Narrador.*
Había pasado una semana desde que Camila había comenzado a trabajar en aquel lugar con Lauren Jauregui, la moreno había aprendido rápido, sorprendiendo a todos inclusive hasta a ella misma, pero Camila tenía un problema, no tenía la ropa adecuada para trabajar allí. Y por más de que Verónica y Normani insistieran en ayudarla con ese asunto, la chica de ojos chocolate se negaba, pero a costa de eso estaba siento la burla de alguna que otra rubia sin escrúpulos y solo etiquetas que trabajaban allí. No estoy diciendo que sea malo pero de pasar a una rubia con curvas con Gucci o Chanel y además escotado, pasábamos a Camila muy delgada y cubriendo todo su cuerpo con busos largos y "cuello tortuga".
Lauren sabía que la Camila que se sentaba a ver varios minutos correr de un lado para otro al frente de su oficina ya no era la niña que era antes, lo tenía más que claro, pero quería saber de ella. Lauren tenía la necesidad de preguntar qué había pasado, no tenía la misma sonrisa, menos el mismo brillo en los ojos, estaba siendo muy reservada y además de ello ni siquiera le dirigía la palabra a las tres mujeres de alto puesto en la oficina.
-Por qué crees que se comporte así? – Preguntó una ojiverde a sus dos amigas que miraban a la misma dirección que Camila.
-No lo sé, está bien rara. A veces desde mi oficina la veo temblar un poco antes de irse. – Terminó Normani aún con los ojos puestos en ella.
-No te dijo nada en la entrevista, Vero? – volvió a cuestionar Lauren ahora dirigiéndose a su amiga.
-No le hice preguntas. – Verónica se encogió de hombros mientras sus dos amigas le dirigían la mirada.
-¿Cómo que no le hiciste preguntas? – Ella negó. – Cómo la contrataste? – volvió a cuestionar la ojiverde.
- Ella entró y yo la contrate.- Se encogió de nuevo de hombros. – No pensé que fuera importante entrevistarla.
-Eso es.- susurro Laure Jauregui levantándose de su puesto y caminando hacia la puerta. – Camila, necesito un favor. – Camila dejo de hacer lo que hacía para mirarla.- Necesito que vayas a la sala de juntas dentro de cinco minutos. – Camila asintió y Lauren volvió a entrar a la oficina.
-¿Qué se supone que vas a hacer? – Cuestionó Normani.
-La voy a entrevistar. – en ese momento mientras Lauren decía eso la puerta fue tocada suavemente para así dejar ver a una Camila un poco timida.
- Disculpe señorita Jauregui pero ¿Cuál de las tres salas de juntas? – Vero soltó la carcajada mientras Normani golpeaba en el hombro a su amiga.
-Señorita Cabello, hay siete salas de juntas en este edificio, y la única que yo utilizo esta en este piso. – Camila se sonrojó un poco – así que si quiere le acompaño de una vez. – Camila asintió tímidamente y de nuevo comenzó a temblar un poco y esto no pasó desapercibido por Lauren.
Cuando llegaron a la enorme sala de reuniones, Lauren se sentó en su sitio habitual, que por cierto era la punta de aquella gigantesca mesa, para su acompañante sentarse dos sillas después de ella.
- Te voy a contar de que trata esto, Camila- encendió su computadora y abrió Candy Crush – Es simple, como notaste la señorita Iglesias no realizo el seguimiento adecuado con usted al contratarla.
- Eso significa que me van a despedir? – Susurró una Camila más nerviosa que antes.- Porque realmente necesito el trabajo y además...- Lauren la cortó.
- Camila, usted ya tienes el puesto aquí, solo que necesitamos un currículo, una persona a quién llamar en caso de emergencia
-Oh, comprendo. – guardaron silencio por un momento y mientras eso pasaba a otro lado de la puerta estaban Normani y Veronica tratando de escuchar todo.