Hermana de Isma (Fanfic Kajal y tú)

La colina

-¿Qué quieres decir con no?

-N-O, no- le deletreé.

-Debemos ir a por tu hermano, ¿o a caso lo vas a dejar allí?

-No, no, no.

-____, ¿estás bien? ¿No quieres ir a buscar a tu hermano?

-No, sí, no sé. No quiero ir allí.

-No te preocupes, no nos separaremos de ti- dijo Auron.

Miré a los chicos, quienes me miraban con una sonrisa. Respiré hondo, para después asentir.

-V-vale.

(...)

Estabamos en el coche, Kajal conducía, Joaquín, Auron y Tiparraco estaban en los asientos traseros mientras yo estaba de copiloto. El cielo empezaba a oscurecer.

-Y ahora gira a la derecha- le indiqué a Kajal, y él obedeció.

Después de más de media hora de trayecto visualicé aquella mansión vieja y mi cuerpo entero se tensó, recuerdos pasaron por mi mente.

-Te eché de menos.

Miré a mi alrededor para ver de dónde salió aquella voz que se me hacía tan familiar, dirigí mi mirada a Kajal, que miraba el camino. Suspiré intentando relajar mi respiración.

-Y-ya estamos- dije y Kajal aparcó el coche a unos metros de aquella vieja mansión. Bajamos del coche, y todos se quedaron observando la mansión.

-¿Quién vive aquí?- preguntó Joaquín.

-Ahora mismo nadie.

-¿Y quién vivía?

-Yo,- los chicos me miraron- mis padres, Isma y yo. Antes de que ellos murieran.

Hubo un silencio. Dirigí la mirada a aquel pequeño bosque con un camino de pierdas, que dirigían a la colina.

-Ese camino se dirige hacia la colina- les dije señalando el camino de piedras.

-Entonces vayamos y no perdamos más tiempo.

-S-sí.

Volví a mirar hacia el bosque y vi una sombra moverse entre los árboles y mi corazón se aceleró. Retrocedí, chocándome con alguien, me giré y vi a Auron mirándome extrañado.

-¿Qué pasó? ¿Qué viste?

-N-nada.

-Vale, tranquilízate. Si no quieres entrar puedo quedarme aquí contigo.

Abrí la boca para hablar pero me interrumpieron.

-No, ____ debe guiarnos hasta la colina- dijo Kajal acercándose a nosotros- si quieres puedes quedarte tu aquí, ya que eres tan cagado.

-¿Cagado? ¡Eso lo serás tú! ¡Entremos allí adentro!

-Claro, claro que lo haremos.

-Chicos tranquilizaros- intervino Joaquín.

-Sí, que empezáis a discutir por cualquier chorrada- dijo Tiparraco.

-Sí, mejor entremos ya al bosque ese.

Los chicos se dirigieron hacia el bosque mientras yo seguía inmóvil.

-____, ¿vienes o qué?- me preguntó Kajal desde lo lejos.

Me acerqué a ellos y nos adentramos al bosque. Tiparraco llevaba una linterna para iluminar el camino que casi no se veía por la oscuridad. Yo les guiaba hacia la colina hasta que un aullido nos hizo parar. Un aullido de lobo. El lobo seguía aullando hasta que se paró en seco. Con miedo me agarré al brazo de Kajal con fuerza. Este me miró y me sonrió.

-No pasa nada, no tengas miedo- dijo para luego darme un corto beso en los labios.

Le sonreí y seguimos el camino. Después de 10 minutos caminando llegamos a la colina, me paré en seco al ver una sombra y los demás hicieron lo mismo.

-¿I-Isma?- pregunté.

La sombra paró de hacer lo que estaba haciendo. Para mirar hacia nosotros, unos ojos verdes brillaban entre la oscuridad. Y, aunque apuntáramos con la linterna al individuo, este estaba muy lejos como para ver quién era.

Después de observarnos, este se puso de pie y se fue corriendo.