XIV
MAXON
Ni siquiera cuando comenzó la Selección había estado tan nervioso. No sabía a qué hora presentarme o qué encontraría si me presentaba ante ella.
¿De qué hablaríamos? ¿Qué haríamos al hallarnos finalmente a solas?
Me llevé la piedra roja a los labios y los acaricié recordando el baile. Cerré los ojos y sonreí casi con dolor.
Aquel contacto había sido mucho mejor de lo que me habría esperado y la sensación de su piel con la mía aún no podía quitarla de mi cabeza.
Su aroma, la textura de su cuello cuando lo rocé sutilmente.
Un escalofrío me recorrió. Enredé la cadena entre mis dedos y contemplé aquella pequeña piedra. Era de vidrio, bisutería callejera. Pero solo por ser de ella tenía un valor incalculable.
No sabía qué me había llevado a quitársela de esa manera. Fue un arrebato, algo que necesité hacer.
No podía hacer nada en aquella pista de baile con todos los ojos sobre mí, con mi padre estudiando cada uno de mis movimientos, con Kriss observando mi actitud, con mi madre siendo cómplice de mis secretos.Pero necesitaba ese acercamiento. Necesitaba... tocarla. Saberla real.
Y había superado cualquier expectativa cuando ella reaccionó con la misma intensidad.
Cerré los ojos y apoyé la cabeza en el respaldo del asiento. Sin mi padre en el palacio la semana sería mucho más llevadera.
Abrí los ojos contemplando el jardín ante la ventana. Había algunos soldados entrenando, los caballos se vislumbraban al fondo. Alguien debió haberlos sacado a correr.
Observé la piedra en mi palma y recordé lo que había ocurrido en ese baile.
Cuando le solicité a Valiant que hablara con ella jamás creí que me enteraría de ciertas cosas que cambiarían mi perspectiva en cuanto a la vida que llevaba en el palacio y de la gente que trabajaba en él. Y sabía que America pensaba del mismo modo.
Me lo había dicho: los italianos querían ayudarme.
Esa noche bajé sigilosamente a los jardines cuando Valiant desapareció con America. Solo él sabía que yo estaba ahí y me hizo algunas señas para que me escondiera detrás de los pilares que sostenían el balcón.
Ella había confesado, había dicho que lo del italiano era una farsa. En esos momentos no sabía si reír o gritar. ¿Cómo pude haber sido tan idiota?
No obstante, podía ser una farsa para los medios, pero Philippo al parecer sí había tenido intenciones con ella. La diferencia era que America había sido la que lo había rechazado.No podía evitar preguntarme ¿qué la llevó a hacerlo?
Philippo era un príncipe, el heredero del trono más poderoso de Europa, iba a liderar el tratado que comandaba casi a cinco naciones. Él se había fijado en ella, por supuesto. ¿Quién no lo haría?
Pero... ¿por qué ella no se sintió atraída por él?Aquello solo me hacía suponer que su corazón tal vez aún estaba esperando por algo más. Alguien que no fuera Philippo.
Pero, ¿cómo saber si ese alguien era yo?
Tal vez me había precipitado al haber creído que ella podía fijarse en alguien como él. Ella era humilde y sencilla, era seguro que el foco de su atracción sería alguien tan humilde, honesto y sencillo como ella, aunque un pomposo príncipe le ofreciera el mundo a sus pies.
¿Y si eso me contaba a mí? ¿Y si yo era demasiado suntuoso también para ella?Cerré un ojo cuando la luz del sol me molestó al rebotar contra el vidrio y recordé la conversación que sostuvo con Valiant.
Aunque tuve la información que necesitaba era peligroso salir del escondite. Tuve que mantenerme en silencio por largo rato, cuando repentinamente la conversación se transformó.
La historia de Valiant era algo que desconocía. Sabía que tenía una hermana y que estaba enferma, pero jamás creí que ni siquiera el estatus de su casta le daba suficiente dinero como para poder tener una mejor vida si todo lo que ganaba iba para ella.
Si eso sucedía siendo un dos, no me quedaban dudas que las castas inferiores no tendrían un índice de vida muy alto si corrían aquella suerte.
Apreté la piedra entre mis dedos. Por cómo America había respondido a aquella historia sabía que algo había calado en ella el tema de las castas. Más de lo que tal vez ya era de esperarse.
La cuestión era, ¿por qué rayos yo no me había dado cuenta de todo aquello?
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La Única (COMPLETA)
FanficEsta historia estará disponible en Wattpad hasta que comience a subir los capítulos nuevos de la versión original. Para más información lean la nota al final de los capítulos. ¡Atentas a mis anuncios! .... América no fue la elegida, los sureños jamá...