Capítulo 9. Te invito a un helado.

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{En multimedia Brian}

PUNTO DE VISTA DE COURTNEY

Es viernes.

Me levanto de la cama principalmente porque mi queridísima hermana Francesca, de doce años, comienza a tocar el xilófono a las seis de la mañana, desde su habitación. Sin embargo, el ruido que produce llega hasta la mía.

No me mal interpreten, mi hermana toca fenomenal pero no creo que a nadie le agrade la idea de ser despertada por un instrumento musical, que produce ese sonido, a las seis de la mañana.

Como estoy despierta empiezo a prepararme para el instituto, aunque aún queden dos horas para que comiencen las clases.

Voy al baño y después de terminar de asearme, me dirijo hacia mi ropero donde elijo algo sencillo para ponerme, me hago una trenza hacia un lado y me pongo un poco de brillo labial.

Salgo de mi habitación y entro al cuarto de Francesca dándole primero unos leves toques a la puerta.

Su cuarto está pintado de color verde porque es el favorito de mi hermana. Su cama está colocada en el lado izquierdo de su habitación, donde tiene varios posters y algún que otro asiento, mientras que en el lado derecho es donde tiene las estanterías con libros y un mueble donde guarda sus instrumentos y las cosas relacionadas con ellos.

A diferencia que en la mía, su habitación no tiene una puerta con algún baño.

—¿Por qué tocas desde tan temprano? —le pregunto algo somnolienta. Ella mi mira nerviosa.

—Tengo que practicar si quiero entrar en el grupo de música del instituto, las pruebas son a partir de la semana que viene —responde mientras se encoge de hombros.

Eso me hace pensar en que tengo que ir eligiendo que canción quiero hacer para el grupo de canto y también practicar un poco para lo de animadora.

Lo bueno de este último club es que Caitlin hará la prueba conmigo.

—Pues que te vaya bien con ello Frannie —es lo último que le digo a mi hermana antes de salir de su habitación.

—Gracias Courrie —oigo como me agradece una vez cierro la puerta de su cuarto.

Y sí, mi hermana me tiene puesto ese apodo que suena a comida, aunque ya estoy acostumbrada a oírlo.

Bajo las escaleras y voy hacia la cocina. Abro la nevera y observo que es lo que puedo tomar como desayuno. Tiene que ser algo que me mantenga activa y sacie mi apetito ya que el desayuno es la comida más importante del día.

Al final termino optando por comerme un sándwich de jamón y queso, junto con un vaso de leche caliente.

No me gusta la leche fría, me resulta extraña.

Poco a poco mi familia va llegando a la mesa y terminamos desayunando todos juntos. Mi familia y yo vivimos en esta ciudad, concretamente en esta casa, desde que nací prácticamente.

—¿Qué tal os está yendo en clases chicos? —nos pregunta mi padre, Tobias.

Él es un hombre de cuarenta y dos años, su cabello es castaño, es alto y tiene una piel bronceada.

El club de las C Donde viven las historias. Descúbrelo ahora