Odio o Amor

Familia Única

Alice y ellos se quedarían atrás, Sara y yo seguimos adelante. Peor algunos de ellos nos siguieron.

-*Sara, corre hacia las montañas, así no podrán atacarte tan fácilmente.*

-*¿Qué vas a hacer tú, Saiko?*

-*Yo tengo que ocuparme de Tommy, ¡ahora!*-Nos dividimos, ella cambió de dirección y fue hacia un lado y yo seguí adelante. Los demonios también se dividieron en dos grupos, tres iban detrás de mí y los otros dos a por Sara.

Estaba cerca de llegar a la casa, cuando ellos se pusieron en mi camino y tuve que detenerme. Eran dos de los hermanos de mi padre, y Nara también. La verdad es que no quería hacer daño a la peliazul, pero no me importaba hacérselo a mis "tíos".

-¿Por qué no te rindes ya, y dejamos de jugar?

Se querían pelear de esa manera, que así fuera. Me transformé en mi persona humana y me encaré a ellos.

-No tengo miedo de vosotros.

-Parece que crees que nos puedes vencer de esa manera, eres valiente por cambiar a ese forma.

-No necesito los dientes para poder ganaros.

-¿Y tú eres el hijo de mi hermano? Solo me da asco pensar que ha estado con un perro tanto tiempo.

-¿Por qué?¿Por qué pensáis eso de los lobos, qué tienen de diferente a vosotros? Tenemos muchas cosas en común, y eso es lo que algunos como vosotros, sois incapaces ver lo que hay fuera de vuestro territorio. No pienso pelear con ella. Tú no eres como ellos, eres más lista y sabes que es lo correcto.

-Yo, ¿por qué...?-Estaba confundida y seguía siendo tan tímida como siempre.

-Venga Nara, demuestra lo que es un demonio.

-¿Cuándo yo me he metido con algunos de vosotros? Si no me hubieras importado hubiera dejado que esos chicos hubieran hecho contigo lo que quisieran, ¿o no lo recuerdas?

-Sí, pero...yo...

-¿A qué estás esperando? ¡Atácale!

-Si Lucy no me hubiera importado hubiera dejado que Tommy la siguiera pegando hasta matarla, o aquella noche la hubiera dejado llorar. ¿De verdad pensáis que los lobos somos tan malos? Si no me importaran los demonios hubiera dejado a Alice caer aquella vez.

-Yo tampoco quiero seguir con esta guerra...no quiero ver a más gente herida por nuestra culpa.-Nara bajó la cabeza.

-Eres una traidora. -Uno de ellos sacó una cadena y la lanzó contra ella, pero la detuve justo antes de que le diera.

-No voy a dejar que la toquéis. -Saqué las alas y tiré de la cadena con fuerza arrastrando también al hombre, sin que pudiera evitarlo. Lo acerqué a mi y le cogí del cuello, para estamparlo en el suelo, dejándolo inconsciente.

-¡Marcus! -La hermana se enfadó y también sacó las alas y se elevó, intentó golpearme con rapidez y fuerza, pero bloqueaba los ataques.  Yo también me elevé y salí muy rápido hacia atrás, hasta un pequeño bosque. Ella me siguió y la perdí de vista un segundo, cuando de repente algo me empujó y choqué contra un árbol fuertemente, por suerte me recuperé rápido y antes de que ese puñetazo fuera a mi cara, le pegué yo en el abdomen con mucha fuerza, dejándola inconsciente.

-¡Saiko! -Nara fue detrás de mí.

-No dejes que te manipulen.

-Muchas gracias, yo lo siento mucho...yo no quería.

-No te preocupes.

-Si puedo hacer algo para ayudarte...

-A mí no, pero tengo miedo de que mi hermana le pase algo.