¿¡Hermana!?

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-280 km/h, eso está genial.

-Pero no superé mi record.

-Eh, lobo híbrido, buena carrera. -Algunos de los corredores se acercaron a darme la mano.

-Igualmente.

-Y aquí tienes el dinero. -Dani llegó y me pasó una bolsa de deporte. -Ya te lo he separado.

-Gracias. -Cogí la bolsa. -¿Matt, te vienes conmigo?

-Sí, claro. Voy a buscar unas cosas y ya vamos.

-Eh Saiko. -Una chica rubia se acercó y me dio un beso. -Buena carrera, el mejor como siempre. -Pasó a mi lado y se fue.

-Gracias preciosa.

-Eh Don Juan, relaja amigo.

-Con esta carita nadie puede resistirse, ¿o es que tú también quieres un beso?

-Mejor ahórratelo. -Apartándose de él.

-Ya estoy Saiko, ¿nos vamos?

-Sí. -Nos subimos a mi coche. -Nos vemos Dani, ¿te parece mañana a tomar algo?

-En donde siempre, claro.-Nos despedimos de él y arranqué.

-¿Has hablado con ellos?-Fuimos a uno de los almacenes abandonados de la ciudad.

-Sí, deberían ya de estar allí. Venga vamos.-Cuando llegamos, aparqué y salimos con el dinero. Vamos dentro, cuando vimos que ya nos estaban esperando.

-¿Tenéis el dinero?

-Aquí lo tenemos, mil, como acordamos.

-Perfecto. -Uno de los matones puso en el suelo una bolsa. -Podéis comprobarlo.

Matt va a verlo, abre la bolsa cogió una pequeña cajita con un par de cableados.

-¿A cuánto puede llegar?

-A 400, es nuestra nueva invención, sobrepasa incluso al Nitro.

-¿Cómo lo ves?

-Parece ser real, esta noche lo instalo para comprobarlo.

-Entonces no veo ningún problema, aquí tenéis, podéis mirar que está todo. -Dándole la bolsa al matón que lo acompañaba.

-Mi jefe está muy interesado en conocerte, vendrá en unas semanas aquí, espero que puedas asistir a una pequeña reunión.

-No veo ningún problema, decidme el día y la dirección e iré encantado.

-Te lo enviaremos por teléfono para confirmarlo, siempre es un placer hacer negocios contigo.

-Está todo.-Cogieron la bolsa.

-Venga vámonos. -Cogimos nuestras cosas y nos fuimos a casa de nuevo. Vivía justo encima de mi taller, donde había un par de coches junto al mío, y un montón de piezas tiradas por ahí. Mientras Matt estaba poniendo la nueva mejor, yo estaba sentado jugando con unas piecitas y mirando por una ventana a un paisaje desolado y desértico alejados de todos.

-Oye Sai, ¿estás seguro de ir a conocer a esa gente tan peligrosa?

-Tal vez de aquí a nada podré ser un millonario.-Dije riendo. -No te preocupes ya sabes que estaré bien.

-Hace años que hacemos estas cosas, ¿nunca has pensando en cambiar?

-¿Por qué lo dices?

-No sé, tal vez solo esté pensando en estar con alguien, formar una familia y esas cosas, y por supuesto tú serás mi padrino.

Odio o AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora