir y una blusa cualquiera; Minimo había tenido la descencia de cambiarse... era extraño, pero no tuve oportunidad ni siquiera de cuestionarmelo.
- ¿Ely? - pareció no escucharme. Di otro paso entrando al baño, mientras que ella parecía tener musica interiormente ya que movía los brazos de un modo extraño; tal vez pretendía bailar.... Dios, Elizabeth. - Ely. - hablé mas claro y fuerte, pero ella seguía en la Luna. Esta vez ya no tuve precaución alguna, y caminé hacia ella, tomandola del brazo y haciendola girar. Ella pareció apenas darse cuenta, y cuando me vió sonrió como tonta, para después carcajearse.
- ¡Justincito! - me abrazó por el cuello, y se dejó caer casi colgandose de sus brazos. Yo la sostuve de sus codos mientras que ella solamente reía y reía.
- Debes dormir.
- ¿Quieres dormir conmigo? - alargó y alzó una ceja. Otra carcajada.
- Estas muy, muy, muy borracha.
- ¡Quiero dormir contigo Bieber! - ¡Borracha Elizabeth! ¿Cómo la Calmaba? Ya hasta empezaba a delirar... - ¡Andale! ¿Si? - hizo un pequeño puchero, para después volver a reir. ¡Se reía muchisimo!
- Ya, te ire a acostar.
- ¿Te quedarás conmigo?
- ¡No! - la sostuve por sus brazos, mientras que intentaba relajarme. Ely no tenía la culpa de decir tantas estupideces en una sola frase, así que no me podía enojar con ella por su estado que la mantenía totalmente inconsiente a lo que pudiera llegar a decir. - Ya, vete a dormir.
- ¡No!
- ¡Elizabeth!
- ¡Besame! - suplicó, mientras que mis ojos se quedaron en blanco. Sin embargo, no tuve mucho tiempo para negarme a eso, ya que Justo al momento en que estaba a punto de renegar, Ella se zafó de mis manos y rodeó mi cuello con sus brazos, juntando nuestros labios. Estaba Besando a Elizabeth... un panorama que jamás me había imaginado. Aunque, admitiendolo.... ese beso me había gustado.
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Una escritora sin amor.
RomanceUna escritora Sin Amor Ella, es una chica llamada Elizabeth. Con 19 años, busca entrar a la universidad con una Beca estudiantil para Literatura, y se encuentra con un pequeño concurso de la misma institución que puede hacer que la cantidad de su b...