Amor no correspondido

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Durante todo el día estuvimos hablando; más bien discutiendo e insultándonos. Pero ha sido entretenido hacerla enfadar. En la salida, ella estaba nerviosa. No quería volver a su casa, pero no le quedaba de otra. Cuando llegamos, su madre y su hermana nos estaban esperando en la entrada. La pequeña me saludó en cuanto me vio, pero noté un ambiente muy tenso entre ella y su madre. Las dos entraron en la casa y yo me quedé con la pequeña y su mascota. Fuimos a la parte de atrás, y subí como de costumbre al árbol y Sophie se sentó en la hamaca.

-¿Qué tal en el Instituto? Yo ya tengo ganas de ser mayor para ir. ¿Es muy difícil estudiar ahí?

-Sabías que la curiosidad mató al gato, ¿no?

-Pero yo no soy un gato. Soy un lobo y me convertiré en el lobo más fuerte del mundo, incluso más que mi hermana.

- Y seguro que lo conseguirás.

Hablar con ella era fácil y no sabía porqué la apoyaba y la animaba. En fin...era un lobo, un enemigo. Pero para mí no lo era, solo es una niña demasiado curiosa. Pasó un rato largo y ella no volvía, y yo estaba medio dormido. Cuando escuché que venía alguien, abrí los ojos y al verla me quedé muy impresionado. Estaba arreglada con un vestido blanco; que le llegaba hasta la rodilla, y tenía el pelo recogido en una trenza.

-Como te rías de mí, te juro que te muerdo el cuello.

-Estás muy guapa, hermanita. -Su hermana se levantó corriendo y la abrazó.

- Gracias Sophie. -Dijo sonriendo.

-Lo digo en serio, ¿verdad que mi hermana está muy guapa, Demian?

Me tomó por sorpresa aquella pregunta y noté como a ella también. Incluso se había puesto roja.

-Que tontería dices. Venga ya es muy tarde, y a mamá no le gusta que te acuestes tarde.

-Que tengas mucha suerte, hermanita. Buenas noches Demian. -Se despidió con una sonrisa y entró en la casa.

-Parece que te llevas muy bien con mi hermana, ¿debería preocuparme?

-Solo es una niña, y una buena informadora. ¿Y ahora qué?

-Ahora a la pradera. Tú te quedarás cerca y muy lejos a la vez. Esos lobos no saben qué estás aquí porque no son de la manada. Por lo que te matarán si te ven. Así que ten cuidado.

-¿Desde cuándo necesito tener cuidado con unos perros?

-Yo te lo he advierto, no quiero problemas. Vámonos.

Nos fuimos hasta la pradera en silencio, no creo que esté de humor para hablar. Cuando llegamos me mandó quedarme por ahí, así que me subí a un árbol y ella se transformó en un lobo. Según me había dicho, no se podían ver en su forma humana, hasta estar seguros de que tienen todo lo querían en una pareja. La vi ir junto a otros lobos, pero se separó de ellos en menos de un minuto y se alejó más yendo a otro lado. Si se iba no podría escuchar lo que iba a pasar y algo me decía que quería saber lo que pasaría. Abrí las alas y la seguí desde el aire hasta que llegó a una pequeña colina, donde había un lobo de un pelaje marrón claro tumbado. Bajé hasta un árbol y me senté sobre la rama. Cuando ella llegó, el lobo se levantó y se acercó hasta quedar en frente de ella.

-*Debes ser la Alfa.*

-*Así es, me llamó Rena Greyback.*

-*Soy el Alfa del bosque del Norte, Sam Williams. Es un placer conocerte personalmente.*

Agachó la cabeza, supongo que en modo de respeto. Desde la distancia a la que estaba no podía oír mucho, lo que me molestaba un poco. Pero no podía arriesgarme más.

Odio o AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora