Odio o Amor

Como Niños Pequeños

En el camino a casa, yo seguía pensando en ella. Cuando de repente Matt, me sacó de mis pensamientos.

-Sai, a ti te gusta la chica aquella, ¿no?

-¿Qué dices Matt? Creo que estar aquí te está afectando.

-Yo también pienso que te gusta Alice, trabaja en la enfermería.

-¿Qué te ha pasado en el brazo?

-Una pelea, unos convertidos nada más...no es nada grave.

-Pues sí, definitivamente es tu hermana.

-¿Y tú quien eres? Eres un humano, ¿no?

-Sí, él es mi mejor amigo, Matt.

-Encantado de conocerte pequeñaja. Vaya si que os pareceis mucho, y no lo digo por el color del pelo.

-Tengo que avisarles de tu sorpresa, espero que te guste.

-Creo que él es el que va a pasarlo mejor que tú, Sara.

-¿Me has hecho una sorpresa por mi cumpleaños?

-Si, bueno... una noche me acordé y empecé a pensar en algo especial.

-Ya tengo ganas de saber que es.-Llegamos hasta su casa. -¿Estás seguro de querer hablar?

-Mamá es capaz de matarme si no le aviso de tu sorpresa. Así que sí. Matt no te asustes.

-Lo dices por lo que pasó antes, ¿no? Que casi nos mata y eso...ah no te precoupes, estoy bien.-Dijo irónico.

-Pero eso pasa siempre que mamá y papá discuten. Siempre acaban así. Hay más marcas de garras y abolladuras en la pared que yo que sé.-Contestó Sara, con una risa inocente.

-Que tiempos...yo también lo viví. Por cada cosa estaban discutiendo.

-Venga vamos.-Entramos en la casa. -Mamá, papá ya estoy en casa.

-Hola Sara.-De repente Rena notó un olor conocido y cuando se giró para ver quien era, se quedó impresionada. -¿Qué...?

-No te preocupes, solo quería deciros una cosa, no le rompas las piernas ni los brazos.

-¿Sigues amenazando con eso? No has cambiado nada.

-Rena, ¿has visto...-? -Mi padre salió de la habitación y quedó de la misma manera que mi madre.

-¡Hola!-Con una sonrisa. -Cuánto tiempo, ¿verdad? Parece que no ha cambiado nada, nada. -Miré para todos lados, viendo que nada había cambiado.

-¿Por qué estás aquí?

-Solo porque se me ocurrió hacer algo para su regalo de cumpleaños y necesito avisaros.

-¿Avisarnos, de qué?

-Lo que Sai, quiere decir es que como no se le ocurría un regalo para su hermana, pues quería llevársela a una pequeña excursión por nuestro mundo.

-¿Al mundo humano?

-Solo sería quedarse una noche conmigo, nosotros la cuidaremos muy bien.

-Además la seguridad que tenemos en nuestro piso es extrema.

-No te pases, Matt.-Mirándolo de reojo.

-Si lo sé, lo siento.

-Venga mamá, yo nunca he ido al mundo humano y me apetece mucho. Además no me pasará nada.

-El sábado te hemos visto en la carrera, y no creo que tu vida sea adecuada para que una niña de doce años esté en ella.

-¿El Sábado?-Me quedé pensativo y me giré a mi amigo. -Matt, ¿qué pasó el sábado?