Capítulo 16. ¿Quedarse en silencio o contar la verdad?

1K 97 24
                                    


Conseguimos los 1.000 leídos en la historia! :)
Muchísimas gracias a todos 💗

PUNTO DE VISTA DE CANDICE

De pequeña cuando mi padre solía vivir con nosotras yo me daba cuenta de cómo le ocultaba algunas cosas a mi madre. Cuando rompía algún objeto, guardaba silencio; cuando salía por las noches a escondidas y al día fingía que nada había pasado; cuando bebía cervezas a escondidas de mamá y se las llevaba al garaje...

La mayor parte de la vida de mi padre era todo un secreto tras otro, mentiras que repetía una y otras vez pensando que mamá e incluso yo éramos lo suficientemente ilusas como para creérnosla y en cierta manera lo fuimos.

Fuimos lo bastante ilusas para no ser capaces de darnos cuenta y aceptar la realidad. Sí, aceptar que papá mentía. Muchas veces me quedé en silencio cuando veía las malas actitudes que tenía todo por miedo a perderle.

Ahora pensando en lo ocurrido con Daniel el otro día no puedo dejar de recordar esos momentos y pensar en qué...¿Qué es lo correcto? ¿Ocultar la verdad para  no hacerle daño a Eiden o decirle la verdad y arriesgarme a romper nuestra relación?

Si lo reflexiono detenidamente pienso que lo correcto sería contarle la verdad. Sin embargo, ¿es acaso eso lo mejor para todos?

—Candice, mira, allí está Cecile, deberías ir a hablarle —La voz de Courtney me saca de mis pensamientos relacionados con mi complicada vida amorosa.

Algunas personas se quejan de tener una vida sentimental inexistente,  en mi caso yo me quejo de tener una bastante más existente de lo que me gustaría.

—Cierto, ahora vuelvo chicas —le comento a Courtney y Caitlin quienes me miran con ápices de esperanza porque Cecile me perdone por haberlo dicho aquellas palabras el viernes.

El resto del viernes no la vi más por clase. Intenté llamarla, mandarle mensajes disculpándome e incluso ir a su casa pero parece ser que en estos tres días que han pasado su enfado no ha disminuido o no ha dado las señales de haberlo hecho.

Apresuro el paso hacia mi mejor amiga, quien se encuentra hablando de forma coqueta con nuestro profesor de deporte, es decir, Peter Marshall.

Siento cierto asombro al ver la forma tan entretenida en la que hablan. Me pienso varios segundos sin interrumpir hasta que finalmente termino haciéndolo.

Ya hablará con él en otro momento.

—Cecile, ¿podemos hablar? —pregunto. Mi mejor amiga duda si dejar a un lado su conversación con el profesor Marshall o si ignorarme y seguir como si nada. Finalmente es el profesor quien da su brazo a torcer, echándome de cierta manera una pizca de ayuda.

—Mejor os dejo solas, nos veremos en clase chicas —Se despide de forma general. Sin embargo, a la única de las dos a la que mira mientras expresa sus palabras es a Cecile.

No me hace falta ser adivina para saber que el profesor Marshall tiene cierta preferencia por mi mejor amiga desde el día que comenzó a dar clases en este centro.

—¿Qué quieres?¿Vienes a seguir recordándome la vida tan triste y patética que tengo? —Cecile sabe dar donde duele y esta vez ha acertado de forma plena.

Miro a nuestro alrededor intentando ganar un par de segundos para encontrar las palabras adecuadas con las cuales hablarle a mi amiga. Ella siempre es muy meticulosa con lo que dicen los demás y suele llevar las cosas al extremo pesimista.

—Cecile, yo no quise decir eso y lo sabes, por favor perdóname amiga, no puedo estar sin ti, te extraño muchísimo —Lloriqueo durante varios segundos intentando hacerla reaccionar y darse cuenta de lo importante que es ella para mí.

El club de las C Donde viven las historias. Descúbrelo ahora