El club de las C

Capítulo 14. ¿Para que tener un crush si puedes tener nutella?

(En multimedia Caitlin)

PUNTO DE VISTA DE CAITLIN

Después de una semana sin saber si estoy dentro del equipo de las animadoras o no, hoy, martes, se resolverá mi duda.

Sé que Cole me dijo que si voy a hacer algo que lo haga porque me guste a mí, no por impresionar a un chico o al resto.

Es por ello que esta semana me estuve planteando si retirarme antes de tan siquiera saber si estoy dentro. Sin embargo, al final lo pensé mejor y me he dado cuenta de que tal vez si entro en el grupo de las animadoras puedo entretenerme, es decir, puedo tomarlo como un hobby donde mis problemas personales se dejan a un lado.

Camino por los aparcamientos del instituto donde me encuentro con dos de mis tres mejores amigas, Courtney y Cecile.

—Llego la pequeñita —me saluda Cecile mientras despeina mi cabello. Rápidamente aparto su mano de mi cabeza y me acomodo mi pelo.

—Estoy nerviosa —resopla Courtney.

En este momento las tres estamos en la entrada del instituto esperando por la cuarta integrante del grupo de las C.

—¿Y eso por qué? —le pregunta Cecile como si no supiera que hoy dicen quién entra en cada grupo del instituto.

—Porque quiero saber si entro en el grupo de canto y en el de las animadoras —le responde Courtney jugueteando con sus dedos por el nerviosismo.

Una pequeña risa se escapa por mi boca al ver como Courtney comienza a desesperarse.

—Yo no estoy tan nerviosa —digo mientras me encojo de hombros. Al oírme Courtney deja de mover sus dedos y me mira con asombro.

—¿Y eso por qué? —me cuestiona esperando una respuesta convincente por mi parte. Cecile comienza a mirarme de igual manera que Courtney.

No tardo mucho en darles una respuesta.

—Porque mi vida no va a cambiar porque me cojan o no, es solo un grupo, quizás un hobby más —cuando mis amigas me escuchan comienzan a reflexionar sobre lo que he dicho.

Cecile es la primera en reaccionar. Esta me agarra por la espalda y comienza a revolverme mi cabello.

—Nuestra niña ha madurado —dice con un tono de voz como si fuese una madre orgullosa de su hija. Eso hace que Courtney y yo nos riamos.

Es ahí cuando oímos un grito ahogado que nos hace voltearnos pudiendo ver así a la última integrante del grupo, quien viene corriendo hacia nosotras como si se le fuese la vida en ello.

—Creo que es la primera vez que te vemos corriendo tanto —ironiza Cecile mientras que Candice se encorva apoyando las manos sobre sus rodillas y respirando el aire que le falta en estos momentos tras haber corrido a tanta velocidad.

—Yo hago deporte lista, no como tú —le responde Candice a Cecile, una vez que ha recobrado la compostura.

Cecile enarca una de sus cejas haciendo que Candice sonría.

—¿Por qué corrías tanto? —me atrevo a preguntarle a la rubia.

—Pensé que llegaba tarde pero veo que no —comienza a reírse y el resto imitamos su gesto.