Odio o Amor

Costumbres divertidas y amorosas

De repente algo molesto empieza a gritar. Abrí los ojos pesadamente, mientras me acostumbraba a la luz y a sus gritos.

-¡Eh Black, despierta!

-¿Tienes que gritar tanto? Tsk... -Bajé de un salto y me puse frente a ella.

-Ahora no estás en tu casa, aquí nos levantamos así y va a ser igual todas la semana. Así que acostúmbrate. Toma, tienes que desayunar.-Me dio un panecillo, que estaba bastante rico, estaba caliente y era dulce. -Si tengo que matarte de algo, al menos que no sea de hambre.

-¿Qué hora es?

-Deben de ser las siete, o así...

-No entramos hasta las diez, ¿por qué me has levantado tan temprano?-Me quejé molesto.

-He dicho que te acostumbres, ¿acaso no te das un baño antes de ir a clase?

-Sí, pero...¡todavía es muy temprano!

-El lago está un poco lejos, y a esta hora no hay nadie asi que no habrá problemas. Vámonos.

-¿No tenéis duchas o bañeras?-Pregunté confundido.

-No, tenemos el lago y nos llega. Además es mejor que las duchas de clase. Venga vámonos.-Saltó y una vez más la seguí. Vamos andando; casi una hora en silencio, hasta llegar un sitio pacífico, bonito y tranquilo. El agua del lago era limpia y cristalina. No estaba nada mal este lugar. -Ya estamos aquí, hemos llegado.

Estaba admirando el paisaje, y de repente me quedé paralizado. ¿Se estaba quitando la camiseta, delante mía? La tiró hacia a un lado y se giró hacia mí. Enseguida yo me di la vuelta.

-¡Eh!¿Qué estás haciendo?-Odiaba admitirlo pero me había puesto muy nervioso. Notaba como mis mejillas ardían. Seguro estaba más rojo que mi cabello.

-¿No es obvio? Voy a meterme en el agua, ¿no creerás que voy a meterme vestida, no?-Se estaba riendo y yo no entendía por qué tenía que estar aquí.

-Tú no sabes lo que es la privacidad y la intimidad, ¿no? ¿Acaso todos os bañáis juntos?

-Sí, no tenemos porqué avergonzarnos. Ya ves como van los lobos de la manada en el instituto. Casi sin ropa, excepto por los pantalones y poco más.

-Bueno...no he visto ninguna chica ir tan...así.

-Porque las chicas nos reservamos para nuestro compañero.-Escuché el sonido del agua detrás mía, y supongo que ya se había metido en el agua. -¿Te vas a quedar ahí todo el día, o vas a venir?

Miré de reojo a mi izquierda. Cuando vi toda su ropa tirada en el suelo, TODA. Me puse incluso peor. Pero no tenía más opciones, y ella no dejaría de molestarme hasta que me metiera. Al final accedí.

-Está bien, pero date la vuelta.

-Hum...claro...-Me di la vuelta para comprobar que no miraba. Pero al ver su espalda desnuda, mis nervios aumentaron a un nivel...casi preocupante. No me podía creer lo que iba a hacer. -¿Os creéis tan superiores a todos y ahora os da vergüenza enseñar quienes sois? ¿Acaso te hace daño el agua?

-No digas tonterías. Nosotros tenemos nuestro propio baño. No hacemos como vosotros de... esta manera.-Desabrochándome la camisa.

-Siempre tan pijos, no sabéis apreciar nada. Mira a tu alrededor, la naturaleza, el sonido del agua, los animales en su orden natural...

-Tú también eres un animal.

-Es diferente. Los lobos somos...mitad naturaleza y mitad nosotros. No es igual, no se puede comparar.