28. Demasiado para una noche

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Capítulo 28. Demasiado para una noche.

NARRA CANDICE



Estar con Eiden me hace feliz.

O eso es lo que quiero pensar.

Cuando estamos bien me lo paso genial con él. El problema está cuando peleamos puesto que siento como si el mundo se me cayera encima. ¿Es así como se siente el amor? Una vez leí que si el amor dolía no era amor pero, ¿no es que nadie dijo que la vida fuera fácil?

—¿Entonces no te gusta Daniel nada de nada? —pregunta Eiden por decimoquinta vez.

Es gracioso ver como la confianza es algo que te ganas día a día pero puedes perder en un solo segundo. Que irónico.

—No Eiden, no me gusta Daniel.

Él asiente pero sé que no está muy convencido aún. Lo peor de todo es que si hubiese sido él quien me hubiera puesto los cuernos yo no hubiese dudado en perdonarle.

Ambos nos quedamos de pie, uno frente al otro en silencio bebiendo nuestras bebidas. Ni siquiera sé dónde está Cecile y aunque ahora esté con Eiden no sé por qué me invade un sentimiento de soledad enorme, como nunca antes.

Quiero a Eiden pero él no me quiere a mi y cada día lo único que consigue con sus actos es hacerme dudar aún más si he hecho lo correcto en seguir con él.

—¿Te ha gustado otra estando conmigo? —pregunto sin pensarlo. Él me mira confuso. Sé que no es una pregunta muy corriente para estas circunstancias, aún así quiero que la responda porque necesito saberlo. Tal vez por eso nuestra relación se está apagando y no es como antes.

—¿Y eso a que viene?

Que dude en responderme solo me hace temerme lo peor.

—Responde, por favor.

—Desde que salimos eres la única chica a la que veo con esos ojos Candice —Sonrío tímidamente ante su respuesta. Siempre sabe como solucionar las cosas.

Cerca de nosotros están los demás del equipo charlando, entre ellos ahora se encuentra Brian que está hablando cómodamente con mi hermanastra, Jessica y Nathan.

Teníamos que haber traído a Caitlin.

Sin previo aviso, Eiden tira de mi sacándome a bailar junto a él. Ambos nos movemos al ritmo del otro, estamos igual de sincronizados que siempre. Todo parece perfecto hasta que alguien tira de mi y me hace volver a la cruda realidad.

—¿Has visto a Cecile? —pregunta Brian bastante preocupado.

Desde que empecé a hablar con Eiden había perdido de vista a mi amiga.

¡Cómo puedo ser así de despistada!

Pensé que estaba contigo o que se había ido ya —me disculpo sin saber que decir para no quedar como la pésima amiga que soy.

Brian resopla. Él empieza a mirar de un lado para otro y yo hago lo mismo.

—¿Todo bien? —me pregunta Eiden al ver que no sigo bailando con él.

—Por casualidad no sabes dónde está Cecile, ¿no? —pregunto sabiendo que la respuesta será negativa.

Él niega con la cabeza.

—Ya la buscarás luego, seguro que está liándose con cualquiera que haya pillado por ahí —afirma dejándome ver la mala impresión que tiene de mi mejor amiga. Sé que Cecile no es una persona que tenga lo que se dice una buena fama pero nunca pensé que Eiden la viera con esos ojos. Hemos salido los tres juntos lo suficiente como para que sepa que mi amiga no es así.

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