Capítulo sin editarAclaración: este capítulo empieza un poco antes de que Candice saliera del cuarto de Eiden.
Capítulo 31. El que quería ser su príncipe y rescatarla
NARRA CECILE
La noche de anoche fue un completo desastre. Candice y Eiden peleando al igual que Jessica y Nathan, Brian a veces fuera de lugar, Eiden terminando en el hospital y yo acostándome con Daniel. Porque sí, señoras y señores, anoche perdí lo que nuestra sociedad denomina como la virginidad.
No voy a mentir, desde hace un par de meses sí que había empezado a hacer cosas con ciertos chicos pero nunca había llegado a tal punto. La verdad es que no sé qué pasó por mi cabeza en ese momento, no sé si fue el alcohol, si darme cuenta de que nunca tendría a Brian y podría llegar a ese punto con él o si ayudó que Daniel estuviera pasando por una situación similar, solo sé que ocurrió y en ese momento se sintió tan bien como para volver a repetirlo una segunda vez.
Soy horrible, lo sé.
¿El problema? Ahora que estoy menos ebria que anoche me arrepiento. No del acto en sí, ni de lo que puedan opinar el resto de personas por haberlo hecho a una edad temprana dentro de lo que cabe (aunque bueno hay gente hoy en día que lo ha hecho muchísimo más temprano que yo y no tiene por qué ser malo. Además, a los dieciséis supuestamente uno ya es capaz de dar consentimiento), ni siquiera de donde lo hice (un baño por si no queda claro) sino de con quién lo hice.
Lo hice con D A N I E L. Sí, el mismo chico que tiene loca a mi mejor amiga porque aunque ella lo niegue en el fondo sé que siente cosas por él y sí, también es el mismo chico que se encargó de humillarla el primer día de clase, no nos olvidemos de ello tampoco. Aquí se habla de lo bueno y de lo malo.
La cuestión ahora es cómo voy a mirar a Candice a la cara. De momento, ha ido a buscar a Eiden que sigue hablando con Courtney en su cuarto. Sin embargo, sé que quiera o no, es algo que debo de contarle. La cosa es que no sé cómo hacerlo sin que me mate por ello.
En realidad es gracioso pensar que estuve tanto tiempo machacando a Courtney por pensar que tenía algo raro con Eiden y porque Brian estuviera detrás de ella y ahora voy yo y me acuesto con el tío con el que mi mejor amiga engañó a su novio.
Seguiría divagando sobre mis problemas si no fuera porque alguien llama mi atención tocándome la espalda. Me giro en busca del causante y ahí tengo esos ojos verdes mirándome igual de brillantes que ayer cuando simplemente hablábamos.
Es incómodo, totalmente incómodo y más en un hospital tener que hacer frente a esta situación.
—Hola —Daniel se rasca la nuca y me observa un tanto desconcertado. Él no sabe que decir tampoco.
Y pensar que ayer tuve sexo con este señor.
—Hola.
Hago un vano intento por sonreír de la forma menos falsa posible. No muestro mis dientes porque creo que eso quedaría demasiado exagerado y tampoco es lo que quiero.
—A lo mejor deberíamos de hablar de lo de anoche —Daniel me mira en busca de una respuesta afirmativa. En su lugar se lleva un incómodo silencio cargado de una mirada llena totalmente de culpabilidad y nerviosísimo—, ¿no crees? —termina añadiendo con el fin de que no tenga elección y deba darle una contestación.
Que saldrá de esto.
Me muerdo el labio tensa por cómo podría ir esa conversación. Está claro que si vamos a tenerla no será aquí delante de los demás, que con los cotillas que son al final se enteraría más de medio instituto.
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El club de las C
Novela JuvenilCandice, Courtney, Cecile y Caitlin acaban de comenzar su cuarto año en el instituto. Sin embargo, lo que no saben es que con la llegada de un nuevo curso sus vidas darán un cambio drástico, se enamorarán incluso de quien nunca habían esperado y les...