Lauren Jauregui se dirigía a su casa mientras al otro lado de la ciudad donde la señorita Jauregui partió hace algunos minutos, se encontraba una pequeña morena, asustada, temerosa sentada en el frío suelo tapando sus oídos mientras los gritos llegaban a ella ¿La razón? Ariana había llegado, drogada o borracha como siempre y Camila no le tenía lista la cena, esa era la razón.
Camila quería llorar, ella quería salir corriendo, pero no tenía nada, no tenía a nadie, a donde iría? no tenía a donde ir.
No quería seguir tapando sus moretones, no quería seguir usando suéteres o blusas con mangas largas e inclusiva tapando su cuello, ocultando cada uno de los golpe con montones de maquillaje.
Camila lo pensó mejor y al siguiente día habló con la señorita Jauregui e Iglesias para llegar una hora antes y salir una hora antes también. Ellas aceptaron no porque quisieran si no porque la pequeña chica les había rogado mucho para ello, pero eso significaba que a alguna de las dos le tocaría llegar más temprano a la oficina así que se turnaron la primera semana, Verónica, claro, no podía comenzar la jefa
Pero eso no cambiaba el destino de Camila, cada noche recibía los mismos golpes a veces más fuertes, otras veces solo los gritos lo que aliviaba un poco a Camila, pero la pelirroja que vivía con la morena siempre tenía la excusa perfecta para golpearla y así siguió su semana.
-No entiendo.- Decía una Ojiverde en su oficina .- ¿Por qué me estás pidiendo tanto dinero cada semana, Chris? ¿Estás metido en algo?.-
-Deja el drama, Lau.- El chico suspiró - Mira, tengo algo que contarte -se sentó encima del escritorio.- Llegó una chica nueva y es muy linda, todo mundo está detrás de ella, y yo solo quiero tener una oportunidad.
-Pequeño, el que tengas dinero no te hace una mejor persona, muchas veces con dinero no puedes conquistar a una chica, es necesario, sí, pero no fundamental.
-Pero tú siempre dices que es bueno tener dinero. - cuestionó el chico.
-Y cuando seas grande sé que tendrás mucho más dinero que yo. Pero a una chica de 13 o 14 años no creo que prefiera los regalos más costosos. - suspiró - Tú tienes todo para conquistarla, y además eres muy guapo, eres un Jauregui.
-La tía verónica siempre dice que cuando sales con una chica es mejor tener dinero para la segunda cuenta - Lauren abrió los ojos como platos, pero su hermano continuó.- Además siento que la conozco o no sé Lolo, pero es raro.
-Tienes 13 años, idiota, calma tus hormonas y ¿Cómo se llama la chica?-
-No lo sé, llegó hace dos días. - Susurró apenado.
-Bien, consigue el nombre quizás su número y te doy dinero para que la invites a Cine o algo, si es que lo consigues. - Esa fue la respuesta final de su hermana, el chico asintió bajó del escritorio.
-Claro mamá .- Lo dijo más con ironía que todo, pero muchas veces lo decía real y era la única vez que Lauren sonreía en un día, había hecho un buen trabajo con el chico. Era jugador de Fútbol y era muy bueno en ello, quizás hasta fuera el capitán en algún momento, tenía las mejores notas, y había sido adelantado un año.
-Trae buenas notas. - Fue lo único que alcanzó a decir, su hermano ya había salido disparado.
Dos horas después Lauren y Camila estaban muy llenas de trabajo, pero más la ojiverde, se cercaba la gala faltaban pocos días y no tenía cabeza si no para eso. Y en ese mismo momento salía para una reunión, cuando estaba en el centro de un pasillo donde todos sus empleados la veían también iba Camila pidiendo permiso mientras iba con un café caliente pero una de esas chicas altas, delgadas, rubias y sensuales empujo a Camila de gusto haciendo que todo el café caliente quedara en el vestido color rojo de Lauren Jauregui.