Treinta y nueve

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Lauren Pov.

Las cosas sucedieron muy rápido, Alejandro se desmayó, unos enfermeros lo atendieron casi al instante y ellos nos dijeron que él era el director del hospital, así que verónica no tuvo que comprarlo porque cuando se enteró lo primero que le dijo al doctor que atendía a Camila fue "Es el papá de la mujer que queremos ver así que no hagas que te despidamos." Indeciso y todo nos dejó pasar en parejas.

Primero fue Dinah junto con Normani, por más enojadas que estaban Normani no podía dejarla sola en el estado que estaba, era más su amor que el orgullo.

Alejandro aún estaba un poco mareado por la noticia pero se sentía feliz, la última vez que lo habia visto fue el día que salí corriendo de mi propia boda, el estaba al otro extremo de la calle pero muchos autos pasaron impidiendo que yo llegara a él, así que logro subir a su auto y salir rápidamente del lugar. Y ahora encontrarlo sabiendo que solo habían pasado meses era una locura. Era tan loco que todavía lo veía asombrada cuando el me sonreía pero no nos decíamos ni una palabra.

-Ahi vienen las chicas. - Dijo verónica haciendo que todos las miráramos. - Es mi turno? - yo asentí y ella fue con mi hermano.

Por más que las cosas pasarán de una forma desastrosa siempre con Camila nosotras vivíamos con ese miedo. Antes era por no haber tenido tiempo y ahora por tenerla y quizás perderla.

-Lucy viene para acá. - abrí mis ojos sorprendida mirando a Normani -Vio las fotos del desfile y está muy enojada porque sabíamos de ella no le dijimos nada.

-Ellas no eran tan amigas. - suspiré - y también estaba Vero. -

-Las cosas con ellas fueron confusas. ¿Qué fue lo qué paso? - me encogí de hombros.

-Creo que en algún momento nos van a contar bien.

Iba a jugar en mi teléfono mientras pasaba el tiempo pero era imposible ya que sin mi cargador mi celular moría y no tenía cargador así que este murió. Poco a poco fueron pasando los 5 minutos que tenía cada una, era una completa locura. Tenia la cabeza hecha un caos y estoy segura de que solo Camila podrá aclarar mis ideas.

Una enfermera, dos enfermeras, quizás cinco ya que iban de un lado para otro luego una de las que ya había pasado se devolvió y paso una vez más,

-Se están demorando mucho. - mi frustración de notaba a lo lejos.

-Calma, ahí vienen. - efectivamente los vi, pero no los saludes simplemente pase derecho.

-!Es en parejas! - grito una enferma.

-Me importa una mierda. - entre rápido a la habitación y cerré con pasador. Apoye mi cabeza en la puerta con miedo a voltearme a ver lo que me esperaba de esa mujer.

-Hola, camzi - dije aún sin voltearme ni alejarme de la puerta. - Por favor que no esté tan mal - susurre y me llene de fuerzas para voltear a verla, se veía terrible, muy terrible, pero aún así me acerque a ella. - Necesito que despiertes, que estés conmigo y que aclares mi cabeza - Tome su mano-Siento que ni te he dejado de pensar. Ni un solo momento. Las cosas son una completa locura, pero no quiero perderte de nuevo ¿Puedes entender eso? Quizás no, porque no recuerdas nada.
Antes, Camz. Estaba un poco enamorada de ti, pero ahora no se que siento. Creo que quiero protegerte de todo, hasta de mi misma, y es aún más loco. Quiero respuestas, quiero saber que siento por ti, pero también quiero que te enamores de mí, quiero que en algún momento sonrías por mi como lo hacías en estos días. Pero yo también quiero enamorarme de ti. -Senti que golpeaban la puerta - no me vayas a dejar. - comencé a acariciar su mejilla y le di un beso en la comisura de sus labios sintiendo un pequeño cosquilleo en los míos. - No puedes dejarme. Porque yo no quiero perderte de nuevo. - Otra vez la puerta. - Siempre somos interrumpidas, Camz.

Desastre Natural -CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora